Joan-Carles M¨¨lich: ¡°La gente que no tiene vida es la que siempre est¨¢ sola pero no lo ha elegido¡±
El autor de ¡®La experiencia de la p¨¦rdida¡¯ indaga por qu¨¦ la humanidad no acepta que hay heridas que nunca se cerrar¨¢n del todo
Estudiando en bachillerato, a Joan-Carles M¨¨lich (Barcelona, 61 a?os) le cambi¨® la vida una cita de un autor medieval que inclu¨ªa Martin Heidegger en Ser y tiempo: ¡°Tan pronto como un ser humano entra en la vida, ya es bastante viejo como para morir¡±. Fue leerlo y comprender la idea de la finitud, un concepto que le obsesiona desde entonces, al que ha dedicado 15 a?os de carrera y varios libros. ¡°Entend¨ª que la muerte no es algo que est¨¢ al final de la vida, sino al principio; que determina toda nuestra existencia. La idea de finitud tiene que ver con esto, pero tambi¨¦n con que somos m¨¢s lo que nos pasa que lo que decidimos o planificamos. Vivimos a merced de los sucesos y de los acontecimientos. Podremos tener una agenda, pero se puede romper¡±, explica con tono pausado, alegre y cercano una ma?ana tormentosa de agosto en el barrio barcelon¨¦s del Raval.
Doctor en Filosof¨ªa y Letras por la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, donde ense?a Filosof¨ªa de la Educaci¨®n, M¨¨lich publica La experiencia de la p¨¦rdida, un texto sobre la condici¨®n humana, escrito originalmente en catal¨¢n (Arcadia, 2017) y que Marta Reb¨®n ha traducido en Fragmenta. La entrevista transcurre a pocos metros de las Ramblas, la ma?ana que conmemora los cinco a?os del 17-A, los atentados de Barcelona y Cambrils que acabaron con la vida de 16 personas y causaron centenares de heridos. Otro acontecimiento que fractur¨® a una sociedad y que, como ¨¦l analiza, provoc¨® una herida que sigue sin cicatrizar.
Pregunta.?Los catalanes despu¨¦s del 17-A se manifestaron bajo el lema ¡°No tenim por¡± (no tenemos miedo). ?Fue una reacci¨®n positiva frente a esa p¨¦rdida?
Respuesta.?No voy a juzgar porque entiendo que cada uno es libre de pensar lo que quiera, pero yo s¨ª tengo. El ser humano tiene miedo y tiene angustia, aunque no se sientan igual.
P.??En qu¨¦ sentido?
R.?La angustia es algo indeterminado; el miedo, concreto. T¨² puedes tener miedo a que te pongan una bomba, pero la angustia ante la vida forma parte de la finitud. Es el tipo de filosof¨ªa que practico, que llamo filosof¨ªa literaria, y busca una soluci¨®n a la filosof¨ªa metaf¨ªsica, de ideas categ¨®ricas.
P.??Qu¨¦ las diferencia?
R.?La filosof¨ªa literaria defiende que vivimos en historias, en espacios, en tiempos, en situaciones y en relaciones con los dem¨¢s. Es entender, como defiende Judith Butler, que vivir en un mundo humano es implicarse en vidas que no son nuestras. El ser humano se ha pensado, desde la modernidad, como aut¨®nomo, autosuficiente y excepcional. La filosof¨ªa cl¨¢sica o metaf¨ªsica se obsesion¨® con preguntarse ¡°?qui¨¦n soy?¡± en lugar de pensarse en relaci¨®n con los dem¨¢s.
P.?Precisamente de Butler rescata una frase: ¡°Todos somos seres en el mundo, pero hay gente que no tiene vida¡±. ?Qui¨¦n es esa gente sin vida?
R.?La que no elige estar sola, pero siempre lo est¨¢. La soledad est¨¢ muy bien cuando es algo elegido, pero hay gente que est¨¢ sola en compa?¨ªa. Puedes tener 10.000 seguidores en internet y estar solo porque ninguno est¨¢ ah¨ª para ti de verdad.
P.?En el libro reflexiona sobre el ¡°estar ah¨ª¡± para los dem¨¢s. Y cree que es ofensivo decir a alguien que est¨¢ sufriendo una p¨¦rdida: ¡°S¨¦ por lo que est¨¢s pasando¡±.
