Elegancia, sexo y la nostalgia de otro mundo: por qu¨¦ John-John Kennedy sigue fascinando 25 a?os despu¨¦s de su muerte
Sus im¨¢genes arrasan en las redes sociales y su estilo sigue inspirando a la moda de un mundo que ya no tiene nada que ver con lo que ¨¦l representaba. Amigos y expertos recuerdan al heredero de los Kennedy cuando se cumple un cuarto de siglo de su tr¨¢gico final
Cuando en marzo de 1999 le preguntaron a John Fitzgerald Kennedy Jr. si ten¨ªa pensado postularse como alcalde de Nueva York, respondi¨®: ¡°Puedo verme tirado en una playa y tambi¨¦n puedo verme ocupando un cargo p¨²blico¡±. Sin embargo, su carrera pol¨ªtica termin¨® antes de empezar. Solo cuatro meses despu¨¦s, el 16 de julio, John-John (como era conocido desde peque?o) y su mujer, Carolyn Bessette-Kennedy, perdieron la vida en un accidente a¨¦reo frente a las costas de la isla de Martha¡¯s Vineyard.
El ¡°pr¨ªncipe de Camelot¡± ten¨ªa 38 a?os y su consorte, 33. La exmodelo Gigi Howard recuerda a Kennedy tirado en la playa: un d¨ªa de verano, a comienzos de la d¨¦cada de 1990, John y Gigi fueron con unos amigos a la playa de Southampton, una de las favoritas de los ricos y famosos neoyorquinos. Ella fue a nadar y una ola enorme la derrib¨®. ¡°John vino a rescatarme¡±, recuerda en conversaci¨®n con ICON. ¡°Perd¨ª un anillo que me regalaron mis padres cuando cumpl¨ª 16 a?os. Hice todo lo posible para no llorar. ?l primero se asegur¨® de que yo estuviera bien. Era muy emp¨¢tico. La siguiente vez que lo vi en una cena me dijo: ¡®Espero que encuentren tu anillo y que alguien lo aprecie tanto como yo¡¯. Era una persona genial y un hombre con los pies en la tierra¡±.
Howard no olvida ning¨²n detalle de los momentos que comparti¨® con John-John. ¡°Pero no estoy obsesionada con ¨¦l. Lo honro por la maravillosa persona que fue¡±, aclara. Puede que ella no est¨¦ obsesionada con Kennedy, pero el resto del mundo s¨ª lo est¨¢. Han pasado ya 25 a?os de su muerte y su vida y su estilo siguen cautivando al mundo. Las redes sociales est¨¢n plagadas de fotograf¨ªas antiguas de John en la plenitud de su juventud, instant¨¢neas vitalistas que lo muestran andando en bicicleta o patinando por Central Park; jugando al frisbee con su perro, un terrier llamado Friday; saliendo a navegar en Hyannis Port, o de fiesta con Aleida Guevara, hija del Che Guevara, en la casa romana de Anna Fendi.
Las marcas de moda nunca se cansan de esas referencias. Una de las prendas virales de esta temporada, por ejemplo, es una camiseta dise?ada por Jonathan Anderson para Loewe que reza ¡°I told ya¡± (¡°Te lo dije¡±). El dise?o, lucido por Zendaya y Josh O¡¯Connor en Rivales, la ¨²ltima pel¨ªcula de Luca Guadagnino, es un gui?o a una camiseta que llev¨® John-John a comienzos de los noventa y que a su vez hac¨ªa un gui?o a uno de los esl¨®ganes pol¨ªticos de su padre durante la campa?a de 1961. El lema ¡°I told you so¡± es famoso en la historia del Partido Dem¨®crata estadounidense ya que conmemora aquel momento en que Kennedy gan¨® las elecciones, superando a Richard Nixon por apenas 100.000 votos.
