Gravedad 0 y mucho picante, as¨ª se come en el espacio
Antes de subir alimentos al espacio exterior se toman mil precauciones, sin embargo, ya crecen los primeros cultivos espaciales y el primer restaurante que colabora con la NASA es espa?ol
Entras a una nave espacial, te sientas y abrochas el cintur¨®n. 3,2,1 despegue, la nave acelera, tiembla y en 90 minutos ya se encuentra en el espacio exterior. Todo es oscuridad y lo ¨²nico que escuchas es la voz de tus compa?eros. Esto es una misi¨®n larga, durante varios d¨ªas estar¨¢s a 408 kil¨®metros de altura. Dormir no es un problema, lo har¨¢s mientras flotas, pero ?qu¨¦ pasa con la comida?
Para darse un banquete espacial, hay que pensar en muchos aspectos antes de comer. Es una haza?a maravillosa de ingenier¨ªa la que se vive all¨¢ arriba, una que implica creatividad y mucho ingenio para poder disfrutar de un s¨¢ndwich hecho con tortillas de harina o un sabroso postre. Y aunque ya existen los primeros cultivos espaciales, no siempre fue as¨ª. La tecnolog¨ªa ha avanzado mucho desde 1961, cuando la primera persona tuvo la oportunidad de comer en el espacio.
El peso y el volumen de la comida, o cualquier elemento que se suba a una nave espacial, son las primeras limitaciones. La primera, porque la nave tiene que acelerar lo suficiente para que despegue y la segunda, porque el espacio es reducido. ¡°En la ISS (Estaci¨®n Espacial Internacional, por sus siglas en ingl¨¦s) que es, ahora mismo, el ¨²nico sitio donde viven permanentemente humanos, no hay refrigeraci¨®n, o sea, no hay una nevera o nada parecido. La otra complicaci¨®n es la gravedad 0¡å, explica Eneko Axpe, doctor en F¨ªsica, investigador en Gastro f¨ªsica, colaborador cient¨ªfico de la NASA y profesor del Basque Culinary Center.
El delirio de muchos, el pan, no se puede disfrutar en el espacio. Al partir el pan, se liberar¨ªan miles de part¨ªculas diminutas que podr¨ªan meterse en los filtros de aire o aparatos electr¨®nicos mientras flotan. Por ese motivo prefieren tortillas de harina y Rodolfo Neri Vela, primer mexicano en subir al espacio, pidi¨® tortillas para su viaje en 1985. Bas¨¢ndose en todas estas limitaciones, se desarrollan todos los alimentos para los astronautas, sin dejar de lado sus requerimientos cal¨®ricos ni los proteicos.
Los inicios de la comida espacial
Antes las misiones eran muy cortas, duraban como mucho un d¨ªa. Yuri Gagarin fue el primero en experimentar un banquete espacial, si se le puede llamar as¨ª. Como si se tratase de un dent¨ªfrico, su comida ven¨ªa empacada en un tubo. Su almuerzo de aquel d¨ªa de 1961 fue una especie de masa o pur¨¦ de carne de vacuno e h¨ªgado con verduras. Y como el postre no pod¨ªa faltar, otro tubo conten¨ªa una salsa de chocolate que pudo disfrutar al finalizar. ¡°Por cierto, Gagarin no era astronauta, era cosmonauta. Astronauta se les llama a los americanos y europeos, pero cosmonautas a los sovi¨¦ticos¡±, apunta Axpe.
En su misi¨®n a bordo del Friendship 7, Jonh Glen fue el segundo en comer m¨¢s all¨¢ del planeta Tierra. La novedad en esa ocasi¨®n fue una pajita. La NASA subi¨® unas tabletas de az¨²car que se disolvieron en agua y gracias a este popular cilindro fue posible tomarse el l¨ªquido. Adem¨¢s, el tubo de aluminio estilo pasta de dientes tampoco falt¨® en aquella comida, pero esta vez conten¨ªa una salsa de manzana.
¡°La liofilizaci¨®n (deshidrataci¨®n por congelaci¨®n), t¨¦cnica muy utilizada hoy en d¨ªa en casi todos los restaurantes con estrella Michelin, fue ideada y dise?ada por la NASA. Se utiliza para quitar agua y as¨ª disminuir volumen y peso al producto¡±, afirma Axpe. Pero no hace falta ir a un restaurante de alta cocina, si has tomado caf¨¦ instant¨¢neo, has probado un producto liofilizado.
