Las compensaciones de carbono, en revisi¨®n
La fijaci¨®n de un pago por emisiones acelera el ritmo de innovaci¨®n en tecnolog¨ªas de energ¨ªas limpias y de productos y servicios que a¨²n no son viables
Algo falla desde la l¨®gica. COP28: van 28 reuniones (26 m¨¢s una doble en Alemania y Holanda durante 2001) p¨²blicas para no alcanzar ning¨²n acuerdo trascendente. En una organizaci¨®n privada, si tras 28 conferencias no existe consenso, resulta complicado plantear otra m¨¢s o seguir en el cargo. Aunque el reloj descuenta algunos avances. Durante el encuentro se anunci¨® la colaboraci¨®n ¡ªrecuerda Jos¨¦ Luis Blasco, director de Sostenibilidad de Acciona¡ª entre los principales est¨¢ndares que establecen las normas contables y buenas pr¨¢cticas del Mercado Voluntario de Carbono (MVC) para trabajar en un patr¨®n end-to-end (integral) que busca incentivar la demanda del mercado fijando normas contables claras y el reconocimiento de las buenas pr¨¢cticas de las firmas en sus estrategias de descarbonizaci¨®n y compra de cr¨¦ditos de carbono. Esto sumar¨ªa confianza al MVC.
En un mundo concienciado cabr¨ªa escribir que las famosas compensaciones por carbono volver¨¢n a florecer. Pero el art¨ªculo 6.2 ¡ªque propone considerar enfoques no de mercado, incluyendo medidas fiscales nacionales, por ejemplo, la fijaci¨®n de precios del carbono a trav¨¦s de mecanismos como la Transferencia Internacional de Resultados de Mitigaci¨®n (ITMO por sus siglas en ingl¨¦s)¡ª evidencia que algunos actores buscan cualquier escondrijo. O callej¨®n. ¡°Fue como una d¨¦bil patada¡±, refrenda Ehsan Khoman, responsable de an¨¢lisis de Materias Primas, ESG y Mercados Emergentes de Mitsubishi UFJ Financial Group (MUFG). Y a?ade: ¡°Los borradores de la COP28 conten¨ªan [frente a los anteriores] menos rigor: ni siquiera se decidieron evitar las emisiones y la reversi¨®n de las absorciones [de CO2 ]¡±. La triste, habitual y acostumbrada autobiograf¨ªa de un fracaso. ¡°Falta claridad, homogeneidad y productos con valor¡±, advierte Ricardo Pedraz, consultor de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Existen proyectos forestales, pero no prolifera ¡ªahonda el experto¡ª una tipolog¨ªa razonada, clara y transparente. Excusa perfecta o realidad diaria de los sectores que deben marcar el cambio. Para a?adir ascuas al fuego: transporte y ¨¢mbitos no regulados andan lejos de la concienciaci¨®n. Aunque pervive un lugar para las buenas noticias. ¡°La clave se encuentra en incrementar la confianza en la utilidad de los mercados voluntarios de carbono como instrumento de pol¨ªtica clim¨¢tica que sirva de gu¨ªa¡±, aconseja Jos¨¦ Luis Blasco. Otra opci¨®n, que ya est¨¢ manejando Singapur, observa el experto, pasa por conectar el impuesto del carbono nacional y el MVC con el fin de cumplir los objetivos clim¨¢ticos.
Opciones poco rentables
Buenas palabras y ?escasos hechos? Todas las partes que quieren resolver la emergencia clim¨¢tica aguardan un cambio, al igual que un cirujano, en una herida abierta, espera el escalpelo. Pero el mercado voluntario de carbono lucha contra sus propias debilidades. Generar cr¨¦ditos de carbono en energ¨ªas renovables, tecnolog¨ªa para su captura o, incluso, las repoblaciones forestales, tienen precios baj¨ªsimos. Y si fracasa el balance econ¨®mico, las finanzas ni se acercan. El 26 de enero, destaca Ana Rodr¨ªguez, tambi¨¦n de AFI, el coste del cr¨¦dito del carbono para proyectos basados en la naturaleza era de 0,28 d¨®lares por tonelada de di¨®xido de carbono. Otras iniciativas se iban a 1,72 d¨®lares por tonelada. Con estos n¨²meros ser optimista resulta complejo. Pero quiz¨¢ sea parte de la esencia de la condici¨®n humana. Encender una luz bajo la oscuridad. ¡°El mercado de emisiones de gases de efecto invernadero continuar¨¢ creciendo y madurando¡±, augura Pedraz. Aunque, los resultados a corto plazo, prev¨¦, est¨¢n lejos de lo esperado.
