Por mucho que se detesten, PSOE y PP tienen que encontrar una v¨ªa de di¨¢logo en Europa

¡°Unidos en la diversidad¡± es un lema com¨²nmente asociado a la Uni¨®n Europea. Pero tambi¨¦n lo es de un pa¨ªs con una historia terrible, Indonesia, donde en 1965 murieron asesinadas entre medio mill¨®n y un mill¨®n de personas. Es decir, el lema significa poca cosa falto de contexto. La UE se enfrenta dentro de pocos meses a unas elecciones en las que tiene que decidir, precisamente, el entorno que rodear¨¢ ese lema en los pr¨®ximos cinco a?os. En las elecciones al Parlamento Europeo (los espa?oles elegir¨¢n 61 de los 720 eurodiputados) se hablar¨¢ quiz¨¢s de nuevas tecnolog¨ªas, de reformas fiscales y de pol¨ªticas clim¨¢ticas, pero no conviene enga?arse a la vista de lo que est¨¢ sucediendo en las elecciones nacionales de los ¨²ltimos a?os. Est¨¢ bastante claro que un punto fundamental ser¨¢ si los europeos nos creemos de verdad que la ¨²nica manera de proteger nuestra buena vida es cerrar las fronteras, especialmente a inmigrantes ¨¢rabes o negros, o si creemos, por el contrario, que si queremos preservar nuestro atractivo modo de vida necesitamos m¨¢s poblaci¨®n, es decir, inmigraci¨®n regulada y organizada en el origen.

Quieran o no, los grandes grupos pol¨ªticos del Parlamento Europeo (Partido Popular Europeo, socialdem¨®cratas, liberales, Verdes) tendr¨¢n que explicar su posici¨®n y, por el momento, no hay buenas noticias. El camino hacia las elecciones europeas (junio 2024) no se est¨¢ trazando sobre la esperanza y la confianza, sino sobre algo muy distinto, el miedo. Un miedo que fomentan grupos peque?os, pero cada vez m¨¢s numerosos en toda Europa, y a los que los grandes partidos no saben c¨®mo atajar, si no es apropi¨¢ndose de parte de su mensaje. La ¨²ltima mala noticia es que Geert Wilders, un conocido dirigente ultraderechista y xen¨®fobo, ha obtenido en las elecciones parlamentarias en Holanda el mejor resultado de su historia, precisamente con un mensaje sin trampa ni cart¨®n: cerrar completamente las fronteras a los inmigrantes musulmanes e incluso expulsar a los sirios que obtuvieron asilo huyendo de la guerra.

Es curioso que los mismos que quieren cerrar las fronteras de Europa reclamen que se ampl¨ªe el n¨²mero de socios a toda velocidad. Quiz¨¢s piensan que la mano de obra barata que necesitan imperiosamente la van a poder obtener de Moldavia, Albania o Macedonia del Norte. ?O quiz¨¢s tengan suerte y la guerra de Ucrania dure lo bastante y puedan seguir benefici¨¢ndose de asilados de ojos claros?

La incre¨ªblemente desproporcionada respuesta de Israel al terrible atentado terrorista de Ham¨¢s y a la toma de rehenes (con m¨¢s de 16.000 v¨ªctimas palestinas, de ellas 5.000 ni?os, y 30.000 heridos) ha sido acogida con un aborrecible silencio en la UE, quiz¨¢s aplastados por esa misma corriente de miedo. ?D¨®nde han quedado discursos como la iniciativa de paz para Oriente Pr¨®ximo que mantuvo en los a?os 2000 el entonces ministro alem¨¢n Joschka Fischer? Para el socialdem¨®crata Olaf Scholz no existe ni tan siquiera el derecho a manifestarse a favor de un Estado palestino.

Habr¨¢ que agradecer que dentro del peque?o c¨ªrculo de voces que condenan el terrorismo de Ham¨¢s, pero denuncian la terrible e indiscriminada violencia del Gobierno israel¨ª, figuren dos importantes voces espa?olas, socialistas ambas: el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez (que ha viajado a Jerusal¨¦n junto con el primer ministro belga, un pa¨ªs con dos grandes comunidades jud¨ªa y musulmana), y el alto representante de la Uni¨®n para Asuntos Exteriores y Pol¨ªtica de Seguridad y vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, Josep Borrell. Pero, por muchas diferencias que existan hoy d¨ªa entre el PSOE y el PP, por mucho enfado y rencor que se muestren sus l¨ªderes, lo cierto es que ser¨ªa un destrozo importante para Espa?a que los dos partidos no pudieran encontrar una v¨ªa de di¨¢logo dentro de la UE. La Uni¨®n necesita tambi¨¦n de las voces del PP espa?ol para reforzar a sus colegas europeos m¨¢s moderados, no a los m¨¢s extremistas. El PP espa?ol nunca ha sido contrario a la inmigraci¨®n reglada (de hecho, sus gobiernos han aprobado m¨¢s regularizaciones de inmigrantes sin papeles que los socialistas), nunca ha temido a los ¨¢rabes ni ha sido racista. Su actual l¨ªder, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, desarrolla una oposici¨®n brutal contra el Gobierno, pero no tiene mucho que ver con los grupos europeos m¨¢s ultras, racistas y fan¨¢ticos anti-islam. Ojal¨¢ no se le olvide nunca.

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