La misiva pide a la jefa de Gobierno de la capital del pa¨ªs que cree un comit¨¦ de mujeres de pueblos ind¨ªgenas para elegir a la creadora del monumento que se colocar¨¢ donde se erig¨ªa la estatua de Col¨®n
No es sencillo entender el plan urdido como respuesta tras el atentado terrorista a las Torres Gemelas. Veinte a?os despu¨¦s comenzamos a colocar cada pieza y el resultado es escalofriante
La homofobia puede ser enfrentada con radicalidad cuando la concebimos no tanto como algo que hacen grupos organizados, nazis o ultras de Vox, sino cuando la pensamos como una cuesti¨®n estructural. Es un problema social cuando permea el sentido com¨²n de una sociedad
Afiladores de cuchillos manuales, el¨¦ctricos, chairas y piedras afiladoras con los que pulir la hoja de nuestros cuchillos y conservarlos como el primer d¨ªa. A la venta en la web de Lecuine
La historia y la obra de la pintora N¨²ria Quevedo, que hizo su vida en Berl¨ªn oriental tras la Guerra Civil, nos traen al presente el horror del exilio
Varios expertos censuran las ofensas contra varios colectivos del docente de valores ¨¦ticos del centro p¨²blico Santa Teresa de Jes¨²s de Madrid, que aseguraba que ¡°las verdaderas cabronas son las mujeres¡±
Los lectores escriben de la situaci¨®n de los interinos en la educaci¨®n, de ¡°lo pol¨ªticamente correcto¡±, la actitud del PP de Casado y la importancia de cuidar el agua
Ind¨ªgenas y ribere?os conviven con una rutina de amenazas, invasiones e incendios en el Estado de Rondonia, que se ha convertido en la avanzadilla del bolsonarismo en el norte de Brasil
Las mafias prometen aquello que las familias rurales pobres no pueden ofrecer a sus hijos: el acceso a buena educaci¨®n. Con este enga?o, los cr¨ªos acaban explotados en ciudades como Freetown, capital de un pa¨ªs donde en 2020 se dict¨®, por primera vez en su historia, una sentencia condenatoria por explotaci¨®n infantil
Clientes y peque?os empresarios apelan al coleccionismo, a la b¨²squeda de t¨ªtulos descatalogados y al rechazo a ceder datos y poder de decisi¨®n al algoritmo para aferrarse al formato f¨ªsico
La verg¨¹enza que siento al leer titulares que aluden a Venezuela me ha llevado aqu¨ª en Bogot¨¢, cuya alcaldesa pulsa a cada rato la tecla xen¨®foba, a enmascarar mi acento en p¨²blico
Los partidos cristianos plantean unirse en una lista ¨²nica, lo cual podr¨ªa llevarlos a tener entre 9 y 12 senadores, una bancada hist¨®rica para estos sectores radicales de ultraderecha