Ni el coronavirus ni los catarros: lo que no cura la vitamina C

Que la vitamina C puede mejorar o curar la infecci¨®n por coronavirus es una de las suposiciones m¨¢s reenviadas en cadenas de Whatsapp de amigos, trabajo y familia desde que empez¨® esta pandemia. Seguramente a estas alturas te ha llegado de tu t¨ªa Charo, de un comercial de tu empresa y de alguien de la clase de EGB, con diferentes versiones y promesas que sirven para volverte todav¨ªa m¨¢s tarumba en un momento en el que el miedo a lo desconocido y la desesperaci¨®n pueden hacernos m¨¢s proclives a creer en cosas con las que normalmente ser¨ªamos m¨¢s cr¨ªticos.

La vitamina C es un antioxidante que tiene varios trabajos que hacer en nuestro cuerpo: participa en reacciones bioqu¨ªmicas echando una mano a las enzimas, interviene en la s¨ªntesis de col¨¢geno, carnitina y catecolaminas, adem¨¢s de tener un papel en el metabolismo del colesterol, que no es poco. No es la primera vez que se le atribuyen propiedades curativas: mi ser mitol¨®gico favorito es alguien que creci¨® en los 70, los 80 o los 90 sin ser inflado a zumos naturales por sus madres a la que asomaba el fr¨ªo porque era "muy bueno para el resfriado". ?Funciona para algo en alguno de estos casos? Empecemos con la pregunta del mill¨®n.

?Sirve la vitamina C para tratar la infecci¨®n por coronavirus?

Con lo que sabemos hoy, en este preciso instante, no.

E insisto en que es lo que sabemos HOY, que es con lo que tenemos que manejarnos en este momento. ?Sabes cu¨¢ntos art¨ªculos cient¨ªficos se han publicado espec¨ªficamente sobre el maldito virus en los que llevamos de 2020? 1344: m¨¢s que los publicados en los ¨²ltimos tres a?os sobre todos los coronavirus. Y, seg¨²n medRxiv, hay otros 2094 pendientes de publicaci¨®n; es un virus nuevo, as¨ª que lo estamos aprendiendo todo sobre ¨¦l (y su tratamiento) ahora.

Si quieres estar al d¨ªa, el Norwegian Institute of Public Health publica mapas muy visuales con toda la evidencia publicada sobre la Covid-19, incluida la investigaci¨®n sobre los tratamientos clasificados por su calidad metodol¨®gica.

Y s¨ª. Hay que aclarar que la vitamina C no ha probado su eficacia contra el coronavirus, porque ya han aparecido las primeras voces difudiendo rumores sobre los incre¨ªbles -y casi milagrosos- efectos que tendr¨ªa un tratamiento con megadosis de esta vitamina en vena. Cuanto m¨¢s complejo es un problema, m¨¢s ruido generan quienes dan una soluci¨®n simple y casi inmediata (no voy a enlazar ninguna porque ya est¨¢n teniendo bastante repercursi¨®n sin necesidad de hacerles publicidad, pero es f¨¢cil encontrarlas googleando).

Entidades sanitarias de reconocido prestigio como la OMS o el CDC recuerdan que por el momento no hay un tratamiento espec¨ªfico. Si se han publicado pautas de tratamiento de la Covid-19 -podemos encontrar las de la OMS, el Centers for Disease Control and Prevention o nuestro Miniserio de Sanidad, entre otros- que incluyen desde el tratamiento sintom¨¢tico con antipir¨¦ticos (f¨¢rmacos que bajan la fiebre) en los casos m¨¢s leves, a soporte respiratorio y monitorizaci¨®n en los casos graves; pero no contempla el uso de vitamina C ni de ning¨²n otro micronutriente.

?Se est¨¢ investigando? Claro que s¨ª. Es una l¨ªnea de investigaci¨®n como muchas otras. Hay una iniciativa muy interesante de varias instituciones -entre ellas, la OMS, Cochrane y diversas universidades- que dibuja un mapa a tiempo real en el que se puede ver qu¨¦ terapias se est¨¢n estudiando contra el coronavirus. Actualmente hay 506 ensayos registrados para evaluar la eficacia de distintos tratamientos, de los que 5 son ensayos controlados aleatorizados para comparar la eficacia de la vitamina C frente al placebo en enfermos de Covid-19 que presentan una gravedad de moderada a severa. Los primeros resultados podr¨ªan tenerse en septiembre de este a?o.

Desde luego, los ensayos no se est¨¢ haciendo con suplementos en forma de p¨ªldoras, sino con alt¨ªsimas dosis de vitamina C por v¨ªa intravenosa, para conseguir concentraciones en sangre imposibles de alcanzar v¨ªa oral: es necesario subrayarlo porque tambi¨¦n se est¨¢n tratando de vender complementos alimenticios con vitamina C como si fueran la panacea.

?Se est¨¢ usando el tratamiento con vitamina C intravenosa en hospitales? S¨ª, seg¨²n han publicado Newsweek y la Escuela de Salud P¨²blica de Harvard, que se?ala tambi¨¦n que no hay evidencia que muestre que funciona contra la infecci¨®n por coronavirus y que no forma parte del tratamiento est¨¢ndar contra esta enfermedad.

