Resolver el problema de la vivienda
No se va a resolver si las administraciones competentes se niegan a aplicar la Ley de Vivienda, como la Comunidad de Madrid, que no quiere declarar sus Zonas de Mercado Tensionado
Es dif¨ªcil resolver el problema de la vivienda en Espa?a de forma definitiva. Encontrar una soluci¨®n simple para que cualquier persona que vive en nuestro pa¨ªs tenga la posibilidad de acceder a una vivienda digna a un precio asequible, tal y como exige nuestra Constituci¨®n de 1978. Pero s¨¦ c¨®mo no se va a resolver.
No se va a resolver si dejamos ...
Es dif¨ªcil resolver el problema de la vivienda en Espa?a de forma definitiva. Encontrar una soluci¨®n simple para que cualquier persona que vive en nuestro pa¨ªs tenga la posibilidad de acceder a una vivienda digna a un precio asequible, tal y como exige nuestra Constituci¨®n de 1978. Pero s¨¦ c¨®mo no se va a resolver.
No se va a resolver si dejamos al mercado que se regule solo, que fije precios, que las empresas busquen la m¨¢xima rentabilidad posible sin pensar en las personas. No se va a resolver si permitimos que la especulaci¨®n marque los criterios de los precios del alquiler y la venta de viviendas que son para poder desarrollar vidas plenas, proyectos de futuro. Se debe garantizar que los y las j¨®venes, las familias, las personas mayores tengan acceso a un derecho fundamental recogido en nuestra Carta Magna.
No se va a resolver si las administraciones competentes en materia de vivienda se niegan a aplicar la Ley de Vivienda, se declaran insumisas, como la Comunidad de Madrid de Isabel D¨ªaz Ayuso, no quiere declarar los barrios y las ciudades con mayores problemas por los elevados precios de los alquileres, Zonas de Mercado Tensionado.
No se va a resolver si no se invierte en la construcci¨®n de viviendas dignas, de calidad, a precios de venta y de alquiler asequibles. No se va a resolver si las viviendas promovidas por las administraciones p¨²blicas son pr¨¢cticamente a precio de mercado, porque se incluyen impuestos o gastos que no deben repercutirse a los inquilinos.
No se va a resolver si el suelo p¨²blico que se libera para construir viviendas sociales a precios asequibles se pierde porque esas mismas viviendas se pueden poner en el mercado al cabo de unos cuantos a?os al precio de la vivienda libre.
No se va a solucionar si no luchamos contra los grandes tenedores, los que tienen 50, 200, 1.000 viviendas y que solo tienen un inter¨¦s especulador en el mercado. No se trata de penalizar a la familia que con su esfuerzo logr¨® tener 1, 2 o 3 viviendas que alquila. Al contrario, hay que dar seguridad a esas familias, a esos propietarios para que pongan sus viviendas en el mercado a un precio razonable, con incentivos, con garant¨ªas. Se trata de no consentir que un fondo buitre con sede en un para¨ªso fiscal manipule el mercado, expulsando a sus vecinos de siempre, para elevar artificialmente los precios estrangulando la oferta.
No se va a solucionar si no regulamos, en aquellas poblaciones m¨¢s sensibles, los alquileres vacacionales, que alteran los precios del alquiler de larga duraci¨®n, reducen la oferta de viviendas en esta modalidad, desvirt¨²an nuestros barrios y convierten nuestras ciudades en parques tem¨¢ticos.
El problema de la vivienda debemos resolverlo con un enfoque m¨²ltiple, con colaboraci¨®n entre administraciones, con voluntad de primar el bien p¨²blico, el derecho fundamental de cualquier ciudadano o ciudadana a tener una vivienda digna. Con una pol¨ªtica municipal que considere prioritario el desarrollo urbano desde la perspectiva de las personas que habitan nuestras ciudades y no desde los intereses econ¨®micos de los fondos de inversi¨®n o desde la perspectiva del impulso descontrolado del turismo o desde el pelotazo urban¨ªstico.
El problema de la vivienda requiere que nos sentemos y que no descartemos ninguna soluci¨®n por prejuicios ideol¨®gicos.
Este problema se resuelve si aplicamos medidas a corto, medio y largo plazo. Soluciones que incentiven la puesta en el mercado de viviendas que hoy en d¨ªa est¨¢n fuera de ¨¦l por distintos motivos.
Necesitamos potenciar la rehabilitaci¨®n de nuestros barrios m¨¢s antiguos; incentivar que los propietarios contengan los precios, garantizando sus rentas y dando seguridad a sus propiedades, medidas fiscales que beneficien a los que colaboran con la soluci¨®n del problema; ayudar a las personas con escasos recursos a acceder a viviendas con ayudas desde las administraciones.
Se resuelve si construimos nuevas viviendas p¨²blicas de calidad y a precios asequibles; controlar los precios cuando haga falta en los mercados tensionados; penalizar la especulaci¨®n con medidas que desincentiven la carrera alcista de los precios.
Necesitamos perseguir la competencia desleal de los pisos tur¨ªsticos no declarados a los establecimientos del sector hotelero que cumplen con sus obligaciones; regular aquellas zonas donde se ha descontrolado la oferta y exigir que se cumpla escrupulosamente la ley para que todos tengamos las mismas reglas de juego.
Porque si no resolvemos el problema de la vivienda, nos vamos a encontrar un gran problema, un gran malestar social, una desafecci¨®n hacia los que tenemos responsabilidad en la soluci¨®n y una sociedad en la que nuestros hijos e hijas no encontrar¨¢n un lugar digno donde vivir.