Entre medias, la comunidad internacional construye edificios que carecen de forjados. La compra de estos cr¨¦ditos se centra en proyectos de repoblaci¨®n y gesti¨®n forestal ¡ªdetalla Xavier Chollet, gestor de Pictet Clean Energy Transition¡ª, que son de bajo coste, seguidos de propuestas renovables. Claro que con el tiempo deber¨ªan extenderse a la captura y almacenamiento de carbono. De hecho, en actividades con grandes emisiones, pensemos en la moda, quiz¨¢ la respuesta sea el mercado voluntario. Opera ¡ª ya se ha visto¡ª al margen de los regulados como el sistema de comercio de emisiones de Europa. Adem¨¢s, permite compensar dispersiones mediante la adquisici¨®n voluntaria de cr¨¦ditos de carbono a proyectos que extraen gases de la atm¨®sfera o evitan liberarlos. Y ha llegado a tener un valor de 1.900 millones de euros durante 2022 ¡ªacorde con la ONG estadounidense Ecosystem Marketplace¡ª, aunque podr¨ªa alcanzar 480.000 millones en 2050. Una reducci¨®n de 3,6 gigatoneladas equivalentes de CO2 . La quinta parte exigida por el Acuerdo de Par¨ªs. El papel, los n¨²meros y su aguante.
Iniciativas desperdigadas
Existen algunas iniciativas, sobre todo n¨®rdicas, como sacar a Bolsa bosques, nuevas tecnolog¨ªas o, por ejemplo, situar bajo los abrevaderos de las vacas sistemas que captan metano, que es un gas de efecto invernadero (GEI) muy contaminante. En ambos casos manda la t¨¦cnica. ?Suficiente? ¡°Creo que [las compensaciones] est¨¢n cogiendo impulso. Sobre todo, si entra con fuerza la regulaci¨®n. Y un verbo: obligar¡±, reflexiona ?ngel P¨¦rez, analista en Renta 4 Banco. Pero manda el balance. Por muchos bosques que plantes ¡ªalgo que, desde luego, no soluciona la crisis clim¨¢tica¡ª para compensar las emisiones, la forma de obtener un retorno econ¨®mico es a trav¨¦s de la madera. Nadie, claro, piensa en talar. ¡°Pero frente al mundo ESG, el inversor quiere beneficios. ¡°Es su principal objetivo¡±, narra con sinceridad. ¡°El equilibrio entre contaminar y compensar manda menos que la cuenta de p¨¦rdidas y resultados¡±, relata ?ngel P¨¦rez. Y las quejas proliferan porque nada es absolutamente verde.
Repsol reclamaba que los componentes electr¨®nicos para generar hidr¨®geno (por ejemplo, los electrolizadores) produc¨ªan residuos. E Iberdrola sabe que las prisas crean tensi¨®n. Su propuesta es sustituir por tecnolog¨ªas ya disponibles el mundo f¨®sil. ¡°Y las absorciones se deben utilizar para compensar las expulsiones complejas de descarbonizar. All¨ª donde las propuestas renovables no llegan¡±, describen fuentes de la compa?¨ªa. Si esas absorciones ¡ªpuntualizan¡ª se fomentan de manera masiva antes de tiempo, podr¨ªa generar un efecto negativo. ?Cu¨¢l? Alargar la vida de las tecnolog¨ªas f¨®siles que pueden sustituirse por limpias. Lo hemos visto. Europa discute un nuevo reglamento que fija criterios voluntarios de certificaci¨®n de absorciones. Pero, en las finanzas, la palabra ¡°voluntario¡± es una apostas¨ªa.
Contrapartidas en tela de juicio
Los números son palabras. Cuentan su historia. Si leemos los Objetivos con Base Científica (SBTI, por sus siglas en inglés), un conjunto de metas dirigidas a reducir los gases de efecto invernadero (GEI), unas 4.000 empresas se han comprometido ya a alcanzar la neutralidad de carbono. Sin embargo, durante 2023, como sostiene Kepa Solaun, profesor de la Universidad de Navarra y consejero delegado de Global Factor, las compensaciones de emisiones se han puesto en tela de juicio. ¿Un problema o un toque de atención? “Es positivo porque resulta imprescindible que los proyectos que generan los créditos con los que se compensan emisiones tengan asegurada su integridad ambiental, económica y social”, zanja. Necesitamos más controles y mayores estándares éticos. ¿Una ecuación imposible?
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