¡°Si alguien comete un acto de violencia, ganar¨¢ un Oscar¡±: as¨ª se vivi¨® en las redes sociales la gala posbofet¨®n

Esta vez no hubo sorpresas en los Oscar. De ning¨²n tipo: ni en lo relativo a los principales premiados, ni en cuanto al transcurso de lo visto esta madrugada en Espa?a a trav¨¦s de Movistar Plus+. Todo ello dentro, por supuesto, de la aparente normalidad que supone el triunfo de una pel¨ªcula como Todo a la vez en todas partes, de Dan Kwan y Daniel Scheinert, primer t¨ªtulo de ciencia ficci¨®n de la historia en alzarse con la principal estatuilla en los premios de la Academia, aunque su espectacular recorrido previo (la comedia sobre el multiverso ya hab¨ªa superado, antes de la gala, la marca de pel¨ªcula con m¨¢s condecoraciones recibidas en toda la historia del cine, por delante de El Se?or de los Anillos: El retorno del rey) hac¨ªa que lo an¨®malo se diera largamente por asumido desde hace semanas. Sus actores Michelle Yeoh, Jamie Lee Curtis y Ke Huy Quan tambi¨¦n ganaron el Oscar, con el emocionante final feliz para el regreso de Brendan Fraser, por La ballena, completando el apartado interpretativo. Todos ellos estaban nominados por primera vez.

La sombra de la agresi¨®n de Will Smith sobre Chris Rock el pasado a?o era alargada, lo que no significaba tampoco que los espectadores fuesen a olvidar f¨¢cilmente otro de los momentos m¨¢s sonrojantes vividos en las ¨²ltimas ceremonias. La Academia hizo, en esta ocasi¨®n, una apuesta n¨ªtida por el cine popular, con la lista de nominadas a mejor pel¨ªcula m¨¢s taquillera de todas las ediciones. Esa apertura de miras, sin embargo, a¨²n no ha alcanzado a la serie B, para desgracia del productor de las pel¨ªculas de Sharknado, que tendr¨¢ que seguir esperando a que Warren Beatty y Faye Dunaway, tras su premio en diferido a Moonlight en lugar de La La Land, lean en un futuro la aut¨¦ntica papeleta correcta.

En la alfombra roja, la expectaci¨®n por las estrellas a punto de ser coronadas fue eclipsada por otra persona que lleva siendo una estrella toda la vida: Hugh Grant, que concedi¨® la entrevista m¨¢s tensa, pasota y accidentalmente c¨®mica de la noche. Su arqueo de cejas al terminar la conversaci¨®n o su mueca de desconcierto al referenciar la novela de William Makepeace Thackery La feria de las vanidades (en el original, Vanity Fair) y notar que la reportera lo malinterpreta como la fiesta de la revista Vanity Fair dej¨® ya un gran momento Oscar antes siquiera de que el minutero empezase a contar.

A este lado del charco, a falta de cine espa?ol en las nominaciones, hab¨ªa expectaci¨®n por Ana de Armas, candidata a mejor actriz por Blonde, a quien el p¨²blico de la serie de Antena 3 El internado no olvida. Ni tampoco sus guionistas.

Tal y como se esperaba, Jimmy Kimmel, hombre de confianza de la Academia con la misi¨®n de apagar el fuego encendido en 2022 con el incidente de Smith, dedic¨® su discurso inicial a zanjar el trauma con un mon¨®logo con tintes de autocr¨ªtica por parte de la organizaci¨®n de los Oscar: ¡°Si alguien comete un acto de violencia, ganar¨¢ el Oscar a mejor actor autom¨¢ticamente y tendr¨¢ derecho a un discurso de aceptaci¨®n de 19 minutos. Ante la duda, que todo el mundo haga lo mismo que el a?o pasado, nada. O que abrace al asaltante¡±. Su apertura finaliz¨® con varios planos de los guardaespaldas con los que tendr¨ªa que verse cualquier potencial agresor que tratase de llegar hasta ¨¦l: Michael B. Jordan, Andrew Garfield, Spielberg o Pedro Pascal.

Am¨¦rica Latina no pudo disfrutar de un triunfo para Argentina, 1985, que perdi¨® ante la apisonadora de Sin novedad en el frente (cuatro estatuillas se llev¨® la pel¨ªcula alemana), aunque Guillermo del Toro s¨ª gan¨® en la categor¨ªa de animaci¨®n con su particular versi¨®n de Pinocho. Alegr¨ªa, por tanto, para M¨¦xico, pero no tanta para Argentina, que se queda a las puertas del hist¨®rico combo Mundial de F¨²tbol + Oscar, pese a que el mism¨ªsimo Lionel Messi hab¨ªa alabado desde su Instagram el drama judicial protagonizado por Ricardo Dar¨ªn.

