Las cuestiones materiales
El rojipardismo busca combinar los polos movilizadores del siglo XX: la clase y la naci¨®n
Biden declar¨®: ¡°Mi padre sol¨ªa decirme: ¡®Joe, un trabajo es mucho m¨¢s que un cheque. Se trata de tu dignidad, se trata de respeto, se trata de tu lugar en la comunidad, se trata de poder mirar a tu hijo a los ojos y decirle: cari?o, todo va a ir bien¡±. Situar de nuevo la cuesti¨®n del trabajo en el foco principal del debate p¨²blico. La larga negociaci¨®n sobre la reforma laboral y decisiones como el aumento del salario m¨ªnimo, el ingreso m¨ªnimo vital, el bono vivienda para los j¨®venes o pr¨®ximamente la reforma fiscal remiten a las dificultades materiales de la vida de todos los ciudadanos, despu¨¦s de un tiempo en que las mayores discusiones parec¨ªan tener que ver con los derechos civiles de las distintas minor¨ªas.
Desde el a?o 1980, cuando se aprob¨® el Estatuto de los Trabajadores, ha habido m¨¢s de una cincuentena de reformas laborales en Espa?a, seg¨²n un informe publicado por la Fundaci¨®n Primero de Mayo. Con el marco actual se trata de reequilibrar el poder en el seno de la empresa (escorado del lado de los empresarios), reducir la temporalidad del mercado de trabajo (alrededor del 25% de los asalariados activos no tiene contrato indefinido) y disminuir las posibilidades de una permanente devaluaci¨®n salarial como la habida en la ¨²ltima d¨¦cada. Quiz¨¢ la medida m¨¢s significativa sea la llamada ultraactividad: cuando las partes que negocian en el seno de una empresa no llegan a un acuerdo sobre un nuevo convenio colectivo, sigue vigente el anterior y no como hasta ahora: en el caso de que no hubiera convenio, se aplicaba estrictamente el Estatuto de los Trabajadores, de m¨ªnimos, y se pod¨ªan perder las condiciones de trabajo obtenidas a lo largo del tiempo. Por aspectos como ¨¦ste fue por los que el entonces ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos (hoy vicepresidente del Banco Central Europeo), susurraba al o¨ªdo del comisario europeo de Econom¨ªa, el halc¨®n finland¨¦s Olli Rehn (al que tanto gustaba la austeridad), que la reforma laboral que iba a aprobar el Gobierno de Mariano Rajoy en febrero de 2012 iba a ser ¡°extremadamente, extremadamente agresiva¡±.
C¨®mo extirpar el precariado, esa nueva clase social, y regular las transformaciones del mundo del trabajo causadas por la revoluci¨®n tecnol¨®gica significa buscar los anclajes de la sociedad. Se ha abierto poco a poco una controversia sobre la centralidad de los asuntos materiales dado el sentimiento de muchos ciudadanos de quedarse atr¨¢s, ser perdedores de la globalizaci¨®n y haber sido abandonados por las formaciones pol¨ªticas tradicionales, lo que explicar¨ªa el crecimiento del voto de las clases subalternas hacia la extrema derecha en tantas partes del mundo. Ello estar¨ªa sucediendo desde los a?os noventa del siglo pasado, con la hegemon¨ªa socialdem¨®crata de la ¡°tercera v¨ªa¡± que habr¨ªa dado m¨¢s significaci¨®n a las batallas culturales (feminismo, derechos LGTBI, derechos de los animales, ecologismo, nuevos lenguajes inclusivos¡) que a los asuntos relacionados con la redistribuci¨®n de la renta y la riqueza. La consecuencia, una desigualdad extrema.
As¨ª es como se reproduce ahora el peligroso concepto hist¨®rico del ¡°rojipardismo¡±. Los rojipardistas de hoy son quienes abogan por pol¨ªticas de izquierdas en la esfera de la econom¨ªa, al tiempo que se alinean con la extrema derecha en las tradiciones, las guerras culturales y en la cuesti¨®n nacional. El historiador de la Universidad de Mil¨¢n David Bernardini ha escrito que el rojipardismo es una corriente de la derecha radical que busca de distintas maneras combinar los dos polos movilizadores del siglo XX, la clase y la naci¨®n, para definir un proyecto soberanista, autoritario e identitario: ¡°Valores de derechas, ideas de izquierdas¡±.
Todo ello requiere numerosos matices. Pero no se puede minusvalorar el hecho de que amplias capas de la sociedad se sienten m¨¢s desprotegidas que antes y miran hacia el extremo. Comenzamos con Biden y terminamos con otro presidente norteamericano, Franklin Delano Roosevelt: ¡°Trabajo y seguridad son m¨¢s que palabras, son m¨¢s que hechos, son valores espirituales, el objetivo genuino hacia el que nuestros esfuerzos de reconstrucci¨®n deb¨ªan encaminarse¡±.
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