La hamburguesa de pescado que querr¨¢s repetir mil veces

Normalmente las hamburguesas de pescado me han parecido una marranada mala. Puede que esto sea as¨ª porque las que me he atrevido a comprar en el supermercado o a consumir en alg¨²n restaurante/cafeter¨ªa/concepto moderno lleven de todo menos pescado; qu¨¦ curioso, ?no? Se quejaba hace unos d¨ªas ?ngel Le¨®n en el I Encuentro de los Mares -cuatro d¨ªas s¨²per interesantes de ponencias, charlas, comidas y debates entre pescadores, pescaderos, cocineros, productores, t¨¦cnicos, cient¨ªficos y dem¨¢s- de que cuando intent¨® llevar sus embutidos marinos al p¨²blico general, se encontr¨® con que las grandes industrias solo le promet¨ªan utilizar un 30% de pescado en los mismos. El resto de los ingredientes son f¨¢cilmente imaginables y entre ellos, a veces, aparece hasta la celulosa.

La mayor parte de las hamburguesas de pescado no caseras que he probado me han resultado un conglomerado denso sin sabor a mar que no ten¨ªa ning¨²n valor gastron¨®mico m¨¢s que el que se puede leer en todas partes: la manera en la que tu hijo comer¨¢ pescado sin rechistar. Dicho todo lo anterior y dando por hecho que los tartares, ceviches, tiraditos y sashimis est¨¢n a la orden del d¨ªa, no comprendo c¨®mo no los convertimos m¨¢s a menudo en suculentas y jugosas hamburguesas calientes que, entre un buen pan, pueden ser un fast good como mandan los c¨¢nones.

Congelando previamente el pescado, que el anisakis vive entre nosotros y tenemos que hacerle frente de manera seria, podemos convertir la popular merluza en una hamburguesa con gracia acompa?ada de una buena salsa t¨¢rtara -que siempre podr¨ªamos sustituir por la salsa blanca picante de Ikea ¡°Sas Pepparrot¡± de la que muchos somos fans- lechuga de calidad y alg¨²n vegetal m¨¢s como unos esp¨¢rragos blancos en conserva (probad los de conservas Per¨®n y disfrutad del sencillo placer de abrir una lata). Pero tambi¨¦n lo podemos hacer con el salm¨®n, el at¨²n, el bonito, la corvina, la dorada o la lubina pic¨¢ndolos siempre a mano, aportando un saz¨®n que les de alegr¨ªa y ayud¨¢ndonos con un poco de huevo para amalgamar el conjunto aunque, si tenemos cuidado, incluso podemos prescindir de ¨¦l. Cuando hag¨¢is hamburguesas de pescado as¨ª querr¨¦is repetir muchas veces, y los ni?os tambi¨¦n; que son peque?os pero no tontos.

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