La boda del duque de Westminster y Olivia Henson: todo sobre el enlace no real m¨¢s real del a?o

Hugh Grosvenor, segundo duque de Westminster, pregunt¨® a su amante Coco Chanel por qu¨¦ no quer¨ªa casarse con ¨¦l: ¡°Ya ha habido varias duquesas de Westminster. Solo hay una Chanel¡±, cuenta la leyenda que respondi¨® la dise?adora, aunque a?os despu¨¦s ella misma reneg¨® de tama?a vulgaridad. El duque le regal¨® una casa en el acaudalado barrio londinense de Mayfair. La casa era de ella, el terreno sigui¨® perteneciendo al arist¨®crata.

De ese modo, casi un siglo m¨¢s tarde, el s¨¦ptimo duque de Westminster, tambi¨¦n llamado Hugh Grosvenor, ha heredado un patrimonio inmobiliario de casi 13.000 millones de d¨®lares (11.700 millones de euros) que incluye m¨¢s 1,2 kil¨®metros cuadrados de suelo urbano en Mayfair, Belgravia y Pimlico ¡ªla joya de la corona de la metr¨®poli brit¨¢nica¡ª, dos casas de campo deslumbrantes, Eaton State y Abbeystead State, un centro comercial en Estocolmo, una torre residencial en Tokio o La Garganta, la finca de caza privada m¨¢s grande de Europa, en el sur de la provincia de Ciudad Real. 1.500 propiedades en 60 pa¨ªses. A pocos d¨ªas de su boda, acaba de traspasar a la socimi GMP la torre de oficinas del n¨²mero 8 de la calle de Tit¨¢n, en el barrio madrile?o de M¨¦ndez ?lvaro, una operaci¨®n que fuentes del sector calculan en m¨¢s de 40 millones de euros.

El ¡°soltero m¨¢s cotizado del Reino Unido¡±, como se le ha denominado m¨²ltiples veces, se casa este viernes 7 de junio con 33 a?os. Su vida es bastante menos ex¨®tica y turbulenta que la de su antecesor del mismo nombre, pero su pedigr¨ª, sus conexiones y su fortuna han hecho que la ceremonia de enlace con Olivia Henson, de 31 a?os, se haya convertido en el acontecimiento social ¡ªla ¡°boda no real m¨¢s real¡±, seg¨²n el diario The Times¡ª de un a?o plagado de malas noticias en el palacio de Buckingham. El duque de Westminster es ahijado del rey Carlos III y padrino de Jorge, el hijo del pr¨ªncipe Guillermo, y de Archie, el primog¨¦nito del pr¨ªncipe Enrique.

Muy reacio a la exposici¨®n p¨²blica y a salir en la prensa, el duque ha llevado a cabo un ejercicio florentino de diplomacia para evitar que la ceremonia, en la catedral g¨®tica de Chester, al norte de Inglaterra, se convirtiera en el nuevo campo de batalla de los dos hijos del rey. El pr¨ªncipe Enrique, con quien habl¨® antes su amigo, ha decidido excusar su presencia. Guillermo de Inglaterra ejercer¨¢ a cambio la funci¨®n de usher (algo as¨ª como acompa?ante), y recibir¨¢ en la puerta a los invitados ilustres. Se ahorran de este modo el papel¨®n de obligar al pr¨ªncipe de Gales a llevar a su hermano Enrique a los banquillos de atr¨¢s, donde le hubiera correspondido sentarse seg¨²n el protocolo.

La novia, que ejerce de contable en la compa?¨ªa Belazu, especializada en la importaci¨®n de productos ecosostenibles, ha logrado mantener durante los ¨²ltimos a?os completa discreci¨®n respecto a su vida privada. No hay apenas rastro suyo en las redes sociales y comparte con el duque una obsesi¨®n por guardar su privacidad.

Fortuna y destreza fiscal

El duque de Westminster, cuarto hijo y ¨²nico var¨®n, hered¨® de su padre el t¨ªtulo y la fortuna en 2016, cuando Gerald Cavendish Grosvenor falleci¨® inesperadamente de un infarto a los 64 a?os. Varios miembros de la familia real brit¨¢nica acudieron al servicio religioso realizado en su memoria, incluido el entonces heredero al trono, Carlos de Inglaterra, y su esposa, Camila Parker-Bowles, o el pr¨ªncipe Guillermo junto a Kate Middleton. La madre del duque, Natalia Grosvenor, fue la madrina de Guillermo, y es descendiente directa de los Romanov. El rastro de su linaje conduce al poeta ruso Alexander Pushkin.

¡°Hughie¡±, como le conocen los amigos, se puso de inmediato al frente de la gesti¨®n de Grosvenor Group, la firma que acumula todas las propiedades de la familia. Sin embargo, fue otro Hugh ¡ªel amante de Chanel¡ª el que convirti¨® todo ese patrimonio en un conjunto de trusts (algo parecido a la fiducia espa?ola), para evitar el pago de un impuesto de sucesiones que habr¨ªa disminuido notablemente la riqueza familiar. Frente al 40% que debe pagar cualquier ciudadano cuando hereda m¨¢s de 325.000 libras (380.000 euros, o 415.000 d¨®lares, aproximadamente), el s¨¦ptimo duque de Westminster solo debe pagar un 6% del patrimonio cada 10 a?os. La empresa, que emplea a cerca de 500 personas, paga en otros conceptos impositivos cerca de 70 millones de euros anuales.

Aparte de presidir la corporaci¨®n, y las instituciones caritativas que se han constituido bajo el amparo del ducado de Westminster, Hughie ha demostrado durante a?os gran destreza en el tiro al plato ¡ªigual que el segundo duque de Westminster¡ª, y forma parte del equipo ol¨ªmpico del Reino Unido.

Invitaciones y helados

Desde que se anunci¨® la fecha y el lugar de la boda, los tabloides y las revistas especializadas se han lanzado a especular sobre los nombres de una lista que incluir¨¢ 400 invitados. Ni el rey Carlos III ni su nuera Kate Middleton, todav¨ªa bajo tratamiento para combatir el c¨¢ncer que ambos padecen, estar¨¢n en Chester. El pr¨ªncipe Enrique ha quedado descartado. Pero quedan todas las plazas por adivinar, y las invitaciones al evento han pasado a ser el objeto m¨¢s codiciado entre la clase alta brit¨¢nica.

Se ha pedido ya a los habitantes de la localidad brit¨¢nica que no saquen sus veh¨ªculos este viernes y opten por el transporte p¨²blico. Algunas calles del centro permanecen cerradas desde el viernes pasado. Se esperan cerca de 4.000 curiosos en los alrededores de la catedral.

El duque de Westminster ha corrido con los gastos de tres establecimientos de la localidad para que durante todo el d¨ªa repartan helados gratis a todos los ciudadanos que decidan pasarse el viernes por Chester. Cerca de 10.000 flores se han distribuido por todas partes para decorar la villa.

Aparte de la foto en la que la pareja anunci¨® su compromiso, en abril de 2003 ¡ªsin grandes alharacas ni exhibici¨®n de anillo¡ª, son pocas las ocasiones en que se han dejado ver. Las ¨²ltimas, precisamente, por Chester, para promocionar algunas de las fundaciones caritativas a las que el ducado destina casi ocho millones de euros anuales. Todo muy alejado del glamour que transmiti¨® brevemente a la localidad y a su hip¨®dromo, el m¨¢s antiguo del mundo, una francesa universal llamada Chanel a la que el t¨ªtulo de duquesa se le quedaba peque?o.