Soluciones locales ante un brete global

El lamento se repite con palabras, m¨¢s o menos similares, en el amplio espectro del ¨¢mbito empresarial: nadie estaba preparado para afrontar todo lo que se ven¨ªa encima. La pesadilla comenz¨® en 2020 con la pandemia global de la covid-19, que no solo impact¨® de lleno en la salud y en la econom¨ªa del planeta. El confinamiento y el cese de actividad trajeron consigo unos desajustes de las cadenas de suministro que afectaron pr¨¢cticamente a todos los sectores econ¨®micos. Empresas de todo el mundo tuvieron que enfrentarse a roturas de existencias, ausencia de materiales, desajustes en los sistemas de planificaci¨®n, problemas log¨ªsticos, desequilibrios en los medios de transporte, aumentos de coste, desabastecimientos puntuales, escasez de medios log¨ªsticos¡­

Era el preludio a lo que a¨²n estaba por llegar, porque en los ¨²ltimos meses la situaci¨®n se ha complicado todav¨ªa m¨¢s. Los niveles desbocados de inflaci¨®n, sumados a la subida de tipos de inter¨¦s aprobada por el Banco Central Europeo, unos precios desorbitados de la energ¨ªa y los carburantes, el enquistamiento de la guerra entre Rusia y Ucrania, y el colapso que paraliz¨® el puerto chino de Shangh¨¢i, han puesto en peligro la recuperaci¨®n econ¨®mica de la eurozona (incluida Espa?a). Tambi¨¦n la supervivencia y competitividad de miles de empresas.

Ante tal incertidumbre, muchas ya han movido ficha. En febrero, el Banco de Espa?a admiti¨® que casi 7 de cada 10 negocios hab¨ªan tomado medidas para hacer frente a la escasez de suministros. ¡°Muchas pymes han diversificado sus socios comerciales para evitar la dependencia exclusiva de una determinada zona geogr¨¢fica¡±, admite el director del Servicio de Estudios de la C¨¢mara de Comercio de Espa?a, Ra¨²l M¨ªnguez. Esta estrategia ya se utiliz¨® durante la pandemia y ha ido a m¨¢s a ra¨ªz del conflicto en Ucrania. El experto apunta otras dos soluciones a las que recurren las compa?¨ªas para capear la escasez de suministros: por un lado, conocer mejor c¨®mo funcionan los proveedores, para poder anticiparse con mayor facilidad a cambios bruscos de la oferta. Por otro, revisar y determinar los niveles de almacenamiento para anteponerse en caso de que vengan mal dadas.

Pese a los esfuerzos, las previsiones de que la econom¨ªa mejore a corto y medio plazo no son halag¨¹e?as. Algunos expertos vaticinan que la situaci¨®n se prolongar¨¢, al menos, hasta finales del primer semestre de 2023. Esto implica que muchas empresas recurran a soluciones locales para hacer que su negocio funcione y se mantenga a flote en medio de las turbulencias. ¡°Vemos una adecuaci¨®n y ajuste de los criterios de asignaci¨®n de la producci¨®n y tambi¨¦n cambios en la definici¨®n de las nuevas fuentes de suministro¡±, sostiene Vicente Segura, socio de Consultor¨ªa y Operaciones de Deloitte. Con ello, los responsables de las corporaciones buscan reducir el riesgo, aumentar la flexibilidad y agilidad para adaptarse a potenciales disrupciones en la cadena y mejorar en el control de la toma de decisi¨®n. Una cuesti¨®n aparte es la relocalizaci¨®n de las plantas de producci¨®n, una ¡°decisi¨®n estrat¨¦gica larga y compleja que debe tomarse con perspectiva¡±, a?ade.

Al alcance de muy pocos

En opini¨®n de Ra¨²l M¨ªnguez, para la mayor¨ªa de empresas es dif¨ªcil optar por esta estrategia, ya que no cuentan con suficiente capital para instaurar plantas de producci¨®n locales. ¡°Es una inversi¨®n enorme que, adem¨¢s, tardar¨ªa tiempo en dar sus frutos, por lo que requiere una situaci¨®n financiera muy holgada¡±, afirma. Y desliza otro argumento: en caso de que la actual situaci¨®n econ¨®mica se revierta y vuelvan las ¨¦pocas de bonanza, los productos producidos aqu¨ª ser¨¢n m¨¢s caros que los que lleguen del extranjero. La presidenta de CEOE Internacional, Marta Blanco, es tajante: ¡°Salvo en casos puntuales, como sucede con la industria textil, no podemos concluir que nuestro pa¨ªs se est¨¦ beneficiando del proceso de relocalizaci¨®n de centros de producci¨®n¡±, insiste. S¨ª reconoce, en cambio, que un buen n¨²mero de empresas se han afanado en diversificar y acortar las cadenas de suministro, y que se han alejado de centros productivos localizados en pa¨ªses que podr¨ªan sufrir sanciones econ¨®micas o pol¨ªticas.

El hecho de que la mayor¨ªa de las empresas est¨¦n ahora centradas en mejorar su eficiencia y gestionar sus costes ha provocado otro efecto indeseado: la ralentizaci¨®n de su transformaci¨®n digital. La encuesta Digital Supply Chain Survey 2022, elaborada por la consultora PwC, concluye que cuestiones como la automatizaci¨®n de procesos, el an¨¢lisis de datos o la mejora de la resiliencia de sus cadenas de suministro son una prioridad para 2 de cada 10 entrevistados. Algo parecido sucede con la formaci¨®n digital de sus empleados y con la mejora de la sostenibilidad en las cadenas de suministro.

Tecnolog¨ªa para sobrevivir

Aunque hay excepciones. Los operadores de log¨ªstica se han convertido en aut¨¦nticas empresas tecnol¨®gicas: los macrodatos (big data) les permiten reducir costes, optimizar recursos, ganar eficiencia, minimizar el impacto ambiental o gestionar mejor la previsi¨®n de la demanda; los dispositivos IoT y los sistemas de trazabilidad contribuyen a tener un control total y en tiempo real de la cadena de suministro; la automatizaci¨®n con robots les ayuda a automatizar procesos administrativos¡­

¡°Muchas empresas est¨¢n estableciendo proyectos piloto para relocalizar sus centros log¨ªsticos y situarse as¨ª m¨¢s cerca de la demanda y del cliente final¡±, avanza el presidente de UNO Log¨ªstica, Francisco Aranda. Son procesos que, de llevarse a cabo, son complicados y muy costosos, porque supone renunciar a inversiones que ya se han realizado en lugares donde, adem¨¢s, se encuentran las materias primas. Incluso, en ocasiones, las compa?¨ªas han firmado contratos vinculantes que les dificultan dejar de operar en esas ¨¢reas geogr¨¢ficas. ¡°Pese a todo, la relocalizaci¨®n les compensa en algunos casos, puesto que el aumento de costes, por un lado, se neutraliza con el menor gasto en la cadena de suministro y, aparte, se facilita el abastecimiento ante situaciones imprevistas¡±, concluye Aranda.