Las herencias malditas de las duquesas de Alba, Medina Sidonia, Medinaceli y Osuna: cuatro casas ducales en guerra
Las dinast¨ªas nobiliarias m¨¢s importantes de Espa?a est¨¢n inmersas en largas batallas. En juego hay unos patrimonios ingentes que incluyen palacios, castillos, archivos hist¨®ricos y millones de euros, pero tambi¨¦n viejas rencillas familiares
¡°Nadie puede reinar despu¨¦s de morir. Aunque hay una tendencia a ello en muchos testamentos¡±, reflexiona Jos¨¦ Miguel Carrillo de Albornoz y Mu?oz de San Pedro, vizconde de Torre Hidalgo, en conversaci¨®n con EL PA?S. Seg¨²n el escritor y arist¨®crata, lo mejor a la hora de dictar las ¨²ltimas voluntades es dejar todo claro y bien resuelto en vida ¡°para que luego no se produzcan situaciones desagradables¡±. ¡°Y m¨¢s cuando hay mucho en juego¡±, a?ade el noble, autor de Duquesas, un p¨®ker de damas en el siglo XX (La esfera de los libros), la historia de cuatro mujeres que en los a?os cincuenta del siglo pasado heredaron las casas ducales y las fortunas m¨¢s antiguas e importantes de Espa?a: Luisa Isabel ?lvarez de Toledo y Maura, duquesa de Medina Sidonia; Victoria Eugenia Fern¨¢ndez de C¨®rdoba y Fern¨¢ndez de Henestrosa, duquesa de Medinaceli; Cayetana Fitz-James Stuart y de Silva, duquesa de Alba; y ?ngela Mar¨ªa T¨¦llez-Gir¨®n y Duque de Estrada, duquesa de Osuna.
Durante m¨¢s de 50 a?os, estas cuatro arist¨®cratas gestionaron sus ingentes patrimonios con mano de hierro en guante de seda, consiguiendo que sus imperios sobrevivieran a la Guerra Civil, el franquismo, la Transici¨®n y la llegada de la democracia. Las cuatro crearon fundaciones para proteger sus palacios y obras de arte de valor incalculable y fallecieron con pocos a?os de diferencia. Todas se fueron de este mundo creyendo que dejaban su legado ¡°atado y bien atado¡±. Isabel Medina Sidonia muri¨® en 2008; Victoria Eugenia Medinaceli falleci¨® en 2013; Cayetana Alba, en 2014; y ?ngela Osuna, en 2015. Hoy, sus descendientes se siguen peleando por las herencias.
El palacio de los Guzm¨¢n, en Sanl¨²car de Barrameda, residencia de los duques de Medina Sidonia desde 1517, tiene casi 15.000 metros cuadrados. La XXI duquesa de Medina Sidonia falleci¨® en la propiedad el 7 de marzo de 2008. Desde entonces, sus tres hijos, Leoncio, Pilar y Gabriel Gonz¨¢lez de Gregorio y ?lvarez de Toledo, batallan por el legado de la llamada ¡°duquesa roja¡±. En 1990, la matriarca cre¨® la Fundaci¨®n Casa Medina Sidonia para evitar que se disgregara su patrimonio. El palacio y su conjunto, archivo incluido, fueron declarados Bienes de Inter¨¦s Cultural, indivisibles, indeslocalizables e imposibles de enajenar. En sus ¨²ltimos a?os de vida, tambi¨¦n traspas¨® bienes personales, perjudicando la herencia leg¨ªtima de sus hijos. Antes de morir, contrajo nupcias in articulo mortis con su secretaria, Liliane Dahlmann, a la que nombr¨® presidenta vitalicia de la fundaci¨®n.
La parte leg¨ªtima de la herencia que reclaman los hijos de la duquesa de Medina Sidonia es una fortuna. El patrimonio en su conjunto est¨¢ valorado en unos 60 millones de euros y los documentos que contiene el archivo de la casa ducal est¨¢n tasados en casi 30 millones. Tras a?os de juicios, la justicia ha dado la raz¨®n a los tres hermanos, dando por probado que fueron desheredados por su madre y que deben ser compensados por ello. Pilar Gonz¨¢lez de Gregorio acaba de hacer efectiva la ejecuci¨®n de la sentencia. ¡°Yo ya soy due?a del 11,1% de la fundaci¨®n¡±, explica la arist¨®crata a EL PA?S. ¡°Pero la fundaci¨®n est¨¢ en una situaci¨®n legal precaria. Los estatutos fundacionales ya no son v¨¢lidos porque ahora, tras el fallo, mis hermanos y yo tenemos un porcentaje de propiedad sobre todos los bienes¡±, apunta.
