Los elementos incontrolables que tienen en vilo a los viticultores
La subida de temperaturas y los fen¨®menos climatol¨®gicos extremos son la mayor preocupaci¨®n de los bodegueros
La vendimia perfecta parece cosa del pasado. Aunque siempre es dif¨ªcil generalizar en un pa¨ªs con tanta diversidad geogr¨¢fica y clim¨¢tica, esos elementos a los que los productores se refieren como ¡°lo que no puedes controlar¡±, les est¨¢n dando m¨¢s quebraderos de cabeza que nunca.
Si se pasa revista a las ¨²ltimas cosechas, las dificultades est¨¢n a la orden del d¨ªa. El a?o 2017 pasar¨¢ a la historia por la terrible helada de finales de abril que afect¨® a un buen n¨²mero de regiones vin¨ªcolas espa?olas, seguida de un verano especialmente caluroso que adelant¨® algunas vendimias a fechas nunca vistas. En 2019, una ola de calor inusitada en la ¨²ltima semana de junio quem¨® racimos y hojas en Priorat, Montsant y Terra Alta, y aliment¨® un devastador incendio en la sierra de Gredos. Mientras, en Levante una dana aneg¨® un buen n¨²mero de vi?as a pocos d¨ªas de cosechar la uva. El esfuerzo de todo un a?o diluido por la tormenta.
El 2020 fue el ¨²ltimo a?o de lluvias generalizadas en la Espa?a seca y no tan seca, pero no precisamente feliz porque los hongos camparon a sus anchas y se registraron virulentos ataques de mildiu. Gran parte del tiempo extra que regal¨® la pandemia se emple¨® en combatir a pie de vi?a. Los resultados finales fueron mucho mejores de lo esperado, pero hubo unanimidad en que el ciclo result¨® agotador.
Con vinos excelentes en muchas zonas, 2021 marc¨® el inicio de un ciclo de sequ¨ªa que en la mayor parte del Mediterr¨¢neo parece no tener fin. En 2022 se sucedieron las olas de calor y se batieron todos los r¨¦cords de temperatura. Un productor de Priorat describi¨® la a?ada como seis meses de verano: un julio en bucle de mayo a octubre; 2023 fue algo m¨¢s benigno, aunque el efecto acumulado de la sequ¨ªa fue nefasto en muchas zonas.
La ausencia de lluvias favorece un excelente estado sanitario de la uva, pero incide muy directamente en la producci¨®n, reduciendo de manera importante los rendimientos y generando menores beneficios para los viticultores. La subida de temperaturas ya est¨¢ provocando periodos cada vez m¨¢s cortos de reposo invernal, cuando las vides interrumpen el ciclo de savia y el fr¨ªo ejerce un beneficioso efecto sanitario sobre los hongos. Las brotaciones son cada vez m¨¢s tempranas, lo que, en contrapartida, deja a la planta mucho m¨¢s expuesta al riesgo de heladas primaverales. En la fase final de maduraci¨®n se generan m¨¢s az¨²cares que dar¨¢n lugar a grados m¨¢s elevados y a ¨ªndices m¨¢s bajos de acidez.
La vid es uno de los cultivos m¨¢s sensibles a las variaciones de temperatura (de ah¨ª que se utilice como modelo para el estudio del clima), con una capacidad sorprendente de adaptaci¨®n y supervivencia. Pero esta sequ¨ªa est¨¢ provocando la muerte de plantas en regiones donde el ¨²nico modelo posible es la viticultura de secano.
Si se mira con m¨¢s detalle, se pueden apreciar muchos m¨¢s matices. Hay castas como la garnacha o la monastrell que en situaciones de calor extremo frenan el ciclo de maduraci¨®n para protegerse y funcionan muy bien en condiciones de ausencia de agua. Si hasta hace poco la moda determinaba la elecci¨®n de las variedades de uva, el cambio clim¨¢tico va a tener cada vez m¨¢s peso. De la misma manera, regiones fr¨ªas donde la uva ten¨ªa problemas para madurar viven un renacimiento. Solo hay que pensar en el chacol¨ª, las zonas m¨¢s extremas de Ribera del Duero o los vi?edos de las faldas de la sierra de la Demanda en La Rioja. El mundo del vino sigue teniendo herramientas y alg¨²n que otro as en la manga para afrontar estas y otras situaciones cr¨ªticas que se avecinen en el futuro.
Con todo esto, y sin entrar siquiera en el exceso de burocracia, el contexto econ¨®mico internacional que no ayuda y los precios de saldo que a menudo se paga por la uva, el trabajo del viticultor puede llegar a alcanzar tintes casi heroicos. M¨¢s a¨²n cuando el objetivo es elaborar vinos de calidad. Muchos productores de referencia en Espa?a ya han asumido que tienen que compartir parte de su cosecha con la naturaleza, ll¨¢mese granizo, sequ¨ªa, heladas, corzos o jabal¨ªes. El consumidor deber¨ªa ser consciente de ello.
Parcela Particiones 2023
Bruma del Estrecho de Mar¨ªn
¡¤DO: Jumilla
¡¤Tipo: Rosado 11,5%
¡¤Cepas: 60% monastrell, 40% air¨¦n
¡¤Precio: 12 euros
La Caldereta 2020 Brut Nature
Celler Casajou
¡¤DO: no tiene
¡¤Tipo: Espumoso 12%
¡¤Cepas: 95% xarel¡¤lo, 5% macabeo
¡¤Precio: 22 euros
Tadeo Petit Verdot 2021
Cortijo Los Aguilares
¡¤DO: Sierras de M¨¢laga
¡¤Tipo: Tinto 14,5%
¡¤Cepas: petit verdot
¡¤Precio: 41 euros
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