La ¨²nica Fiscal¨ªa de Espa?a cuya c¨²pula est¨¢ ocupada por mujeres
La plantilla del ministerio p¨²blico en Madrid roza el 80% de personal femenino, el porcentaje m¨¢s alto del pa¨ªs
En la nevera del piso de Barcelona de la fiscal Almudena Lastra (Madrid, 56 a?os) hab¨ªa un papel con una lista de nombres. Eran todas las personas a las que pod¨ªa recurrir en caso de necesitar que alguien cuidara de su beb¨¦ reci¨¦n nacido. La entonces novata fiscal ten¨ªa 24 a?os, se acababa de sacar la oposici¨®n y su primer destino era una ciudad extra?a en la que no conoc¨ªa a nadie. Lleg¨® al puesto a punto de parir, ¡°con un bombo tremendo¡±, y disfrut¨® de la baja de maternidad el menor tiempo posible. Treinta a?os despu¨¦s, Lastra es fiscal superior de la Comunidad de Madrid. Es la ¨²nica regi¨®n de Espa?a en la que todas las representantes del ministerio p¨²blico que dirigen las ¨¢reas territoriales son mujeres.
¡°El primer d¨ªa nada m¨¢s volver de la baja, me pegu¨¦ toda la ma?ana en los juzgados con los procesos m¨¢s dif¨ªciles, no como mis compa?eros, que empezaban con cosas m¨¢s sencillas. Uno por agresi¨®n sexual y otro por homicidio. Cuando acab¨¦ y me quit¨¦ la toga pens¨¦: ¡®Almudena, si has podido con esto, podr¨¢s con todo¡±, cuenta. Y pudo, en parte gracias a los nombres de esa lista colgada en su nevera, muchas de ellas secretarias judiciales y compa?eras fiscales que prestaban sol¨ªcitas su ayuda para quedarse con el beb¨¦ cuando ella aparec¨ªa a las tres de la ma?ana en el juzgado de Sabadell con el ni?o metido en el capazo. ¡°Siempre he tenido la paranoia que siguen teniendo las mujeres trabajadoras de que tienen que demostrar m¨¢s para que quede claro que tienen las mismas capacidades que los hombres¡±, prosigue.
El pasado martes, en la presentaci¨®n de la memoria del trabajo realizado por esta instituci¨®n en 2020, cinco mujeres entraron en la sala. Eran la fiscal jefa provincial de Madrid, Pilar Rodr¨ªguez Fern¨¢ndez; la del ¨¢rea de M¨®stoles, Margarita Rossignoli; la de Alcal¨¢ de Henares, Mar¨ªa Jos¨¦ Parrado, y la de Getafe y Legan¨¦s, Mar¨ªa Jes¨²s Escribano. A la cabeza, Almudena Lastra. Todas se sacaron su plaza entre finales de los ochenta y principios de los noventa. Cuando nacieron, el acceso femenino a la carrera judicial a¨²n estaba prohibido y todas ellas han llegado a las jefaturas por una cuesti¨®n de m¨¦ritos acumulados durante las d¨¦cadas que llevan ejerciendo. Parrado es la m¨¢s veterana como jefa, despu¨¦s de tres lustros, y la m¨¢s reciente es la fiscal superior, que asumi¨® el cargo este a?o. Sobre las espaldas de estas mujeres han ca¨ªdo algunos de los casos m¨¢s medi¨¢ticos: el Rey del Cachopo, el cartel de los menores no acompa?ados de Vox y el caso M¨¢ster, por citar algunos.
Lasta se convirti¨® este a?o en la primera mujer en ocupar el cargo de fiscal superior de Madrid en la historia de la instituci¨®n. Tres d¨¦cadas despu¨¦s de que ellas cinco accedieran a la profesi¨®n, la situaci¨®n ha cambiado mucho. Las dependencias de las fiscal¨ªas de Madrid est¨¢n repletas de mujeres. Tanto, que suponen casi el 80% de los representantes del ministerio p¨²blico en la regi¨®n, el porcentaje m¨¢s alto de Espa?a. Esta tendencia se hace visible tambi¨¦n en el caso de la judicatura a nivel nacional, ya que el 55% de los puestos de juez y magistrado est¨¢n ocupados por ellas.
Margarita Rossignoli (Madrid, 64 a?os), dirige el ¨¢rea de M¨®stoles y Fuenlabrada. En un paseo por los despachos de su lugar de trabajo se observa a simple vista esta realidad que se ha ido fraguando con los a?os. Entre pilas de documentos y carpetas, asoman las trabajadoras que tiene a su cargo. ¡°De 15 fiscales en M¨®stoles, hay un hombre¡±, resume Rossignoli. Ella es hija de juez, fue ¨¦l quien la ayud¨® en la preparaci¨®n para las oposiciones. Rossignoli estudi¨® primero Medicina, pero finalmente acab¨® en Derecho, para felicidad de su familia.
