El Gobierno de Madrid abre un aula m¨¢s en el colegio de M¨®stoles donde nueve familias se hab¨ªan quedado sin plaza

Alivio y la sensaci¨®n de haber ganado una batalla. Es lo que han pensado este lunes las nueve familias del municipio madrile?o de M¨®stoles que llevaban m¨¢s de dos semanas esperando a que abrieran un aula m¨¢s de segundo de Educaci¨®n Infantil (4 a?os) en el colegio p¨²blico de su barrio, el Da Vinci, en Parque Coimbra. Hasta ahora, se hab¨ªan visto obligadas a dejar a los ni?os en casa o a encadenar autobuses para llevarlos al centro m¨¢s cercano a, seis kil¨®metros, a pesar de que la direcci¨®n afirmaba que hab¨ªa espacios libres e inutilizados que pod¨ªan reconvertir en un aula m¨¢s. La Comunidad de Madrid ha accedido finalmente a la demanda de los padres y madres y sus hijos empezar¨¢n las clases este mismo mi¨¦rcoles.

Cuando comenz¨® el curso, la direcci¨®n del centro comunic¨® lo mismo a todas las familias: que en junio ya vieron que no habr¨ªa plazas suficientes y que pidieron por primera vez un aula m¨¢s. La misma solicitud se repiti¨® en 1 de septiembre y, de nuevo, la semana pasada. En el colegio p¨²blico tienen espacios disponibles, les dijeron, porque hace tres a?os s¨ª hab¨ªa dos clases de Infantil, con 15 alumnos cada una, y de un curso a otro eliminaron una de ellas y la que qued¨®, con un m¨¢ximo de 20 alumnos, la ratio m¨¢ximo que marca la Comunidad para esta etapa.

La Consejer¨ªa de Educaci¨®n se?al¨® hace cuatro d¨ªas que la petici¨®n de la direcci¨®n del colegio les hab¨ªa llegado el mi¨¦rcoles pasado y que la atender¨ªan de ¡°manera inmediata¡±, aunque ese mismo d¨ªa las familias, en contacto constante con el director, no ten¨ªan constancia de ello. Un portavoz de Educaci¨®n explic¨® que el centro era el ¨²nico del barrio Parque Coimbra donde se hab¨ªa pedido el aumento de aulas ¨D por la ¡°incorporaci¨®n en el periodo extraordinario de matriculaci¨®n de siete ni?os¡±¨D y que, de una clase con 20 alumnos, pasar¨ªan a ser dos clases de 27 ni?os cada una.

Auutman Rabah, de 36 a?os, ha recibido la ansiada llamada este lunes y su ni?o, como el resto de alumnos, empieza las clases ma?ana. Hasta ahora, el peque?o hab¨ªa tenido que quedarse en casa, con su madre y con hermano de tres meses, porque el padre trabaja en un supermercado y su horario le imped¨ªa llevarla o recogerla del colegio m¨¢s pr¨®ximo con plazas libres, a seis kil¨®metros. Lo mismo le pasaba a Sonia Zapata, con un ni?o de ocho a?os matriculado en Parque Coimbra y otro de cuatro sin escolarizar a¨²n. Le dieron la noticia el viernes por la noche.

Ese d¨ªa tambi¨¦n se enter¨® Yessenia Ramos, de 26 a?os. Cada ma?ana, antes de ir al trabajo, la mujer cog¨ªa dos autobuses para dejar a su hija de cuatro a?os en un centro p¨²blico de M¨®stoles, porque no hab¨ªa nadie que se quedara en casa con ella. Despu¨¦s, un tercer autob¨²s y dos metros para llegar al trabajo. Limpia casas en el distrito madrile?o de San Blas-Canillejas y entre la ida y la vuelta, incluyendo el viaje al colegio, pasaba unas tres horas y media al d¨ªa en transporte p¨²blico.

Cada curso, sindicatos y asociaciones de familias alertan de una situaci¨®n similar en alguna zona de la regi¨®n: colegios donde antes hab¨ªa dos aulas para una etapa concreta y que, de un a?o para otro, se quedan sin ella; padres y madres que piden que se abra una clase m¨¢s; directores que advierten el exceso de demanda y tambi¨¦n solicitan el espacio; familias que acaban desplaz¨¢ndose para llevar a sus hijos al colegio o que se organizan y protestan hasta que lo consiguen.

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