Resurge el potencial at¨®mico para reforzar la producci¨®n energ¨¦tica

En medio del creciente debate sobre la transici¨®n energ¨¦tica y la urgencia por combatir el cambio clim¨¢tico, la energ¨ªa nuclear ha emergido nuevamente como tema central en la agenda mundial. Tanto es as¨ª que la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE) estima que esta fuente batir¨¢ su r¨¦cord de producci¨®n en 2025, con la previsi¨®n de que la misma se duplique en 2050, siendo la capacidad actual de 371 gigavatios (GW) a escala global. No en vano, tras la ¨²ltima reuni¨®n de la Conferencia de las Partes (COP28), que tuvo lugar durante la Convenci¨®n Marco sobre Cambio Clim¨¢tico de Naciones Unidas de Dub¨¢i, 24 pa¨ªses se han comprometido a triplicar su potencia nuclear para dicho a?o, 10 de ellos europeos.

En este sentido, seg¨²n Emilio M¨ªnguez, presidente de la Sociedad Nuclear Espa?ola, ¡°se estima que la demanda de energ¨ªa en la Uni¨®n Europea se haya duplicado en esa fecha. Por eso, el Consejo y el Parlamento Europeo acordaron recientemente etiquetar la energ¨ªa nuclear como una tecnolog¨ªa estrat¨¦gica para la descarbonizaci¨®n de la UE y hacer frente a esa demanda, tras meses de intensas negociaciones en Bruselas sobre la Ley de Industria Net Zero (NZIA)¡±. Esta norma, que forma parte del Plan Industrial del Pacto Verde, pretende facilitar el objetivo de alcanzar la neutralidad clim¨¢tica en Europa de aqu¨ª a 2050, impulsando las tecnolog¨ªas libres de emisiones.

¡°El inter¨¦s por la energ¨ªa at¨®mica como parte de la soluci¨®n al calentamiento global y ante el objetivo de reducir la dependencia de los combustibles f¨®siles ir¨¢, sin duda, a m¨¢s¡±, afirma Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear. ¡°Su papel es crucial en la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Los organismos internacionales llevan avisando hace a?os que, sin la nuclear, ser¨¢ much¨ªsimo m¨¢s complicado alcanzar los objetivos de descarbonizaci¨®n en el horizonte de 2050. En la actualidad, las dos ¨²nicas tecnolog¨ªas disponibles que no emiten CO2 son la at¨®mica y las renovables, y ambas son necesarias y complementarias¡±.

Proyectos en marcha

Ese inter¨¦s resulta ya evidente en los 58 reactores nucleares que se encuentran actualmente en fase de construcci¨®n, seg¨²n los datos del Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica, sobre un total de 413 en funcionamiento. Estados Unidos (93), Francia (56) y Rusia (37) son tres de los cuatro pa¨ªses con mayor n¨²mero de centrales operativas, ocupando China (55) el tercer lugar. Pero es el pa¨ªs asi¨¢tico el que m¨¢s plantas tiene previstas, con 23 en construcci¨®n, por delante de India (8) y Turqu¨ªa (4), todos ellos fuera de la OCDE. Egipto, Banglad¨¦s y la propia Turqu¨ªa ser¨¢n los pr¨®ximos territorios en incorporarse al grupo de 31 pa¨ªses productores de energ¨ªa nuclear. ¡°Si hacemos un repaso global de lo que est¨¢ pasando, la direcci¨®n mayoritaria es apostar por la nuclear. Los pa¨ªses del Oriente Medio est¨¢n desarrollando una intensa actividad, construyendo y planificando nuevos proyectos; mientras que cada vez m¨¢s gobiernos apuestan por la continuidad de sus centrales, con autorizaciones para operar 60 e incluso 80 a?os¡±, apunta M¨ªnguez.

Apoyo pol¨ªtico

Y es que, en estos pa¨ªses, se ha producido un fuerte apoyo pol¨ªtico y regulatorio a su favor, promoviendo incentivos fiscales, programas de financiaci¨®n y marcos regulatorios favorables que est¨¢n impulsando las inversiones. ¡°Su desarrollar pasa por un apoyo institucional firme; v¨¦ase el caso de Reino Unido y Francia, con proyectos de ley para acelerar la construcci¨®n de nuevos reactores. Al tratarse de grandes inversiones a largo plazo, el sector tiene que contar con estabilidad jur¨ªdica y con reglas del juego claras que no se modifiquen en el camino¡±.

Lo cierto es que los costes iniciales de una planta son mucho m¨¢s elevados que los de otras tecnolog¨ªas. Hablando del pa¨ªs brit¨¢nico, se calcula que su proyecto m¨¢s reciente, Hinkley Point, tendr¨¢ un sobrecoste de 54.000 millones de euros, cuando se presupuest¨® en unos 30.500 millones. Eso s¨ª, pudiendo cubrir el 7% de toda su demanda el¨¦ctrica. ¡°Sin embargo¡±, como se?ala V¨ªctor Ruiz, profesor de OBS Business School, ¡°al tener unos ciclos de vida muy largos los precios son competitivos, resultando una energ¨ªa barata comparada con los combustibles f¨®siles. Adem¨¢s, no emite CO2 y su producci¨®n es estable, sin depender del clima. Hasta que haya soluciones t¨¦cnicas mejores, tendremos que seguir contando con la nuclear si queremos una econom¨ªa baja en carbono¡±, advierte.

Por otro lado, los cr¨ªticos de la energ¨ªa at¨®mica indican diversos obst¨¢culos y riesgos asociados con su uso y desarrollo. En palabras de Juantxo L¨®pez de Uralde, coordinador de Alianza Verde, ¡°se ofrece como soluci¨®n al cambio clim¨¢tico, pero la realidad es que no se trata de una forma sostenible de producir energ¨ªa. Las fuentes renovables han avanzado mucho en estos a?os en eficiencia, de tal forma que se produce m¨¢s energ¨ªa por euro invertido en solar o e¨®lica que en nuclear. Hemos visto que las nuevas centrales en Europa han tenido un sobrecoste muy importante, lo que incrementa las dudas sobre la fiabilidad de unas inversiones que podr¨ªan dedicarse a fuentes m¨¢s limpias¡±.