R.?Es una posici¨®n muy arrogante. Somos seres morales. Heredamos una cultura, una serie de reglas, de normas y de valores, pero un ser humano que solo sea moral es un ser monstruoso.
P.??Por qu¨¦?
R.?Porque la moral me dice lo que debo hacer. Pero el ser humano no es el ser que lo cumple a rajatabla, sino el que se lo cuestiona, que transgrede, que es compasivo. Eso se muestra en la f¨¢bula del buen samaritano, porque la compasi¨®n no tiene nada que ver con la piedad ni con la l¨¢stima.
Vivir en un mundo humano es implicarse en vidas que no son las nuestras
P.??La compasi¨®n es ese ¡°estar ah¨ª¡± por el que aboga?
R.?S¨ª, yo lo descubr¨ª leyendo N¨¦mesis, de Philip Roth, y viendo Saraband, de Ingmar Bergman. En la pel¨ªcula, Marianne le aclara a Johann el porqu¨¦ de su visita a pesar de que llevaban a?os separados: ¡°Me pareci¨® que me necesitabas¡±, le dice. Y es justo eso: acompa?ar, el consuelo del abrazo sin esperar nada a cambio. Escuchar y atender, y si es en silencio, mejor.
P.?Cuenta que la sociedad nos ha bloqueado la compasi¨®n.
R.?Porque la moral que hemos construido socialmente nos distingue, nos dice que no todas las vidas son iguales ni toda p¨¦rdida merece igual llanto. Los nazis no permit¨ªan tener compasi¨®n con los jud¨ªos. Ah¨ª hay un punto de crueldad inevitable: se establecen grados de compasi¨®n.
P.?Tampoco le parece compasivo el ¡°an¨ªmate¡± frente a una p¨¦rdida.
R.??Decirle a alguien lo de ¡°ahora tienes que salir, venga, que tienes que divertirte¡±? No, por favor.
P.??Es una posici¨®n ego¨ªsta?
R.?S¨ª, la filosof¨ªa se ha preocupado mucho del ser. No me interesa tanto esa ¨¦tica antropoc¨¦ntrica ni esa filosof¨ªa falogocentrista. Yo ah¨ª me diferencio de Heidegger, porque en lugar de preocuparse tanto por la identidad como ha hecho la filosof¨ªa metaf¨ªsica, por qu¨¦ no preguntarse: ¡°?Qu¨¦ me est¨¢ pidiendo el otro?¡±. Es algo que han planteado muchas pensadoras, desde Mar¨ªa Zambrano, Simone de Beauvoir, Virginia Woolf o hasta Hannah Arendt, que contest¨® a Heidegger en La condici¨®n humana sobre por qu¨¦ tenemos que pensar qu¨¦ significa nacer, qu¨¦ significa venir al mundo.
P.?Escribe, apoy¨¢ndose en Freud, que ¡°la p¨¦rdida es lo m¨¢s traum¨¢tico que nos puede pasar¡±. ?Por qu¨¦?
R.?Porque no estamos hablando solamente de p¨¦rdida en referencia a la muerte. Una p¨¦rdida puede ser que una persona te deje: la pierdes. Y eso tiene que ver con la vulnerabilidad humana. En La condici¨®n vulnerable defino la vulnerabilidad en el sentido de herida. Vulnerabilidad viene de vulnus: el ser humano es un ser herido.
P.??Y c¨®mo afecta esa vulnerabilidad a la p¨¦rdida?
R.?La p¨¦rdida es una herida que te marca para siempre. El trauma puede cicatrizar, pero la cicatriz permanece.
P.??Y nunca se cura?
R.?Podemos creerlo, pero en cualquier momento ¡ªy pasa con una canci¨®n, un sabor o un objeto que despierte la memoria¡ª, vuelve a abrirse y vuelven los viejos espectros.
P.?Tampoco conf¨ªa en las respuestas de la religi¨®n a la p¨¦rdida.
R.?La religi¨®n no plantea la p¨¦rdida en toda su radicalidad. Es moment¨¢nea, te dice: ¡°Nos volveremos a encontrar¡±. Me gustar¨ªa creer, ?pero alguien puede estar completamente seguro? El ser humano no puede estar seguro. Es vivir en la duda. Eso es la finitud.
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