La desilusi¨®n con la que Salma Hayek ley¨® el nombre de la ganadora a pel¨ªcula internacional tampoco pas¨® desapercibida, perfectamente ejemplificada con un meta-meme de Andrew Garfield mirando a c¨¢mara minutos antes.

El cine popular y de g¨¦nero (fant¨¢stico, aventuras, ciencia ficci¨®n¡­), como se ven¨ªa anunciando, fue lo m¨¢s reivindicado de una noche donde se coron¨® como secundarios a Ke Huy Quan, el recordado ni?o Tap¨®n de Indiana Jones y el templo maldito, y a Jamie Lee Curtis, una de las grandes reinas del grito gracias a su ic¨®nico papel de Laurie Strode al frente de la saga Halloween. Ambos lo hicieron por Todo a la vez en todas partes y ambos, como no pod¨ªa ser de otra manera, se acordaron de sus progenitores, el primero, nacido en Saig¨®n, por sus duras vivencias infantiles en un campo de refugiados. Sus palabras emocionaron a Twitter: ¡°Mi viaje empez¨® en un barco y acab¨¦ en un campo de refugiados. Dicen que las historias como esta solo ocurren en las pel¨ªculas. No me puede creer que me est¨¦ pasando a m¨ª. Esto es el sue?o americano¡±.

Jamie, por su parte, record¨® en su discurso el Oscar que a sus padres, Tony Curtis y Janet Leigh, se les escap¨®. Por supuesto, John Carpenter, director de La noche de Halloween, tuvo palabras para ella en Twitter. Tambi¨¦n su archienemigo, el psic¨®pata Michael Myers, en la imaginaci¨®n de uno de los grandes tuiteros cin¨¦filos de Espa?a.

La reacci¨®n al perder que tuvo Angela Bassett, la otra gran favorita a mejor actriz de reparto (que fue animada y reivindicada desde el escenario por Michael B. Jordan y Jonathan Majors), tambi¨¦n llam¨® inmediatamente la atenci¨®n por su elocuencia.

Todo a la vez en todas partes ha contribuido a abrir las fronteras del canon acad¨¦mico y del cine considerado convencional, por lo que tiene pleno sentido que contara con alguien como David Byrne, hist¨®rico l¨ªder de Talking Heads, como aliado desde su producci¨®n (aport¨® la canci¨®n principal junto a Mitski y la tambi¨¦n actriz Stephanie Hsu) hasta la gala de los Oscar. Su actuaci¨®n con dedos de salchicha, a la manera de uno de los multiversos de la pel¨ªcula, fue uno de los momentos de la noche. Tambi¨¦n la alerta informativa con la que el medio Vulture advirti¨® que el asno con el que Jimmy Kimmel sali¨® al escenario para otro sketch no era el mismo que actu¨® junto a Colin Farrell en Almas en pena de Inisherin.

Despu¨¦s que Julia Louis-Dreyfus hiciese la referencia para intelectuales de la ceremonia al aclarar que su vestido era el mismo que luci¨® en la comedia de Chevy Chase ?Socorro! Ya es Navidad, de 1989, parec¨ªa que todo en materia de vestuario hab¨ªa quedado ya zanjado. Hasta que varios espectadores, entre ellos Mark Hamill, se percataron del fastuoso tocado de una de las invitadas. ¡°Con la suerte que tengo, si consiguiera entradas para los Oscar me sentar¨ªan justo detr¨¢s de la mujer llevando ese tocado blanco gigantesco¡±, escribi¨® el actor.

El duelo de divas entre Lady Gaga y Rihanna, ambas candidatas al Oscar por sus respectivas canciones para Top Gun: Maverick y Black Panther: Wakanda Forever se sald¨® con derrota de las dos a manos de la canci¨®n Naatu Naatu, perteneciente a una de las grandes sensaciones de la temporada, la explosiva pel¨ªcula india RRR. En t¨¦rminos de puesta en escena, la interpretaci¨®n de la canci¨®n ganadora, que recreaba el n¨²mero musical original, impact¨® por contraste con las propuestas de las dos cantantes, especialmente con Lady Gaga, que plante¨® una interpretaci¨®n muy intimista, sin aspavientos y con una realizaci¨®n cercana, sobre fondo negro. Para algunos, f¨¢cil de parodiar. Antes de la gala, la artista tambi¨¦n vivi¨® otra de las escenas m¨¢s virales con la ca¨ªda de un fot¨®grafo.

Si para algo existen los Oscar es para recordar la magia del cine, de la cual, sin duda, fue buen exponente la extra?a interacci¨®n entre dos entidades que nunca hubi¨¦ramos imaginado formando parte de la misma frase, como son el oso cocain¨®mano de la pel¨ªcula Oso vicioso y la activista Malala Yousafzai, premio Nobel de la Paz en 2014, presente entre el p¨²blico. El breve encuentro y saludo entre ambos tuvo lugar solo unos minutos antes de que el nombre y la foto de Jean-Luc Godard apareciera en pantalla completa por el In Memoriam, y solo unos minutos despu¨¦s de que Elizabeth Banks, la directora de la pel¨ªcula, aquejada de una laringitis, presentara junto al oso (junto a alguien dentro del traje de oso, cabe precisar) el premio a mejores efectos especiales.