Ante la falta de una terapia eficaz, ?por qu¨¦ no aplicar cualquier tratamiento, aunque no haya evidencia?

Es una tentaci¨®n l¨®gica, pero en una emergencia tambi¨¦n es necesario trabajar bas¨¢ndose en pruebas firmes. Primero, porque en medicina hay un principio fundamental que es "primium nil nocere¡±, es decir, ¡°lo primero es no da?ar¡±: usar tratamientos sin evidencia puede poner en riesgo la salud de los pacientes. Adem¨¢s, si hay efectos adversos derivados del uso de f¨¢rmacos no suficientemente testados, puede mermarse la confianza en el sistema sanitario y en todo el sistema de regulaci¨®n de los medicamentos.

Adem¨¢s, la OMS recomienda evaluar los tratamiento experimentales en ensayos controlados aleatorizados, ya que otro tipo de investigaciones podr¨ªa no aportar evidencia de calidad sobre qu¨¦ tratamiento es el m¨¢s efectivo; esta opini¨®n publicada en JAMA arroja m¨¢s luz sobre el tema. Est¨¢ claro que ahora hay una urgencia y salvar vidas es apremiante, pero si se aplican f¨¢rmacos sin control y no se generan investigaciones de calidad tampoco estaremos preparados para las posibles nuevas olas de esta enfermedad. Puede ser un tiempo perdido que no podemos permitirnos.

Si se utilizan tratamientos cuya eficacia y riesgos se desconocen, pueden estar deriv¨¢ndose los recursos hacia lo que no se sabe que funciona en detrimento de lo que es m¨¢s eficaz y puede llevar al desabastecimiento de determinados f¨¢rmacos que se emplean con ¨¦xito en otras enfermedades. Y, a?ado, emplear en la cl¨ªnica tratamientos que no hayan ofrecido resultados contrastados puede ser la justificaci¨®n que los defensores de las psedoterapias encuentren necesitan para persuadir a la poblaci¨®n de que apliquen sus remedios basados en la creencia -extremo opuesto a la medicina basada en la evidencia- con pr¨¢cticas que dificulten o desplacen la aplicaci¨®n de f¨¢rmacos realmente eficaces. Bastante tenemos ya con el empuj¨®n que ha dado Djokovic a los antivacunas en plena crisis de la Covid-19.

Pero el zumo de naranja para el catarro s¨ª, ?no?

No. O, al menos, no con la esperanza de que te sirva como medicina. Lo s¨¦, con los litros que me beb¨ª a lo largo de mi infancia catarral -los mocos y yo somos una sola entidad-, yo tambi¨¦n podr¨ªa montar una f¨¢brica de Zumosol. Que s¨ª, que claro que cuando est¨¢s en la cama con fiebre, mocos y la garganta seca apetece much¨ªsimo beber un zumo reci¨¦n hecho. Pero no es que tu cuerpo sea sabio y ¡°te lo pida¡±, es que mantenerte hidratado es una de las pocas cosas que puedes hacer para aliviar los s¨ªntomas de un resfriado com¨²n.

Es un mito que nos persigue desde los a?os 70, cuando el doblemente galardonado con el Premio Nobel, Linus Pauling -recibi¨® el de Qu¨ªmica en 1954 y el de la Paz en 1962-, public¨® numerosos trabajos sobre el tema -como el libro Vitamina C y el catarro com¨²n, el t¨ªtulo es un spoiler en toda regla- en los que apuntaba a que dosis de vitamina C de 1 a 3 gramos diarios eran ¨²tiles para prevenir y tratar el resfriado. De hecho, los potenciales efectos beneficiosos de la vitamina C y otros micronutrientes se convirtieron en una obsesi¨®n para Pauling, que lleg¨® a afirmar que combinaciones de grandes dosis de vitaminas y minerales podr¨ªan curar pr¨¢cticamente cualquier enfermedad humana, desde c¨¢ncer a enfermedades cardiovasculares y psiqui¨¢tricas, diabetes, artritis o el SIDA. Aunque la terapia con megadosis de micronutrientes ya se hab¨ªa propuesto anteriormente, Pauling fue el primero en introducir el t¨¦rmino ¡°ortomolecular¡± en 1968.

De aquellos polvos, estos lodos: la terapia o nutrici¨®n ortomolecular sigue postul¨¢ndose como una forma ¡°natural¡± de mantener o recuperar la salud con el aporte de sustancias que est¨¢n normalmente presentes en el organismo (y es una de las teor¨ªas en las que se apoyan esas cadenas de Whatsapp que hablan de la vitamina C como remedio para la Covid-19). Pero puede tener riesgos por superar las ingestas m¨¢ximas tolerables de algunos nutrientes, no ha demostrado ser eficaz, ha sido encarecidamente desaconsejada por el Grupo de Revisi¨®n, Estudio y Posicionamiento de la anteriomrmente llamada Asociaci¨®n Espa?ola de Dietistas-Nutricionistas y, tras evaluarla, el programa coNprueba del Gobierno la ha clasificado como pseudoterapia ¡°por no haber estudio alguno publicado en la literatura cient¨ªfica que avale su eficacia¡±.

