Consecuencias econ¨®micas de una guerra
El conflicto a?adir¨¢ m¨¢s inflaci¨®n a la inflaci¨®n y producir¨¢ una disrupci¨®n en el transporte
El mundo sigue creciendo econ¨®micamente, pero est¨¢ ¡°cojeando¡±. La definici¨®n corresponde al economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Pierre-Olivier Gourinchas. En este entorno mediocre, de repente, sin alarmas previas distintas de las de siempre, y con toda la virulencia, ha estallado lo de Gaza: se inicia otra guerra. Dos lugares del mundo tan diferentes como Rusia-Ucrania y Oriente Pr¨®ximo, estrat¨¦gicos en lo que se refiere a algunas materias primas sist¨¦micas (por ejemplo, el petr¨®leo), se a?aden a la tensi¨®n geopol¨ªtica y cambian el mapa del futuro inmediato.
De la primera ya se ha dicho casi todo en los ¨²ltimos 600 d¨ªas; de Gaza, es muy dif¨ªcil encapsular el conflicto, como algunos pretender¨ªan una vez m¨¢s. Hay que empezar a extraer las primeras consecuencias econ¨®micas de la guerra, por lo que se pueda venir encima al resto. Al tiempo que Ham¨¢s atacaba criminalmente a Israel y ¨¦ste iniciaba una respuesta una vez m¨¢s desproporcionada, en Marruecos se celebraba la asamblea del FMI.
A?o 1985: en una pared de Montevideo se lee la siguiente pintada: ¡°Muera el se?or FMI¡±. En aquel tiempo era canciller uruguayo Enrique Iglesias, ex secretario general de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (Cepal) y futuro secretario general iberoamericano. El odio que anid¨® en la ciudadan¨ªa de muchos pa¨ªses en desarrollo contra la organizaci¨®n multilateral nacida en la posguerra por sus continuos programas de recortes era dif¨ªcilmente extendible al primer mundo. El FMI se ocupa de la estabilidad financiera de las naciones y de las cuestiones macroecon¨®micas, mientras que el Banco Mundial se concentra en el desarrollo a largo plazo y en la reducci¨®n de la pobreza, tal como se estableci¨® en Bretton Woods en el a?o 1944. Todo cambi¨® con la Gran Recesi¨®n que comenz¨® en el a?o 2008, sobre todo en Europa. Las recetas austericidas que afectaron tanto a algunos pa¨ªses pusieron tambi¨¦n al FMI en el punto de mira de su ciudadan¨ªa (v¨¦ase por ejemplo la entrevista a Yanis Varoufakis publicada el pasado domingo en este peri¨®dico). Con ese motivo se volvi¨® a comentar un documento elaborado en el interior de la organizaci¨®n, titulado Actuaci¨®n del FMI en la fase previa de la crisis econ¨®mica: la supervisi¨®n del FMI en 2004-2007. Los funcionarios que lo elaboraron escribieron que no se hab¨ªan enterado de la que se ven¨ªa encima por la uni¨®n de cuatro razones: deficiencias anal¨ªticas, obst¨¢culos organizativos, problemas de gobierno interno y limitaciones pol¨ªticas. La descripci¨®n correspond¨ªa al periodo en que era director gerente del Fondo el espa?ol Rodrigo Rato.
Se hab¨ªa extendido la opini¨®n de que hab¨ªa una captura intelectual del FMI y, como consecuencia, el pensamiento generalizado de que una gran crisis financiera en las econom¨ªas avanzadas era imposible. Se equivocaron de cabo a rabo. Quiz¨¢ por ello, los pron¨®sticos del FMI se ponen tantas veces en cuesti¨®n y brilla la falta de credibilidad. Y, sin embargo, ello no siempre es justo. Los documentos presentados en la asamblea de Marraquech, elaborados mucho antes de lo de Gaza, revelan que amplias partes del planeta est¨¢n viviendo una estanflaci¨®n (bajo crecimiento acompa?ado de inflaci¨®n alta), que es un escenario parecido al que hab¨ªa ahora hace 50 a?os cuando se desarroll¨® la anterior guerra entre ¨¢rabes e israel¨ªes, la del Yom Kipur, y los primeros establecieron un bloqueo de su petr¨®leo a Occidente. Puede haber similitudes entre aquella situaci¨®n ¡ªque incluso transform¨® el modelo de pol¨ªtica econ¨®mica¡ª y ¨¦sta: el conflicto b¨¦lico a?ade inflaci¨®n a la inflaci¨®n y se produce una disrupci¨®n en el transporte o la producci¨®n de petr¨®leo primero en la regi¨®n y despu¨¦s en el resto del mundo.
Pese a la resistencia de la econom¨ªa mundial a los numerosos shocks desde el a?o 2020 ¡ªpandemia, confinamiento, dificultades en las cadenas de suministro, invasi¨®n de Ucrania, etc¨¦tera¡ª, aquella ya se estaba debilitando y hab¨ªa consenso respecto a su aterrizaje suave. Los acontecimientos de Oriente Pr¨®ximo ¡ªun verdadero proceso ¡°descivilizatorio¡±, en concepto de Emmanuel Macron¡ª pueden transformar el aterrizaje suave en aterrizaje brusco para el planeta.
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