Blanca del Rey: ¡°Hemos dado de comer hasta al Che Guevara¡±
Bailaora y propietaria del Corral de la Morer¨ªa, con una estrella Michelin, asegura que vienen cocineros de todo el mundo deseosos de replicar el modelo gastron¨®mico y art¨ªstico del tablao
Vive la ¨²ltima noche del a?o con una emoci¨®n especial. Asegura que con euforia y felicidad, algo impl¨ªcito al Corral de la Morer¨ªa. Porque si todos los d¨ªas hay magia en este tablao flamenco, que gasta una estrella Michelin por su cocina, el duende de la Nochevieja es algo que rompe por dentro a Blanca ?vila Molina (C¨®rdoba, 1946). Lleg¨® a este lugar, en la Plaza de Las Vistillas, como bailaora con 14 a?os. Un lustro m¨¢s tarde se cas¨® con el propietario y fundador, Manuel del Rey, de quien tom¨® el apellido para su nombre art¨ªstico. Estudi¨® Historia del Arte y sigue ahondando en su pasi¨®n por el flamenco. Tras la muerte de su marido, pidi¨® a sus dos hijos, Juan Manuel y Armando del Rey, que dejaran sus respectivos trabajos y que la ayudaran en la gesti¨®n del local. Seg¨²n The New York Times es uno de los lugares que visitar antes de morir.
Pregunta. Es jueves y se emociona a tres d¨ªas vista de que acabe el a?o.
Respuesta. Es el momento de dar gracias por muchas cosas. Porque s¨¦ que el ambiente que se respira es maravilloso: cocineros, camareros, todos tenemos una misma predisposici¨®n para que la noche sea ¨²nica. Hay un buen espect¨¢culo, un men¨² gastron¨®mico y unos vinos excelentes. Pero lo mejor es que tenemos clientes que repiten siempre. Recuerdo que Omar Sharif ven¨ªa a menudo con su familia a despedir el a?o.
P. ?Siempre ha tenido ese ambiente cosmopolita?
R. Cuando llegu¨¦ al Corral no daba cr¨¦dito. Aqu¨ª ven¨ªa desde la duquesa de Alba hasta la marquesa de Llanzol, vestida de Balenciaga. Yo ven¨ªa de C¨®rdoba, de vivir una posguerra y estaba impresionada de la cantidad de gente que pasaba por esta casa. Aqu¨ª hemos dado de comer hasta al Che Guevara. Le dije a mi marido qui¨¦n era, y que lo hab¨ªa visto en una foto que hab¨ªa tra¨ªdo mi hermano de Alemania. Cuando sali¨® se puso la gorra y se fue. Por aqu¨ª pasa todo el mundo. Los Rolling Stones siempre vienen, les gusta ver el espect¨¢culo y la gastronom¨ªa.
P. El Corral ha dado la vuelta al mundo con las fotograf¨ªas de Genoveva Casanova y el pr¨ªncipe heredero a la Corona danesa
R. Yo no estaba y me enter¨¦ de que era ¨¦l cuando sali¨® publicado. Por aqu¨ª viene mucha gente que pasa desapercibida. Aqu¨ª se han fraguado historias de amor. Una vez, una princesa de Saboya le pidi¨® a mi marido que fuera testigo de su boda con un actor. Quer¨ªa casarse esa misma noche y mi marido tuvo que ir a despertar a un cura para oficiar el enlace. Hemos vivido historias muy fuertes.
P. Cuente.
R. Una noche cenaba aqu¨ª el Sha de Persia con la que entonces era su esposa, Soraya. En otra mesa, hab¨ªa una chica iran¨ª, que celebraba que hab¨ªa terminado la carrera de Arquitectura. Pidi¨® a mi marido que le presentara al Sha. Al a?o siguiente, esa chica se casaba con ¨¦l. Era Farah Diba. Luego nos enteramos de que el cantaor que esa noche actuaba, Fosforito, hab¨ªa sido invitado al enlace. Es incre¨ªble lo que pasa aqu¨ª, como lo de John Lennon.
P. ?Qu¨¦ le pas¨® al Beatle?
R. Ya hab¨ªamos cerrado, cuando llama a la puerta el periodista Antonio D. Olano que ven¨ªa con John Lennon. Y nos pidi¨® que lo ¨²nico que quer¨ªa era ver c¨®mo se cog¨ªa la guitarra espa?ola. Se march¨® a las siete de la ma?ana.
P. Pero el ¨¦xito del Corral no se entiende sin la gastronom¨ªa.
R. Siempre han ido juntos, el flamenco y la cocina. Cuando se inaugur¨® en 1956 se serv¨ªa caviar, langosta Thermidor, lenguado menier, solomillo a la broche, bullabesa, un salm¨®n de Noruega exquisito. Todo eran manjares, era una cocina inspirada en la francesa.
