Gente Rara, el restaurante de barrio con lista de espera de un a?o
Cristian Palacio y Sof¨ªa Sanz desarrollan en su local de Zaragoza una propuesta creativa basada en la gastronom¨ªa de Arag¨®n y son el orgullo del vecindario
El barrio Jes¨²s, una zona apartada del centro de Zaragoza, lejos de los circuitos tur¨ªsticos, es uno de esos entramados de calles que mantienen el traj¨ªn del d¨ªa a d¨ªa. Cuenta con sus negocios locales en los que compra el vecindario, bares y restaurantes con nombres propios en sus fachadas, bicicletas y parques m¨¢s o menos cuidados. Entre toda esa cotidianeidad se encuentra, emplazado en un antiguo garaje mec¨¢nico, Gente Rara, el proyecto de Cristian Palacio (Huesca, 39 a?os) y Sof¨ªa Sanz (Albacete, 37 a?os) que recibi¨® este a?o su primera estrella Michelin.
?Puede un restaurante gastron¨®mico formar parte de un barrio de forma arm¨®nica? Y tanto que s¨ª, siendo consecuente con el sitio en el que se encuentra, eligiendo invertir en la econom¨ªa de la zona, escogiendo proveedores de cercan¨ªa y compartiendo el d¨ªa a d¨ªa con los vecinos de la manzana. Este lugar es el ejemplo de ello. ¡°Para nuestras vecinas es un orgullo que haya un restaurante con reconocimiento al lado de su casa, y as¨ª nos lo hacen saber. En frente tenemos A Vecinal, una cooperativa agroecol¨®gica a la que acudimos para conectar con productores o abastecernos de cualquier cosa que nos falte. Tambi¨¦n una lavander¨ªa a la vuelta de la esquina y el vermut de los domingos lo hacemos en el Fausto, el bar de la calle de atr¨¢s¡±, afirman los propietarios. El mismo bar que homenajean en uno de los primeros pases del Men¨² Lun¨¢tico (100 euros sin maridaje), el m¨¢s largo de los dos que ofrece Gente Rara. A lo largo de este, se suceden casi 30 pases en los que se saborea una cocina hecha con calma. Detr¨¢s de fondos complejos y elaboraciones minuciosas aparecen sabores reconocibles para cualquier aragon¨¦s.
La propuesta se basa en productos de la zona, entre los que abundan las carnes peque?as, como el conejo, la codorniz o el cordero; tradiciones comunes a la infancia rural, como la matanza; y recuerdos gustativos comunes a todo aquel que ha tenido pueblo, a donde te transportan r¨¢pidamente su plato de conejo, que sabe a ese monte cubierto de tomillo, o el primer postre que llega a la mesa, una magdalena remojada en leche. El vino ocupa un lugar privilegiado, literalmente. Una preciosa bodega acristalada vigila la cabeza de los comensales y guarda m¨¢s de 500 referencias manejadas por el sumiller F¨¦lix Artigas.
¡°Cuando est¨¢s mucho tiempo fuera y vuelves, ves la ciudad y su territorio de una forma diferente. Aprecias mucho m¨¢s las tradiciones, sus sabores, sus productos. Quiero trabajar a partir de eso¡±, relata Palacio. De ah¨ª tambi¨¦n la presencia de la casquer¨ªa ¡ªprotagonista de su Morro Dong Po o el guiso de tend¨®n de ternera con camarones¡ª. Mucha melosidad, col¨¢geno y sencillez que recoge aromas del repertorio de su comunidad, tales como el azafr¨¢n ¡ªAzafr¨¢n del Jiloca con mejillones¡ª o la sardina rancia ¡ªen la mantequilla servida junto a brioche artesano¡ª.
El final de Gente Rara es para muy lamineros, d¨ªcese de aquel que disfruta mucho del dulce. Cuatro postres, de esos que te sacan una sonrisa infantil cuando los pruebas, terminan consiguiendo que no quieras levantarte de la mesa. Entre ellos, una tarta de lim¨®n que recupera la receta de la t¨ªa del cocinero, un caramelo solans en forma de mochi o un cl¨¢sico de la sala, la crepe Suzette.
Sanz y Palacio se conocieron trabajando en el Pirineo, al que huyeron de la ciudad para trabajar y seguir form¨¢ndose. Tras casi veinte a?os derivando por el territorio nacional, ocho a?os al volante del restaurante Barahonda (Yecla), decidieron dise?ar el lugar en el que les gustar¨ªa estar. ¡°Quer¨ªamos un proyecto que nos permitiera ser sostenibles, rentables, en el que pudi¨¦semos trabajar y conciliar. Ese ha sido y contin¨²a siendo el objetivo¡±. En menos de seis meses ¡ªy en plena crisis del coronavirus¡ª les dieron el Sol Repsol. ¡°Ocurri¨® algo que nunca habr¨ªamos esperado. No llev¨¢bamos ni seis meses abiertos y ten¨ªamos una lista de espera de seis meses. Y a los doce, ya ten¨ªamos un a?o de lista de espera, igual que restaurantes como El Celler de Can Roca¡±. Ahora, con una estrella Michelin, se mantiene el tiempo de espera y contin¨²an con la misma actitud. ¡°El reto (y la diversi¨®n) es mantenerla. Sin embargo, nosotros seguimos buscando lo mismo: que nuestro equipo est¨¦ feliz, tenga vida, ame el proyecto y quiera seguir apostando por ¨¦l¡±.
Ya no se puede hablar de sostenibilidad sin poner sobre la mesa la conciliaci¨®n, los horarios y las jornadas en hosteler¨ªa, por eso Palacio y Sanz no dudan al reafirmar el reto que tiene el sector sobre los hombros. ¡°Aqu¨ª cerramos dos d¨ªas seguidos y el equipo tiene un tercer d¨ªa libre. Estamos en un lugar privilegiado, en el que te miran los medios, tambi¨¦n te miran otros profesionales del sector¡ Vamos a aprovechar esto y a transmitir los valores y formas de trabajar que creemos importantes y construyen una sociedad mejor¡±. La confianza que se genera alrededor de la mesa permite que estos valores y retos se transmitan al cliente. ¡°Para nosotros es importante hacer que quien se sienta a nuestra mesa disfrute much¨ªsimo, pero sobre todo que se sienta c¨®modo, tranquilo y acogido, para eso tenemos que ser transparentes y sinceros con ellos¡±.
Se dibuja en Gente Rara un ecosistema cercano que da valor a otros proyectos con objetivos comunes en la ciudad. ¡°Queremos hacer hincapi¨¦ en eso, recomendar la panader¨ªa que nos hace las masas (Masa Madre), los artesanos que elaboran toda la vajilla (Se Ha Hecho Trizas) o mandar al Moonlight a tomar un cocktail despu¨¦s de comer¡±. As¨ª se sit¨²a este restaurante ¡°loco¡± que crey¨® que Zaragoza era el sitio donde volver a hacer hogar.
Gente Rara
Dirección: Santiago Lapuente, 10, Zaragoza
Teléfono: 623 00 20 84
Web: www.genterara.es
Horario: de 13.30 a 16.00 y de 20.30 a 00.00 de martes a sábado. Cerrado domingo y lunes.
Precio: Menú Chalado, 75 euros (150 con maridaje) y Menú Lunático 100 euros (200 con maridaje)
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