Primeras im¨¢genes de Indiana Jones con 78 a?os: ?derribar¨¢ el mito de que un h¨¦roe no envejece?

Hay una frase atribuida al director John Carpenter que al parecer solt¨® cuando le preguntaron por qu¨¦ no hab¨ªa dirigido ninguna otra entrega de su gran ¨¦xito, La noche de Halloween, y que, en su simpleza, contiene una gran verdad sobre nuestra relaci¨®n con la cultura. Dijo algo as¨ª como que la gente solo quer¨ªa ver la misma pel¨ªcula una y otra vez y ¨¦l no estaba dispuesto a dar a los espectadores ese gusto.

Probablemente tiene raz¨®n. En la secci¨®n de autoayuda de las librer¨ªas llamar¨¢n a esto zona de confort. Hay una serie de pel¨ªculas, canciones, g¨¦neros, olores y colores que nos devuelven al ¨²tero materno o, al menos, a un momento que nuestra memoria ha pintado como feliz (aunque cualquiera con dos dedos de frente no querr¨ªa volver a pasar por el molesto y largu¨ªsimo proceso de ser ni?o o adolescente). Hay, en realidad, un mecanismo en la mente humana que nos acostumbra y acomoda en la rutina, la mera repetici¨®n de lo mismo una y otra vez: dormir, trabajar, comer, salir el fin de semana. As¨ª siempre. Que nada cambie nos sirve como equivalente a que no hemos envejecido.

Pero la ilusi¨®n es f¨¢cil de pinchar y esta ma?ana Twitter se ha despertado con esta foto: Harrison Ford, con 78 a?os y mascarilla, vestido de Indiana Jones en el rodaje de la nueva entrega de la saga, que dirige James Mangold en vez de Steven Spielberg y llegar¨¢ a los cines en verano de 2022, cuando el actor tenga 80.

El t¨¦rmino Indiana Jones lleva desde entonces siendo tendencia en las redes y la comunidad tuitera, como siempre, ha disfrazado el susto de humor. ¡°Por lo visto, en esta nueva misi¨®n, el intr¨¦pido aventurero tendr¨¢ que escaparse de una zanja donde se detuvo a contemplar una obra¡±, han escrito. Pero en realidad hay desolaci¨®n porque Indiana Jones es ahora eso que un h¨¦roe no puede ser jam¨¢s, un casi octagenario. C¨®mo es el siglo XXI: se derriban las barreras de orientaci¨®n sexual y g¨¦nero, se empieza a abrazar por fin a las mujeres como hero¨ªnas de acci¨®n, se pone sobre la palestra el tema de la diversidad neurol¨®gica y la salud mental y se desaf¨ªan ¡ªmuy poco a poco¡ª los c¨¢nones de la belleza normativa, pero a¨²n no sabemos qu¨¦ hacer con esa molesta y por ahora irresoluble cuesti¨®n de volvernos viejos.

?Puede un superh¨¦roe hacerse viejo? Tom Cruise dir¨ªa que no. Con 58 a?os sigue colgado de cosas, tir¨¢ndose de cosas y cayendo sobre cosas. Lo har¨¢ en la s¨¦ptima entrega de Misi¨®n Imposible (se estrena en mayo de 2022) y en la segunda de Top Gun (se estrena este verano). Esto querr¨¢ decir que las tres ¨²ltimas pel¨ªculas que ha rodado Cruise son partes de una saga que naci¨® hace d¨¦cadas y no deja de tener su miga: ?quiere el p¨²blico ver a Tom Cruise o quiere el p¨²blico ver a Tom Cruise haciendo los papeles que hac¨ªa ya hace 30 a?os? La respuesta la encontramos comparando la tibia aceptaci¨®n de pel¨ªculas que ha hecho en los ¨²ltimos a?os como Jack Reacher, Oblivion o La Momia con el espectacular funcionamiento de las ¨²ltimas entregas de Misi¨®n Imposible, que de media doblan o triplican la recaudaci¨®n de esos otros filmes que no pertenecen a una saga. Por cierto, ?puede una superhero¨ªna de acci¨®n hacerse vieja? Es digno de celebraci¨®n que Linda Hamilton aceptase aparentar los 62 a?os que ten¨ªa en Terminator: Dark Fate (2019), pero lamentablemente la proporci¨®n entre h¨¦roes y hero¨ªnas no nos permite indagar en muchos m¨¢s ejemplos.