Vale, Pauling pudo ser demasiado entusiasta con el tema pero, ?pod¨ªa tener raz¨®n respecto a la vitamina C y los resfriados? Es un asunto sobre el que interesa investigar -y se ha hecho-, porque ser¨ªa un tratamiento eficaz y barato para reducir la incidencia o mejorar los s¨ªntomas de una afecci¨®n muy com¨²n (e inc¨®moda).

Aunque no ser¨ªa un mecanismo espec¨ªfico para reforzar el sistema inmune, se ha propuesto que las propiedades antioxidantes de la vitamina C protegen a las c¨¦lulas contra el estr¨¦s oxidativo que se produce durante las infecciones. Adem¨¢s, como durante el ejercicio f¨ªsico aparecen productos de la oxidaci¨®n, tambi¨¦n podr¨ªa reducir los s¨ªntomas respiratorios en estas circunstancias. De hecho, en base a la evaluaci¨®n cient¨ªfica de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la Comisi¨®n Europea autoriza a que los alimentos que contengan determinadas cantidades de vitamina C incluyan menciones como ¡°la vitamina C contribuye al normal funcionamiento del sistema inmune¡± o ¡°la vitamina C contribuye al normal funcionamiento del sistema inmune durante el ejercicio f¨ªsico intenso¡±.

Pero lo que nos dice la ciencia sobre su capacidad para prevenir y tratar el resfriado com¨²n, no es alentadora. Concretamente una revisi¨®n Cochrane -investigaci¨®n de alta calidad que analiza toda la evidencia cient¨ªfica publicada- concluy¨® que ¡°el fracaso de la suplementaci¨®n con vitamina C para reducir la incidencia del catarro com¨²n en la poblaci¨®n general no justifica la suplementaci¨®n rutinaria con vitamina C, aunque puede ser ¨²til para personas sometidas a periodos de ejercicio f¨ªsico intenso¡±. E indica que los ensayos con suplementaci¨®n regular han mostrado reducir ¡°de forma modesta¡± la duraci¨®n de los catarros, pero esto no se ha conseguido en ensayos en los que la vitamina C se usa de forma terap¨¦utica. Es decir, que no sirve como tratamiento una vez que aparecen los s¨ªntomas. No obstante, tambi¨¦n se?ala que, a nivel individual, personas que sean muy propensas a pillarse catarros cada invierno por encima de sus posibilidades, pueden probar a suplementarse para ver si tiene alg¨²n efecto beneficioso sobre ellas. Pero, repito, en casos muy concretos y de forma individual, no para todos y por si acaso (como se encarga de recordarnos la Escuela de Salud P¨²blica de Harvard).

Pero ?qu¨¦ quiere decir que se reduzca la duraci¨®n ¡°de forma modesta¡±? ?En cu¨¢nto tiempo podemos reducir un catarro suplement¨¢ndonos con vitamina C habitualmente? Aqu¨ª hay que diferenciar ¡°estad¨ªsticamente significativo¡± de ¡°cl¨ªnicamente significativo¡±. En este otro metaan¨¢lisis se descart¨® que el tratamiento con vitamina C tuviese efecto m¨¢s all¨¢ del placebo, pero s¨ª se encontr¨® que la suplementaci¨®n regular apoyada con dosis terap¨¦uticas ten¨ªa efecto sobre la duraci¨®n del catarro y el tiempo de estancia en casa. Concretamente, pod¨ªa reducirlos aproximadamente en medio d¨ªa y en 10 horas, respectivamente.

Es decir, tendr¨ªas que estar tomando suplementos de vitamina C a diario, y ser tratado con m¨¢s dosis durante el catarro (entre 3 y 4 gramos cada d¨ªa, algo que no puedes conseguir con la dieta porque es el equivalente a entre 7,5 y 10 litros de zumo) para ¡°notar¡± que te encuentras bien medio d¨ªa antes que si no lo hubieras hecho. Pero tomarte zumos cuando ya est¨¢s malito no te va a servir para nada.

Volviendo al coronavirus, la soluci¨®n a esta crisis sin precedentes va a estar en el ¨²nico sitio posible: la ciencia. Y s¨ª, resulta que la ciencia no nos da certezas, no es infalible, no tiene respuestas simples y quiz¨¢ no va tan r¨¢pido como nos gustar¨ªa (pese a que se trabaja a toda velocidad, como explica Daniel Mediavilla en Materia). Pero es el sistema imperfecto m¨¢s fiable que tenemos.

Beatriz Robles, es tecn¨®loga de alimentos, dietista-nutricionista y obsesionada por batallar contra la desinformaci¨®n. Docente en el Grado de Nutrici¨®n Humana y Diet¨¦tica de la Universidad Isabel I y divulgadora cient¨ªfica. Tiene en el horno el libro Come seguro comiendo de todo, a la espera de que el coronavirus le permita sacarlo a la venta.