Gonz¨¢lez de Gregorio desea que la Junta de Andaluc¨ªa y el resto de patronos p¨²blicos de la fundaci¨®n familiar tomen cartas en el asunto, comprando su parte y la de sus hermanos o, en el peor de los casos, si todas las partes no llegan a un acuerdo, expropiando el archivo ducal (previo pago de una indemnizaci¨®n). ¡°La administraci¨®n p¨²blica deber¨ªa hacerse cargo de este archivo tan importante, que guarda casi 7.000 legajos, incluidos documentos de muchas expediciones a Am¨¦rica y los libros de almadraba, el ¨²nico registro clim¨¢tico que existe desde mediados del siglo XIII hasta el XVII. Ahora se habla mucho del Parque Nacional de Do?ana, pero pocos recuerdan que la casa de Medina Sidonia fue propietaria del coto desde los tiempos de Guzm¨¢n el Bueno hasta el a?o 1900. Toda la documentaci¨®n sobre Do?ana est¨¢ en ese archivo, ahora mismo en una situaci¨®n muy precaria¡±, apunta.
En Casa de Pilatos, el palacio de la familia Medina en el centro hist¨®rico de Sevilla, tampoco reina la paz. Desde la muerte de Victoria Eugenia Fern¨¢ndez de C¨®rdoba, XVIII duquesa de Medinaceli, en 2013, sus descendientes tambi¨¦n est¨¢n en pie de guerra. La arist¨®crata dej¨® palacios, castillos, pazos, hospitales y regios jardines a la Fundaci¨®n Casa Ducal de Medinaceli, creada por ella en 1978. Al igual que la duquesa de Medina Sidonia, tambi¨¦n traspas¨® bienes que formaban parte de la leg¨ªtima hereditaria y design¨® a su ¨²nico hijo vivo, Ignacio Medina, duque de Segorbe, como gestor de todo.
¡°Si creas una fundaci¨®n para los duques de Medinaceli, lo que no puedes hacer es designar a alguien que no es el duque de Medinaceli para que la lleve. Eso es l¨®gica pura¡±, se?ala Carrillo de Albornoz, vizconde de Torre Hidalgo. Ahora, cinco nietos y bisnietos de la arist¨®crata est¨¢n en juicio con el duque de Segorbe. Reclaman el reparto de la leg¨ªtima. Entre los demandantes se encuentran Victoria de Hohenlohe, actual duquesa de Medinaceli, y sus primos Rafael y Luis Medina. Segorbe, quien siempre ha asegurado que la fundaci¨®n ha obrado correctamente, los ha expulsado del patronato de la entidad familiar, pero un juzgado de Sevilla ha dado la raz¨®n a los nobles insumisos, estimando parcialmente su demanda. En 2021, un juez orden¨® a la fundaci¨®n aportar bienes por valor de 20 millones de euros a la masa hereditaria. La sentencia ha sido recurrida.
Cayetana Fitz-James Stuart, la duquesa m¨¢s conocida de este p¨®ker de damas, cre¨® una fundaci¨®n en 1975 para proteger el patrimonio de su familia, que incluye los palacios de Liria, Las Due?as y Monterrey, y el castillo de Alba de Tormes. En 2011, todav¨ªa viva y poco antes de su boda con su tercer marido, Alfonso D¨ªez, la XVIII duquesa de Alba reparti¨® entre sus seis hijos su patrimonio personal, que inclu¨ªa fincas r¨²sticas, explotaciones agr¨ªcolas, cortijos y casas en las mejores zonas de Marbella, San Sebasti¨¢n e Ibiza.
