Por qu¨¦ el di¨¦sel est¨¢ m¨¢s caro que nunca en comparaci¨®n con la gasolina

Tras varios meses de subidas sin fin, los conductores de coches de gasolina han visto c¨®mo la soga de los precios aflojaba ligeramente. Un respiro, que, sin embargo, est¨¢ llegando en mucha menor medida a quienes tienen un modelo di¨¦sel, que siguen sufriendo facturas disparatadas cada vez que tienen que repostar. La explosi¨®n de precios de ambos carburantes tras la pandemia tiene una ra¨ªz com¨²n: el encarecimiento de su principal materia prima, el petr¨®leo. A partir de ah¨ª, sin embargo, sus caminos se separan.

Exportadora neta de gasolina, Europa necesita en cambio mucho m¨¢s di¨¦sel del que puede producir. Buena parte de ese combustible (m¨¢s de un tercio) sigue llegando hoy desde Rusia, pero su salida forzosa de la ecuaci¨®n ¡ªla UE vetar¨¢ las llegadas de productos petroleros rusos, entre ellos el gas¨®leo, en febrero¡ª lleva meses tirando de los precios al alza. A esa escasez provocada por la guerra se suma un factor estructural: el cierre acelerado de refiner¨ªas en el Viejo Continente en los ¨²ltimos a?os, muchas de ellas dedicadas a la producci¨®n de di¨¦sel. Estas clausuras, justificadas por su menguante rentabilidad ¡ªal menos antes de la crisis: ahora estos m¨¢rgenes se han disparado¡ª y el paulatino auge de los coches el¨¦ctricos, han llegado en un momento cr¨ªtico: justo cuando m¨¢s se necesitaban.

¡°De todos los productos petroleros rusos, el di¨¦sel es el m¨¢s dif¨ªcil de reemplazar¡±, apunta David Wech, economista jefe de la empresa de an¨¢lisis sectorial Vortexa, que recuerda que hist¨®ricamente la mitad del gas¨®leo comprado por Europa fuera de los Veintisiete procede del gigante euroasi¨¢tico. El desacople entre oferta y demanda de gas¨®leo, dice, es particularmente importante en los pa¨ªses del arco mediterr¨¢neo, que est¨¢n ¡°absorbiendo vol¨²menes de la industria espa?ola de refino¡±.

Veto ruso a la vuelta de la esquina

¡°Cuando entre en vigor el embargo, Europa tendr¨¢ que sustituir una gran cantidad de barriles de di¨¦sel que ahora llegan desde Rusia. Y lo har¨¢ aumentando su propia producci¨®n, importando m¨¢s barriles de pa¨ªses como Arabia Saud¨ª, India y Estados Unidos con una prima mayor o una combinaci¨®n de ambos¡±, apunta Esteban Moreno, de Kpler, una firma especializada en energ¨ªa y materias primas. En el caso de la gasolina, en cambio, el fin de la temporada alta de consumo en EE UU ha reducido las exportaciones europeas y aumentado los vol¨²menes en circulaci¨®n en la UE, permitiendo una cierta relajaci¨®n de los precios.

En el c¨®ctel de precios del di¨¦sel hay, tambi¨¦n, un buen n¨²mero de elementos ex¨®genos que han remado en contra. La escalada del gas natural ¡ªque ha multiplicado por 10 su cotizaci¨®n en los dos ¨²ltimos a?os¡ª ha tenido impacto tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda. En el primer caso, porque el hidr¨®geno es un elemento clave en el proceso de destilado de este hidrocarburo; y para producir este gas de uso industrial, el metano ¡ªtodav¨ªa¡ª es imprescindible. En el segundo, porque ante la brutal escalada de precios los ¨²ltimos meses y la necesidad de preservar las reservas de gas natural para el invierno, el di¨¦sel est¨¢ sustituyendo a ese combustible en plantas de generaci¨®n el¨¦ctrica, en la industria y hasta en la agricultura. Y m¨¢s demanda, ya se sabe, casi siempre es sin¨®nimo de mayores precios.

La estructura del parque automovil¨ªstico en los principales pa¨ªses de la UE, con un peso mucho mayor de los coches di¨¦sel que en Am¨¦rica y en Asia ¡ªdonde la gasolina sigue siendo reinando¡ª est¨¢ amplificando a su vez el impacto sobre el bolsillo de los consumidores. A eso hay que sumar que el transporte de mercanc¨ªas por carretera tambi¨¦n es muy intensivo en gas¨®leo, lo que presiona al alza toda la cadena de valor y exacerba la inflaci¨®n. Es un efecto domin¨®: si sube el di¨¦sel, sube pr¨¢cticamente todo.

Muchos coches de gas¨®leo

La penetraci¨®n del gas¨®leo es especialmente acentuada en el parque automovil¨ªstico espa?ol: si en Italia son el 45% del total y en el Reino Unido son el 40% ¡ªseg¨²n los datos de Kpler¡ª, Espa?a roza el 55% pese a la reciente p¨¦rdida de fuelle de este combustible en favor de la gasolina y de los h¨ªbridos y el¨¦ctricos puros. Aun contando con una capacidad de refino muy sustancial, superior a la de la mayor¨ªa de los vecinos europeos, la demanda de di¨¦sel supera con creces la oferta: 630.000 barriles diarios frente a menos de 500.000. ¡°Esto explica por qu¨¦ los precios han subido m¨¢s r¨¢pido que en otros pa¨ªses de la UE¡±, sentencia Moreno. Todo, a pesar de que la carga fiscal que soporta el gas¨®leo es menor, una anomal¨ªa que el Gobierno ha tratado de corregir ¡ªsin ¨¦xito¡ª en varias ocasiones.

Volver al punto de partida, con precios m¨¢s asumibles para unos hogares asediados por la inflaci¨®n ¡ªun elemento de absoluta novedad para varias generaciones de europeos¡ª no ser¨¢ sencillo, especialmente en el caso del di¨¦sel. El mi¨¦rcoles pasado, la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE) ya alert¨® del riesgo de que el d¨¦ficit mundial de este carburante, lejos de corregirse, se agrave en 2023.

Nuevas refiner¨ªas

¡°Hay mucha incertidumbre sobre qu¨¦ ocurrir¨¢ cuando entre en vigor la prohibici¨®n a las importaciones desde Rusia¡±, apunta por correo electr¨®nico Mark Williams, de la consultora brit¨¢nica Wood MacKenzie, que augura una brecha prolongada en el precio de ambos hidrocarburos. Al menos, en el corto plazo. A medio, conf¨ªa, crecer¨¢ la capacidad de refino: en pa¨ªses tan dispares como Nigeria, M¨¦xico o Kuwait hay varias instalaciones de nuevo cu?o apurando los plazos para poner hidrocarburos en el mercado; y muchas otras est¨¢n volcando sus esfuerzos en el di¨¦sel ¡ªhoy por hoy, mucho m¨¢s lucrativo¡ª en detrimento de otros destilados, lo que contribuir¨¢ a cubrir el hueco dejado por Mosc¨².

La reconfiguraci¨®n natural de los flujos globales tambi¨¦n deber¨ªa contribuir: el combustible ruso deber¨ªa acabar desvi¨¢ndose a mercados m¨¢s lejanos ¡ªcomo China o Turqu¨ªa¡ª, liberando espacio para que el procedente de Am¨¦rica del Norte y el golfo P¨¦rsico acabe, a su vez, en el Viejo Continente. De no ser as¨ª, zanja Williams, los automovilistas se ver¨¢n abocados a nuevos r¨¦cords en el precio del gas¨®leo.