Adem¨¢s de su inevitable referencia a Will Smith, Jimmy Kimmel aprovech¨® tambi¨¦n para criticar, de un solo golpe, las ausencias de Tom Cruise y James Cameron (¡°Los dos t¨ªos que m¨¢s se hab¨ªan empe?ado en que volvi¨¦semos al cine han decidido no venir¡±) y el criterio machista de los acad¨¦micos. ¡°Entiendo que alguien con el orgullo de James Cameron decida no venir. ?C¨®mo se atreven a no nominar a la persona que ha hecho Avatar? ?Ni que fuera una mujer!¡±, dijo, en referencia a la ausencia de mujeres en la categor¨ªa de mejor direcci¨®n. En la herida ahond¨® Sarah Polley, ganadora del premio a mejor guion adaptado por Ellas hablan, al agradecer ir¨®nicamente a la Academia que pudiera hacer la vista gorda ante un t¨ªtulo como el suyo.

Dan Kwan y Daniel Scheinert, el primero de ellos con la palabra Punk cosida a la espalda de su chaqueta, fueron los grandes triunfadores de la noche con Todo a la vez en todas partes, por la que ganaron mejor guion, mejor direcci¨®n y mejor pel¨ªcula. En unos premios donde se rindi¨® homenaje al esp¨ªritu de evasi¨®n y, tambi¨¦n, a las nuevas sensibilidades y caligraf¨ªas visuales derivadas de la cultura del meme y TikTok, muchos recordaron r¨¢pidamente c¨®mo conocieron a los Daniels: con el videoclip de Turn down for what, de DJ Snake y Lil Jon, aparecido en 2014, un hito de internet de los que dejan huella. Ellos, por su parte, siguiendo la l¨ªnea de los actores de su pel¨ªcula, tambi¨¦n tuvieron palabras de agradecimiento a sus padres por dejarles ser ellos mismos, que termin¨® en un alegato por la libertad art¨ªstica y personal, que incluye dejar que los ni?os se vistan como quieran.

Hab¨ªa tambi¨¦n un elemento de nostalgia en los triunfos de dos antiguos ¨ªdolos como Brendan Fraser y Michelle Yeoh, cuyo mejor momento parec¨ªa haber pasado hace d¨¦cadas. El primero, un actor al que el p¨²blico treinta?ero y veintea?ero ten¨ªa cari?o gracias a La momia o George de la Jungla, llevaba tiempo desaparecido de la primera l¨ªnea. Michelle Yeoh, por su parte, hizo historia como primera asi¨¢tica en obtener la distinci¨®n y vino a confirmar el cambio de paradigma en la consideraci¨®n hacia las mujeres mayores en la industria: la int¨¦rprete malasia ha logrado algo inimaginable casi hasta ayer, que una actriz especializada en cine de acci¨®n gane el Oscar con 60 a?os y gracias a una pel¨ªcula de acci¨®n (dentro de su mezcla de g¨¦neros). La frase ¡°no dejes que nadie te diga que ha pasado tu momento¡± arras¨® en los likes de Twitter.

Sin embargo, nunca llueve a gusto de todos. Que este a?o los premios de interpretaci¨®n fuesen a parar a actores m¨¢s maduros supuso, a su manera, un jarro de agua fr¨ªa para los seguidores de un ¨ªdolo juvenil como ya es Austin Butler, que transform¨® incluso su tono de voz de manera permanente para encarnar al rey del rock en Elvis. Un esfuerzo sin premio que algunos no se han tomado nada bien. La cuenta parodia de la protagonista de T¨¢r, interpretada por Cate Blanchett, tambi¨¦n se hizo eco de la derrota de su actriz. Del mismo modo, otros tampoco han sido precisamente entusiastas con la victoria de una pel¨ªcula como Todo a la vez en todas partes, que, para no ser una ganadora al uso, ha seguido un recorrido muy similar al de otras de sus predecesoras: de obtener muy buenas cr¨ªticas y un estatus casi de culto al momento de su estreno, para, cuando alcanza gran reconocimiento, ser despreciada incluso por las mismas personas que en su d¨ªa la encumbraron. ¡°Me encanta estar en Twitter durante los Oscar, consiste en la misma pel¨ªcula siendo definida como una obra maestra y como la peor de la historia al mismo tiempo durante cuatro horas¡±. De lo contrario, en cualquier caso, estar¨ªa claro que los Oscar no ser¨ªan los Oscar.

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