¡°Yo fui el art¨ªfice de la donaci¨®n en vida que hizo mi madre, siguiendo el consejo del expresidente Felipe Gonz¨¢lez¡±, explica Cayetano Mart¨ªnez de Irujo y Fitz-James Stuart, duque de Arjona y conde de Salvatierra, en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S. ¡°Su gran ilusi¨®n era casarse y disfrutar tranquilamente de sus ¨²ltimos a?os de vida. Para eso, yo la convenc¨ª de que hiciera el reparto de la herencia leg¨ªtima. Ninguno de los hermanos protest¨®. Todos aceptaron. Gracias a esa operaci¨®n, somos la ¨²nica familia aristocr¨¢tica que ha tra¨ªdo todo su patrimonio al siglo XXI. Si no se hubiera hecho, hoy, nueve a?os despu¨¦s, seguir¨ªamos peleando¡±, reconoce el duque, que en ese reparto recibi¨® el palacio de Arbaizenea, en San Sebasti¨¢n, y el cortijo Las Arroyuelas, en Sevilla.
¡°Todav¨ªa hoy, muchos empresarios importantes me preguntan c¨®mo conseguimos repartir pac¨ªficamente una de las herencias m¨¢s grandes del pa¨ªs. Incluso me invitan a dar charlas en escuelas de negocio y universidades¡±, dice el arist¨®crata. La sucesi¨®n fue ejemplar, aunque Mart¨ªnez de Irujo lamenta que no se hayan respetado todas las ¨²ltimas voluntades de su madre. ¡°Ella quer¨ªa que todos los hermanos sigui¨¦ramos involucrados en el funcionamiento de la Fundaci¨®n Casa de Alba. Tras su muerte, en 2014, mi hermano mayor (Carlos Fitz-James Stuart, actual duque de Alba) nos sac¨® a todos, menos a Alfonso (Mart¨ªnez de Irujo, duque de H¨ªjar). Ahora, Carlos dice que la Casa de Alba la forman ¨¦l y sus hijos. Se olvida de sus hermanos¡±, se?ala.
Cayetano Mart¨ªnez de Irujo considera que la apertura de los palacios familiares al p¨²blico es otra decisi¨®n que incumple los deseos de su madre. ¡°Era lo ¨²ltimo que ella quer¨ªa. Tiene que estar espeluznada en el cielo viendo sus casas convertidas en museos. Y ya ni te quiero contar lo que pensar¨ªa sobre la venta del Fra Angelico¡¡±, dice. En 2016, solo dos a?os despu¨¦s de la muerte de Cayetana de Alba, Carlos Fitz-James vendi¨® La Virgen de la Granada, considerada la mejor obra de Fra Angelico y una de las pocas de este artista que quedaban en manos privadas en el mundo. El Museo del Prado adquiri¨® el retablo florentino del siglo XV por 18 millones de euros, un precio muy por debajo de su valor en el mercado (40 millones de euros). ¡°Para mi madre, era la mejor obra de la Casa de Alba. Y mi hermano fue y la malvendi¨®¡±, concluye Mart¨ªnez de Irujo. El entorno del duque de Alba considera que la venta a la pinacoteca madrile?a por ese valor era la mejor opci¨®n, ya que se trata de una pieza inexportable que no se puede vender en el extranjero.
Otra de las joyas de los Alba, una finca de naranjas de 200 hect¨¢reas ubicada en el municipio sevillano de Aznalc¨¢zar, a las puertas de Do?ana, est¨¢ siendo investigada por captar de manera ilegal agua subterr¨¢nea del coto. La querella por un delito contra el medio ambiente ha desatado un nuevo cruce de acusaciones entre los hermanos.
Ni siquiera la casa ducal de Osuna, la m¨¢s discreta y menos medi¨¢tica de estas cuatro familias, se salvar¨ªa de las contiendas sucesorias. Seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico, las cuatro hijas de ?ngela Mar¨ªa T¨¦llez-Gir¨®n, XVI duquesa de Osuna, fallecida en 2015, tambi¨¦n tendr¨ªan algunos desacuerdos por la partici¨®n del patrimonio familiar. ¡°Pero los problemas de herencia no son exclusivos de las casas ducales. Estas cosas pasan en todas las familias¡±, puntualiza Pilar Gonz¨¢lez de Gregorio. ¡°Lo particular en nuestras familias es que tienen mucho patrimonio y poco cash¡±, concluye. ¡°Las herencias siempre son complicadas¡±, coincide el vizconde de Torre Hidalgo. ¡°Cuando muere alguien, salen a la luz otras cuestiones: viejas rencillas, sentimientos guardados durante mucho tiempo¡ Y entonces el dinero se convierte en una excusa. Recuerdo hace muchos a?os a una gente muy rica que se pele¨® por una silla. Entonces comprend¨ª que la silla no les importaba nada¡±.
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