¡°Cuando JFK Jr. era joven, en los a?os ochenta y noventa, su guardarropa ten¨ªa una especie de sencillez. Pod¨ªa ponerse cualquier cosa y su atractivo sexual siempre estaba ah¨ª¡±, explic¨® Anderson a WWD hace unos meses a prop¨®sito de la camiseta. Gigi Howard tambi¨¦n resalta la sencillez del armario de John-John. ¡°Es la amabilidad y la sencillez lo que hace que uno sea elegante. Nunca jam¨¢s habr¨¢ una pareja m¨¢s elegante y genuina que la que formaban John y Carolyn¡±, dice. Kennedy y su esposa, una ex relaciones p¨²blicas de Calvin Klein, no ten¨ªan estilistas ni asistentes. En el caso de ¨¦l, su guardarropa era una oda a la americanidad m¨¢s pura: pantalones chinos color caqui, vaqueros cl¨¢sicos, camisas blancas y celestes de lino o algod¨®n, y una colecci¨®n apabullante de gorras, bermudas beis y camisetas blancas.
¡°Su estilo era muy deportivo cuando no estaba en el trabajo o en un evento ben¨¦fico, y a menudo iba en bicicleta o patines, viviendo lo m¨¢s cerca posible a un ciudadano normal de la ciudad de Nueva York, manteniendo los pies en la tierra. Tanto el estilo de John como el de Carolyn era simple, elegante y atemporal¡±, explica la periodista y escritora Elizabeth Beller, que acaba de publicar Once upon a time [Hab¨ªa una vez], un libro en el que examina la vida y muerte de Carolyn Bessette. Su estilo resum¨ªa el ideal de los ¨²ltimos noventa: una elegancia sencilla y pr¨¢cticamente monocroma que cruzaba el minimalismo con lo retro, firmada por Narciso Rodr¨ªguez, Yohji Yamamoto o su ex empleador, Calvin Klein. Hoy, las redes siguen ardiendo cada vez que alguien postea una foto suya.
James Reginato, reportero de la edici¨®n americana de Vanity Fair, no conoci¨® en persona a Kennedy Jr., pero recuerda cruz¨¢rselo por las calles de Manhattan. ¡°En los a?os ochenta y principios de los noventa, John era una parte muy importante de Nueva York. Pod¨ªas verlo por toda la ciudad en su bicicleta, corriendo, patinando o en fiestas¡±, se?ala a ICON. ¡°Era preppy y waspy [t¨¦rminos para referirse a los blancos anglosajones de clase alta], pero tambi¨¦n sexy porque era muy guapo y estaba a gusto consigo mismo y mostrando su cuerpo. Le gustaba quitarse la camisa¡±, apunta el periodista. ¡°Tal vez fue un precursor del lujo silencioso ya que siempre fue muy natural¡±.
¡°John representa una Am¨¦rica perdida, una ¨¦poca anterior a que los hombres vistieran como convictos¡±Bob Colacello
Pero para Elizabeth Beller la obsesi¨®n por la imagen de John-John va m¨¢s all¨¢ de su estilo. ¡°No cortejaba a las c¨¢maras. Su moderaci¨®n es muy atractiva en una era en la que estamos saturados de selfis e im¨¢genes en general¡±, explica la escritora. Reginato tambi¨¦n cree que John-John nos sigue cautivando porque nos recuerda una ¨¦poca sin internet y sin tel¨¦fonos m¨®viles. ¡°Siempre fue muy famoso, pero antes del 11-S y de las redes sociales no hab¨ªa tanta paranoia sobre la seguridad y la gente viv¨ªa mucho m¨¢s en el presente, no estaba todo el tiempo con su tel¨¦fono¡±, dice. El fen¨®meno John-John est¨¢ asociado a la nostalgia, a una melancol¨ªa por un pasado que ya no existe.
¡°Los Kennedy dominaron el arte de hacerse amigos de los fot¨®grafos¡±Jonathan Becker
Bob Colacello lo cree as¨ª. ¡°John representa una Am¨¦rica perdida, una ¨¦poca anterior a que los hombres se vistieran como convictos y las mujeres como fulanas, cuando los modales y el aseo eran importantes, cuando los desacuerdos pol¨ªticos eran civilizados y los estadounidenses estaban orgullosos de su pa¨ªs¡±, asegura Colacello, uno de los grandes cronistas de sociedad de Nueva York y colaborador de Andy Warhol en la revista Interview. ¡°Era, y sigue siendo, dif¨ªcil resistirse a su apariencia de estrella de cine y a su f¨ªsico naturalmente atl¨¦tico, tanto cuando iba en bicicleta con el torso desnudo o corr¨ªa a una gala ben¨¦fica con un esmoquin perfectamente cortado¡±, comenta el periodista.