La gastronom¨ªa extraterrestre
En la ISS no hay cocina. ¡°Llevan los productos en una especie de sobre y los inyectan a presi¨®n con agua, que, por cierto, esa agua es reciclada y filtrada del sudor y de la orina de los astronautas¡±, menciona Axpe. Los astronautas pueden elegir unos pocos productos y subirlos al espacio. Suelen decantarse por ingredientes frescos como frutas y verduras, pero no hay manera de conservarlos en el espacio, por lo que solo pueden disfrutarlos en los primeros d¨ªas de misi¨®n.
Por causa de la gravedad 0 se pierde un porcentaje de la capacidad olfativa y gustativa, esto hace que la comida sepa menos. Es aqu¨ª, donde las salsas picantes se vuelven las mejores aliadas. ¡°Los astronautas ponen picante a todo, por lo menos para que la comida le sepa a algo¡±, cuenta Axpe. Hay astronautas que pasan cientos de d¨ªas en el espacio y les pasa la factura en m¨²ltiples formas. Eneko Axpe lleg¨® a la agencia espacial tras desarrollar un modelo matem¨¢tico que predec¨ªa el deterioro ¨®seo de los astronautas al participar en misiones largas. Gracias a este, se pueden desarrollar men¨²s que prevengan ese deterioro. ¡°Adem¨¢s, otra cosa que tambi¨¦n afecta a los astronautas a nivel psicol¨®gico es la ausencia de productos comestibles frescos¡±, cuenta Axpe.
Friday Feasting! After the harvest, we got to taste red and green chile. Then we filled out surveys (got to have the data! ?). Finally, I made my best space tacos yet: fajita beef, rehydrated tomatoes & artichokes, and HATCH CHILE! https://t.co/pzvS5A6z5u pic.twitter.com/fJ8yLZuhZS
— Megan McArthur (@Astro_Megan) October 29, 2021
Cultivos fuera de este planeta
La NASA est¨¢ buscando plantar en el espacio. Ahora mismo se est¨¢ investigando el cultivo de microgreens. ¡°Son brotes que crecen muy r¨¢pido y son muy peque?itos, pero al menos, al astronauta le da sensaci¨®n de frescor, que es lo que le falta cuando est¨¢ en el espacio¡±, menciona Axpe. En la Tierra tenemos todo el espectro de luz, uno de los factores responsables del crecimiento de los cultivos, pero en el espacio no. Tras mucha investigaci¨®n, la NASA encontr¨® que, utilizando leds rojos y azules, era suficiente para hacer crecer algunas plantas fuera de la Tierra.
La patata podr¨ªa ser uno de los vegetales con m¨¢s oportunidad de cultivarse en el espacio por ser un tub¨¦rculo cultivado bajo la tierra, es decir, que no se expone a la atm¨®sfera y por su alto aporte cal¨®rico. En el espacio, la atm¨®sfera es muy diferente a la terrestre. Ya existe un proyecto llamado Veggie que puso en marcha una huerta espacial. Fue en el a?o 2015 cuando se comi¨® la primera lechuga (Red Romaine) cultivada en el espacio y el a?o pasado, el primer pimiento espacial.
Ahora, uno de los problemas que la NASA busca solucionar, es el consumo de prote¨ªna por parte de los astronautas. Para esto, el restaurante Azurmendi, del chef Eneko Atxa, es oficialmente el primer negocio hostelero que colabora con la NASA. Trabajan en un proyecto que pretende utilizar micelio, que es, b¨¢sicamente, la ra¨ªz de los hongos. Axpe junto a Eneko Atxa ven una gran oportunidad aqu¨ª. ¡°La patata solo tiene un 2% de prote¨ªna, fue ah¨ª cuando se nos ocurri¨® la idea de utilizar micelio, porque tiene entre un 9% y un 45% de prote¨ªna, adem¨¢s es un alimento que puede crecer hasta 40 mil¨ªmetros al d¨ªa, crece muy r¨¢pido¡±, cuenta Axpe.
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