Su primer destino fue San Sebasti¨¢n en los a?os noventa. Despu¨¦s recay¨® en Vergara (Gipuzkoa). ¡°D¨ªa s¨ª d¨ªa no estaban arreglando los desperfectos de los c¨®cteles molotov arrojados a la puerta del juzgado¡±, rememora. A?os m¨¢s tarde, en Madrid, tambi¨¦n recuerda como uno de los casos m¨¢s complicados uno contra un grupo de sicarios: ¡°Uno de ellos me hizo este gesto (se pasa un dedo por el cuello como si fuera un cuchillo), nadie se dio cuenta, pero yo tuve mucho miedo¡±. Otra de las investigaciones que le marc¨® fue la de una mujer que viv¨ªa bajo el maltrato de su pareja: ¡°Cada noche antes de dormir, ¨¦l la acorralaba contra la pared y le dec¨ªa: ¡®Recuerda que la vida es un suspiro¡±. La fiscal habl¨® con ella ante su negativa a denunciarlo, pero no logr¨® que siguiera con el proceso. ¡°Fue terrible, al no tener su testimonio, lo absolvieron¡±, se sigue lamentando a?os despu¨¦s. Es madre de tres hijos. En su caso, su marido, cirujano, se pudo desplazar a alguno de sus destinos, pero durante un tiempo ejerci¨® en Ciudad Real mientras resid¨ªan en Madrid. ¡°Cada d¨ªa cog¨ªa el AVE a las cinco de la ma?ana, estaba rodeada de ejecutivos, y yo a veces estaba mal¨ªsima con el embarazo... Fue una ¨¦poca complicada¡±, cuenta.
Todas coinciden en que la profesi¨®n de fiscal es una gran desconocida, que la gente se queda con la imagen de las pel¨ªculas americanas, y tambi¨¦n que lo mejor de su d¨ªa a d¨ªa es el trabajo en equipo. Por eso una de las prioridades de estas representantes del ministerio p¨²blico es dar a conocer su labor diaria. En la presentaci¨®n de la memoria de 2020, las fiscales recalcaron, por ejemplo, que han desarrollado una labor de vigilancia para que se cumplieran los protocolos para proteger a las personas mayores que viven en residencias y que han investigado a 64 de estos centros por posibles deficiencias en los primeros pasos de la pandemia.
Mar¨ªa Jes¨²s Escribano (Madrid, 61 a?os) es la fiscal jefa del ¨¢rea de Getafe y Legan¨¦s. Aprob¨® su oposici¨®n en 1989 y su primer destino fue C¨¢diz. ¡°Los jefes entonces eran se?ores mayores, ten¨ªas la sensaci¨®n de que te miraban como diciendo: ¡®A ver qu¨¦ va a hacer esta¡®, no solo por ser mujer, sino tambi¨¦n por ser joven. Y los jueces tampoco se cortaban. Alguno le dijo a un compa?ero: ¡®A esta fiscal nueva jovencita, se la ve¨ªa un poco verde, ?no?¡±. Escribano asegura que nunca se ha sentido pionera. ¡°Aunque hab¨ªa m¨¢s hombres, en esta carrera siempre ha habido mujeres. Sientes m¨¢s la responsabilidad, especialmente en los primeros a?os, pero por la inexperiencia y por querer hacerlo bien¡±, afirma. La fiscal recuerda tambi¨¦n las malas caras a sus compa?eras hace d¨¦cadas cuando anunciaban un embarazo. ¡°Para el jefe es m¨¢s trabajo, porque tiene que solicitar un sustituto y es un proceso tedioso, pero ahora est¨¢ aceptado, las mujeres, si quieren, pueden tener hijos¡±, recalca. De los 26 fiscales a su cargo, solo cuatro son hombres, y casi todas las mujeres han sido madres. ¡°Pero ahora no ponemos mala cara, ahora lo celebramos¡±, asegura ella.
En lo que todas ellas est¨¢n de acuerdo es en el esp¨ªritu vocacional de la labor que realizan. Como dice la fiscal jefa provincial de Madrid, Pilar Rodr¨ªguez (Madrid, 55 a?os): ¡°Yo nunca he sentido que renunciara a nada, soy una enamorada de mi trabajo¡±. Su primer destino fue Vitoria y, por su posici¨®n, lleg¨® a estar en la lista de objetivos de ETA. Ella no siente que lo haya tenido m¨¢s dif¨ªcil por su g¨¦nero. ¡°En esta carrera tal vez lo tenemos m¨¢s f¨¢cil que en otras, las condiciones salariales y las categor¨ªas no est¨¢n determinadas por ser hombre o mujer¡±, defiende. Para ella, es una ¡°cuesti¨®n de tiempo¡± que cada vez se vean m¨¢s figuras femeninas en los puestos m¨¢s altos, como ya sucede en la Fiscal¨ªa de Madrid.
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