Miguel ?ngel Revilla, el presidente encantador de audiencias
El l¨ªder del Gobierno de Cantabria, omnipresente en televisi¨®n, publica ahora su sexto libro
¡°Yo s¨¦ que a veces, a m¨ª me hace caso la gente¡±. La frase, pronunciada por Miguel ?ngel Revilla en una de sus ¨²ltimas apariciones en La Sexta Noche, puede resultar pretenciosa. Y sin embargo, al presidente de Cantabria hay que creerle. El inter¨¦s por todo lo que dice en televisi¨®n, ya sea en El programa de Ana Rosa, Mi casa es la tuya, de Bert¨ªn Osborne, o El Hormiguero, est¨¢ demostrado.
Ser conocido y querido por las audiencias cotiza adem¨¢s en la bolsa pol¨ªtica. Revilla, que hizo realidad su sue?o de presidir Cantabria en 2003, ha revalidado cargo en otras tres ocasiones, la ¨²ltima en 2019. Solo ha soltado las riendas del Ejecutivo regional entre 2011 y 2015, cuando le super¨® el Partido Popular.
Esa etapa fuera de la presidencia le sirvi¨® para escribir su peculiar autobiograf¨ªa, Nadie es m¨¢s que nadie, editada por Espasa en 2012, que se convirti¨® en todo un ¨¦xito de ventas. As¨ª que Revilla ha seguido escribiendo. Lleva publicados seis libros. En el ¨²ltimo, de este a?o (Por qu¨¦ no nos queremos, Espasa), se atreve a analizar temas como el cainismo espa?ol, la corrupci¨®n pol¨ªtica o el problema catal¨¢n. Y confiesa que si sigue en pol¨ªtica a los 77 a?os de edad es porque se lo pide la gente, empezando por sus compa?eros del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), fundado en 1978 y del que es secretario general desde hace 32 a?os.
¡°No soy de izquierdas ni de derechas, sino progresista¡±, suele decir para explicar sus pactos con PP y PSOE
Le piden seguir en pol¨ªtica las televisiones que le asedian; se lo pide la editorial Espasa, y quiz¨¢s se lo pide, tambi¨¦n, ¨¦l mismo. ?C¨®mo no sentirse en deuda con sus fanes si cinco de ellos, seg¨²n cuenta, llegaron a ofrecerle un ri?¨®n en 2008, cuando mencion¨® en televisi¨®n sus padecimientos renales (que, felizmente, no exigieron un trasplante)?
Revilla es un tipo accesible, dicen, que conduce un utilitario y vive en Astillero, en la casa de su actual esposa, con la que tiene una hija (se divorci¨® hace tiempo de la madre de sus dos hijas mayores). Es reconocible por su peculiar bigote y su inseparable habano. Y, desde que en 2003, como flamante presidente auton¨®mico, se presentara en La Zarzuela a bordo de un taxi cargado de anchoas, disfruta de una valiosa conexi¨®n con las masas y con los medios de comunicaci¨®n¡ªpreferentemente audiovisuales¡ª sedientos de audiencias.
Para saber qui¨¦n es Revilla hay que manejar videotecas m¨¢s que hemerotecas. Pero tambi¨¦n estas arrojan luz sobre la trayectoria de este exdirector de sucursal bancaria y exprofesor de Econom¨ªa, nacido en 1943 en Polaciones (Cantabria), hijo de una maestra y de un guarda forestal adicto al r¨¦gimen. Revilla, aseguran quienes han crecido vi¨¦ndole en el Parlamento regional desde los inicios de la Transici¨®n, ha sido siempre as¨ª. No hay en ¨¦l nada impostado o artificial.
Puede ser, pero tambi¨¦n se le acusa de ejercer de relaciones p¨²blicas de s¨ª mismo m¨¢s que de presidente c¨¢ntabro. Al fin y al cabo es m¨¢s f¨¢cil caer simp¨¢tico que resolver los graves problemas de la regi¨®n. M¨¢s f¨¢cil perorar sobre la necesidad de que el Rey em¨¦rito se someta al juicio de los tribunales que reflotar la declinante industria local. Y eso que la reindustrializaci¨®n de la regi¨®n era uno de los objetivos prioritarios del presidente ya en 2003. ¡°Cantabria no es s¨®lo turismo y vacas¡±, declar¨® entonces en una entrevista en EL PA?S. ¡°El peso de la industria en el PIB de Cantabria ha ca¨ªdo del 42% al 23% en 30 a?os¡±, se?al¨®. Han pasado 17 a?os y la bancarrota de la qu¨ªmica Sniace o el declive del puerto de Santander demuestran que los objetivos siguen sin cumplirse. Tampoco ha llegado el prometido AVE.
Revilla es consciente de los muchos problemas pendientes de su gesti¨®n, pero tambi¨¦n del limitado peso en Madrid de una comunidad aut¨®noma de 580.000 personas. Su carrera pol¨ªtica est¨¢ ligada, al fin y al cabo, a un peque?o partido regionalista que ha tenido que abrirse camino entre dos grandes: el PP, dominador hist¨®rico de la escena pol¨ªtica c¨¢ntabra, y el PSOE, eterno aspirante a sustituirle. Y con los dos ha pactado el PRC. Si Revilla fue vicepresidente gobernando el PP (entre 1995 y 2003), la presidencia se la debe al apoyo de los socialistas. ¡°No soy de izquierdas ni de derechas sino progresista¡±, suele decir ¨¦l para explicar esta alternancia. Un tipo de pueblo que se calza las abarcas en las fiestas patronales de su localidad y sube al monte con las vacas.
Populista antes de la pandemia de populismo, pero defensor a ultranza de las instituciones, recuerdan sus defensores. Enemigo declarado de los secesionismos y mucho m¨¢s de la violencia terrorista puesta al servicio de ellos. Un republicano que alardea de lealtad a la Corona, hasta el punto de haber servido de portavoz del Rey en 2015 cuando inform¨® a la prensa de que Felipe VI ve¨ªa ¡°irreconducible¡± la postura de Artur Mas ¡ªel entonces presidente de la Generalitat acababa de pactar lista y plan soberanista con Esquerra Republicana¡ª. Y un regionalista que ama a Espa?a. Por eso Revilla, aprovechando que la gente le hace caso, en su ¨²ltimo libro se permite psicoanalizarla.
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