Samuelson versus Friedman
El PP de Feij¨®o no ha dado se?ales a¨²n de un verdadero programa (ni equipo) econ¨®mico
Los responsables de los bancos centrales de Alemania y Espa?a discuten en p¨²blico sobre pol¨ªtica monetaria y la profundidad de la recesi¨®n. Bien es cierto que solo les separan los detalles, no la sustancia. Falta en la discusi¨®n alg¨²n partidario de quienes sostienen que al ser esta que sufrimos una inflaci¨®n de oferta, el protagonismo de la respuesta deber¨ªa desplazarse de esa pol¨ªtica monetaria. Los bancos centrales tratan de frenar la demanda encareciendo el precio del dinero mientras que los gobiernos que les dan cobijo la impulsan, gastando paladas de dinero p¨²blico en dar protecci¨®n a los hogares y las empresas m¨¢s vulnerables para que puedan seguir consumiendo o invirtiendo. Semejan vectores tirando en distinta direcci¨®n.
De esto tambi¨¦n convendr¨ªa discutir en el Parlamento espa?ol. Sin embargo, en las ¨²ltimas semanas el principal partido de la oposici¨®n se ha quedado seco de ideas econ¨®micas, despu¨¦s de la desaparici¨®n pol¨ªtica de la ex primera ministra brit¨¢nica Liz Trust, con quien ¡ªpor m¨¢s que lo nieguen¡ª compart¨ªan recetas. Ya se sabe que la cuadratura del c¨ªrculo de Feij¨®o (¡°bajar los impuestos, aumentar la inversi¨®n y mejorar los servicios¡±) es un desider¨¢tum no cre¨ªble para los mercados, como dicen con persistencia los organismos multilaterales. Si bien este PP no ha dado todav¨ªa se?ales de un aut¨¦ntico programa (ni equipo) econ¨®mico para gobernar, destaca la pobreza de argumentos con la que se confronta con un Gobierno al que no se le puede negar que est¨¢ haciendo cosas. Bien, mal o regular, eso es lo que se deber¨ªa discutir, no si Pedro S¨¢nchez es o no socialista, mentiroso, arribista, etc¨¦tera.
Y sin embargo, el ¨²nico debate que hay es el pol¨ªtico. No hay contradicci¨®n entre esta afirmaci¨®n y la anterior. A pesar de lo viscoso, pobre y cansino que resulta el forcejeo parlamentario a la vista de los ciudadanos, existe. No tanto en el terreno profesional, intelectual o entre los expertos, donde las controversias sobre el modelo de sociedad apenas se frecuentan. Produce melancol¨ªa la lectura del estupendo libro Samuelson vs Friedman (Deusto), en el que el escritor brit¨¢nico Nicholas Wapshott analiza la historia de las confrontaciones dial¨¦cticas entre estos dos gigantes estadounidenses de la econom¨ªa en las p¨¢ginas del semanario Newsweek, durante casi dos d¨¦cadas. Wapshott ya hab¨ªa publicado sobre las discusiones entre Keynes y Hayek antes de la Segunda Guerra Mundial.
Paul Samuelson, quiz¨¢ el economista m¨¢s completo que haya existido, el primer premio Nobel de Econom¨ªa de EE UU (1970), autor del libro de texto de econom¨ªa m¨¢s vendido de todos los tiempos (titulado, secamente, Econom¨ªa) y cercano a las tesis de Keynes; Milton Friedman, tambi¨¦n Nobel (1976), seguidor de Hayek, autor del seminal Capitalismo y libertad y principal voz de los Chicago Boys. Aunque adversarios ideol¨®gicos, ambos eran amigos, y se turnaron semana a semana en Newsweek cuando esa revista disfrutaba de 14 millones de lectores en su soporte escrito. Hab¨ªa sido adquirida por la familia Graham, inolvidables propietarios de The Washington Post, que quer¨ªan que compitiese con la m¨¢s conservadora Time. El libro no es, pues, solo una historia de c¨®mo compaginar investigaci¨®n y divulgaci¨®n en el espacio de la econom¨ªa, sino tambi¨¦n de periodismo. Cuenta el autor las diferencias entre ambos: Samuelson, con un buen estilo literario que delataba su personalidad, exitoso y seguro de s¨ª mismo; Friedman, como una especie de luchador callejero cuyos derechazos estaban concebidos tanto para sumar puntos como para persuadir a su siempre esc¨¦ptico rival. Friedman fue un militante que escrib¨ªa para ¡°extirpar¡± las ideas de Keynes.
En los ¨²ltimos dos a?os, al menos desde la pandemia de covid y con las secuelas de la guerra de Ucrania encima de la mesa, la dial¨¦ctica keynesianos versus liberales se ha ido desdibujando en favor de las tesis de los primeros. Lo contrario de lo que sucedi¨® durante la Gran Recesi¨®n. Ser¨¢ muy interesante contemplar en qu¨¦ parte del espectro econ¨®mico se va a mecer la derecha espa?ola, si es que no sigue, erre que erre, con sus recetas eternas, como si el mundo no hubiese cambiado.
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