P. Ahora sirven otro tipo de cocina.
R. Ahora hay que ofrecer creatividad. Nuestro cocinero, David Garc¨ªa, y su equipo hacen platos ¨²nicos de esa base riqu¨ªsima como es la cocina y los productos espa?oles. Han conseguido una alquimia maravillosa. El cocinero es como un escultor que esculpe un busto, que ha de tener buena piedra, que le d¨¦ categor¨ªa. Hemos sido pioneros abriendo un modelo de tablao diferente, dando estabilidad a los artistas, fomentando el flamenco. Mi marido fue un visionario.
P. Por aqu¨ª tambi¨¦n han pasado todos los artistas.
R. Aqu¨ª present¨® con 16 a?os su primer single Paco de Luc¨ªa, que tambi¨¦n eligi¨® el tablao para presentar Entre dos Aguas. Ven¨ªa Camar¨®n a ver a los grandes cantaores. Hoy la gente no tiene tanta afici¨®n por este arte.
Nos han ofrecido abrir en Argentina, en M¨¦xico, en Londres, en Par¨ªs. El que mucho abarca poco aprieta. Y tambi¨¦n es complejo que otros puedan replicarlo. ?Se puede pintar otro Guernica? Se puede pintar otra obra de arte, pero no la misma.BLANCA DEL REY
P. ?Qu¨¦ supuso para el tablao ser el primero de su categor¨ªa en obtener una estrella Michelin?
R. Romper todas las paredes. Era algo que no hab¨ªa ocurrido. Ha sido algo bueno para todos. La experiencia gastron¨®mica unida a la art¨ªstica, como un camino m¨¢s. Vienen cocineros de todo el mundo que nos dicen que lo que hacemos es replicable.
P. ?Puede haber otro Corral de la Morer¨ªa?
R. Nos han ofrecido abrir en Argentina, en M¨¦xico, en Londres, en Par¨ªs. Sin embargo, el que mucho abarca poco aprieta. Y tambi¨¦n es complejo que otros puedan replicarlo. ?Se puede pintar otro Guernica? Se puede pintar otra obra de arte, pero no la misma, porque no es el mismo tiempo ni las mismas circunstancias, tampoco est¨¢ Picasso. Pero hay un camino enorme por recorrer. La gastronom¨ªa ligada al arte.
P. El camino que ustedes han recorrido hasta llegar aqu¨ª ha sido largo, ?el ¨¦xito ahora se busca en un plazo m¨¢s inmediato?
R. El Everest se sube paso a paso. Y no se consigue nada r¨¢pidamente. El arte y la gastronom¨ªa forman parte de nuestro ADN desde hace 70 a?os. No es una experiencia artificial, es algo natural, y eso se percibe. Hemos abierto un camino y se puede explorar de diferentes formas. Hemos creado un laboratorio vanguardista dentro del mundo del arte. Nuestros artistas reciben el apoyo necesario para desarrollar en libertad sus espect¨¢culos. Les damos las herramientas para crear y abrir nuevos caminos creativos.
P. Al cocinero tambi¨¦n le han dado su espacio, la cocina es tan grande como el sal¨®n.
R. Hay dos cocinas, una de 150 metros cuadrados y la otra, destinada a producci¨®n, de 40 metros. El sal¨®n tiene unos 200 metros, y el escenario, 16 metros. No hemos escatimado en nada de lo que necesita la gente. En cocina hay 27 personas, en total somos 70.
P. Tambi¨¦n tienen una importante bodega, con una carta de vinos de Jerez de las m¨¢s importantes del mundo.
R. En total tendremos m¨¢s de 2.000 referencias, con 1.200 de vinos de Jerez. Somos embajadores del vino espa?ol. Incluso vienen bodegueros de Jerez a beber botellas de sus casas, que ellos mismos no conservan. Hace poco vino Beltr¨¢n Domecq, que fue presidente del consejo regulador, y se ech¨® las manos a la cabeza cuando le puse un Decano Napole¨®n de la a?ada 1730, de Pedro Domecq. Los clientes conf¨ªan en nosotros, se ponen en nuestras manos para vivir una experiencia y nosotros nos ponemos siempre en su piel. Trabajamos mucho para no defraudar.
P. Y lo consiguen.
R. Nos quedamos con lo que el director de una escuela de arte de Londres les dijo aqu¨ª a sus alumnos, con los que viaja para conocer el arte europeo: ¡®Si hubiera que ense?ar a los seres de otro planeta la esencia del ser humano, habr¨ªa que traerlos al Corral¡¯. Somos especiales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.