El problema no es que Harrison Ford, Linda Hamilton o Tom Cruise envejezcan, sino que eso nos hace viejos a nosotros. Como cuando vimos a Miguel Indurain flaquear en el Tour de Francia de 1996 ¡ªojo, que ah¨ª Indurain ten¨ªa 32 a?os, pero de la edad en los deportistas hablamos otro d¨ªa¡ª o a Madonna caerse en un escenario en 2015. Flaquea tu h¨¦roe, flaqueas t¨². Dentro o fuera de las pantallas, los ¨ªdolos son nuestros espejos y la cuesti¨®n no es solo que el tiempo los arruga y achata, sino que en el cine no ha habido un recambio generacional. ?Qui¨¦nes son hoy los nuevos Harrison Ford, Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Chuck Norris o Bruce Willis? Solamente The Rock y Jason Statham dan pu?etazos de verdad mientras el resto de h¨¦roes de nuevo cu?o se prestan m¨¢s a la fantas¨ªa multicolor frente al croma verde en sagas de Marvel.

Probablemente hoy ya no necesitamos a aquel tipo de h¨¦roes duros y amorales de la era Reagan porque el enemigo a batir ya no es tan de brocha gorda como lo eran comunistas, vietnamitas, salvajes en taparrabos de alguna selva de alguna zona empobrecida del tr¨®pico, rusos o extraterrestres que ponen huevos. Hoy el mundo es mucho m¨¢s complicado, los enemigos son invisibles y por eso volver a esa distribuci¨®n tosca y f¨¢cil de h¨¦roes y villanos aporta cierta paz, pero la realidad golpea: est¨¢n viejos. Todos. Los villanos tambi¨¦n. ?Se puede decir viejos? Es que tal vez ni siquiera podemos llamarlos viejos porque nada es peor que ser viejo. El compositor Nacho Canut lo explic¨® a ICON en 2019: ¡°Si hay algo que ahora hay que disimular y que da verg¨¹enza o que hay que intentar evitar es la vejez. Te perdonan ser todo lo que quieras ser, pero viejo, no¡±.

Las plataformas digitales que entretienen al mundo conocen esta necesidad ya casi patol¨®gica del espectador de mirar hacia atr¨¢s, hacia tiempos que considera mejores, y est¨¢n dispuestas a satisfacerlas. No es una necesidad nueva. Ya en los noventa los ni?os espa?oles se hicieron adictos ¡ªgracias a sus reposiciones en horario infantil¡ª a La tribu de los Brady, una serie de los a?os setenta que en realidad ya en su tiempo de emisi¨®n original jugaba la carta de parecer de los cincuenta, una ¨¦poca de rectitud moral que muchos a?oraban 20 a?os despu¨¦s, cuando se empez¨® a hablar de feminismo, racismo y homofobia. Netflix, HBO o Disney+ son conscientes de que grandes ases de su cat¨¢logo son series con lustros de antig¨¹edad y est¨¢n dispuestas a pagar cifras estratosf¨¦ricas por sus derechos. Disney+ tendr¨¢ este a?o en su cat¨¢logo espa?ol un t¨®tem de la nostalgia, Las chicas de oro. HBO pag¨® en EE UU 425 millones de d¨®lares por agenciarse Friends en 2020 (antes estaba disponible en Netflix) y hace un par de semanas estren¨® un especial con el reparto original que atrajo audiencias millonarias: solo en Estados Unidos, seg¨²n Variety, un 29% del p¨²blico abonado a la plataforma lo vio el primer d¨ªa. Otra opci¨®n para la nostalgia de lo ya visto (que nunca vivido) es crearla y punto: Stranger Things es puro homenaje est¨¦tico y de guion a las pel¨ªculas de ciencia ficci¨®n de los ochenta y Movistar+ acaba de estrenar Para¨ªso, su respuesta espa?ola, en la que en vez de The Police, The Cars o Peter Gabriel suena Me col¨¦ en una fiesta, de Mecano.

De todos modos, poco sabemos sobre la nueva entrega de Indiana Jones. Otras noticias afirman que un Harrison Ford rejuvenecido gracias a la tecnolog¨ªa aparecer¨¢ en escenas de flashback. Es posible que, en un precioso y consecuente cierre para la cuesti¨®n de la nostalgia, a los superh¨¦roes acabe de salvarlos de su propia senectud la misma ciencia ficci¨®n.

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