Una de las im¨¢genes m¨¢s ic¨®nicas de John-John es una fotograf¨ªa en blanco y negro tomada en una fiesta de Vanity Fair despu¨¦s de la tradicional cena de la Asociaci¨®n de Corresponsales de la Casa Blanca, en mayo de 1999. En la instant¨¢nea se ve al hijo de Jack y Jackie Kennedy sentando en un sof¨¢ junto a su mujer, Carolyn. ?l lleva un esmoquin cl¨¢sico y ella, un traje negro de Jean Paul Gaultier. Son la encarnaci¨®n de la elegancia relajada y sencilla. Jonathan Becker, legendario fot¨®grafo de sociedad, es el autor de esa foto. ¡°Puede que ese fuera su ¨²ltimo posado. Solo tom¨¦ una fotograf¨ªa. Nos presentaron y John, que era editor de la revista George, conoc¨ªa mi trabajo. Apenas nos conoc¨ªamos, pero eso fue suficiente para que ¨¦l y Carolyn se sintieran c¨®modos en mi presencia. El accidente a¨¦reo los mat¨® seis semanas despu¨¦s frente a la costa de la casa de su madre en la isla¡±, recuerda el fot¨®grafo. ¡°Casualmente, la fotograf¨ªa fue publicada coincidiendo con su muerte. Fue todo muy impactante¡±.
Becker se niega a hablar de Kennedy como ¡°John-John¡± ¡ª¡±suena demasiado familiar¡±¡ª, pero admite que todos sentimos una extra?a familiaridad con ese hombre y con ese ni?o del abriguito que en 1963 salud¨® con solemnidad infantil el paso del f¨¦retro que transportaba el cad¨¢ver de su padre hasta el cementerio de Arlington. Lo achaca a la influencia que ha tenido la dinast¨ªa de los Kennedy sobre los medios de comunicaci¨®n. ¡°Vestidos con t¨ªtulos y modales de la Ivy League, educados con ropa de la Ivy League, dominaron el arte de hacerse amigos de la prensa, especialmente de los fot¨®grafos, para crear una narrativa de ¨¦xito estadounidense, una especie de sue?o de Hollywood¡±, reflexiona. ¡°Puede que entonces no existieran las redes sociales, pero la prensa escrita ejerci¨® una influencia duradera, mucho m¨¢s poderosa. La familia ha perpetuado sus propios ¨ªconos a lo largo de generaciones. John era el m¨¢s joven de esas estrellas¡±.
Elizabeth Beller est¨¢ convencida de que si John F. Kennedy Jr. no hubiera muerto el 16 de julio de 1999, hoy estar¨ªa en pol¨ªtica. ¡°Se habr¨ªa postulado para un cargo p¨²blico. Su primera campa?a probablemente habr¨ªa sido para gobernador de Nueva York¡±, especula. La autora de Once upon a time no puede evitar fantasear con c¨®mo ser¨ªa Estados Unidos si John-John estuviera vivo. ¡°Nuestro pa¨ªs podr¨ªa haber sido muy diferente. El estilo de vida de John y Carolyn, dedicados a su familia y a sus amigos y a hacer cambios positivos en el mundo mientras evitaban la atenci¨®n propia de las celebridades, es algo a lo que podr¨ªamos dirigir nuestra atenci¨®n. Volver a ello no estar¨ªa mal¡±, afirma. Nunca sabremos qu¨¦ habr¨ªa ocurrido: la leyenda del guapo heredero y su glamurosa mujer no encajan igual en 2024, y sabemos que su historia era m¨¢s complicada que perfecta. Pero ah¨ª quedan todas esas fotos id¨ªlicas.
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