El nuevo mantra verde: que cada granja sea un ecosistema con una biodiversidad equilibrada
Nuevas pr¨¢cticas (en realidad, antiguas) intentan dar otra vida al suelo para que goce de buena salud mejorando el ciclo del agua
La comida calienta el planeta. Seg¨²n Naciones Unidas, los alimentos que producimos generan un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero y la agricultura supone el principal impulsor de la p¨¦rdida de biodiversidad en el ¨¢mbito mundial. Desde que la civilizaci¨®n se aceler¨® en el ¨²ltimo siglo, el ingenio humano ha descubierto c¨®mo producir alimentos a escala industrial. Se cambi¨® el caballo por el tractor, se inventaron los fertilizantes sint¨¦ticos y se descubri¨® c¨®mo acabar con malas hierbas e insectos gracias a herbicidas y pesticidas qu¨ªmicos. Pero todo ello a costa de contaminar las aguas, desertificar las tierras, deforestar los bosques y agotar los recursos naturales. La revoluci¨®n verde que mecaniz¨® el campo comienza a ser cuestionada desde todos los frentes. Una de las voces m¨¢s autorizadas del ecologismo y la filosof¨ªa de la ciencia, la f¨ªsica Vandana Shiva, cuenta a este peri¨®dico que caminamos hacia ¡°una agricultura sin agricultores, llena productos qu¨ªmicos, m¨¢quinas con software esp¨ªa, drones de vigilancia y alimentos cada vez m¨¢s alejados de la red ecol¨®gica de la vida, que es en realidad una red alimentaria¡±.
Y si alimentarnos con esta ¡°no comida¡± compromete nuestra propia vida, la del planeta y la de miles de criaturas, las alternativas comienzan a surgir fuera del sistema alimentario moderno. Y no se trata solo de cambiar los h¨¢bitos hacia una dieta baja en alimentos procesados, ni de cruzar los dedos para que la creciente poblaci¨®n de la India y China no incrementen su consumo de carne, huevos y l¨¢cteos, o de contener un desperdicio de alimentos descomunal, donde un tercio de lo producido se pierde. Tampoco esperar que la producci¨®n bajo la etiqueta org¨¢nica sea la mayoritaria (actualmente representa en Europa en torno al 10,4% de la superficie agr¨ªcola). Se trata de darle un vuelco completo al sistema alimentario antes de agotar todos los suelos, algo que, seg¨²n c¨¢lculos como los de la FAO, de seguir as¨ª, en 50 a?os no quedar¨¢ suficiente suelo f¨¦rtil en el que cultivar alimentos.
La ret¨®rica de la regeneraci¨®n ha comenzado a incorporarse en los discursos de los gigantes de la agroindustria
Frente a este camino del agotamiento, la agricultura regenerativa busca restaurar la biodiversidad del suelo y revertir el cambio clim¨¢tico atrapando carbono y mejorando el ciclo del agua. En la pasada cumbre del clima de Dub¨¢i, m¨¢s de 130 pa¨ªses han firmado acuerdos por valor de m¨¢s de 2.500 millones de d¨®lares (unos 2.300 millones de euros) para invertir en proyectos de agricultura regenerativa bajo el foco de regenerar la salud del suelo, restaurar la biodiversidad y mitigar el cambio clim¨¢tico. El naturalista brit¨¢nico Colin Tudge califica por videoconferencia este modelo como ¡°agricultura iluminada¡±, donde cada granja individual sea un ecosistema capaz de mantener el equilibrio de la biodiversidad. No en vano, el 90% de los m¨¢s de 570 millones de granjas en todo el mundo est¨¢n gestionadas por un individuo o una familia y dependen principalmente del trabajo familiar.
?C¨®mo funciona este sistema? Todo en esta agricultura regenerativa parece partir de un nuevo pacto con la naturaleza: no se rotura la tierra, ya que hacerlo da?a la estructura del suelo y libera carbono almacenado (bajo tierra) en el aire, sino que el suelo se ¡°peina¡± con rodillos y se siembra directamente sobre la cubierta vegetal. El monocultivo da paso a la rotaci¨®n y los insectos y polinizadores son invitados a la huerta mientras se prescinde conscientemente de productos qu¨ªmicos sint¨¦ticos. La degeneraci¨®n da paso a la regeneraci¨®n.
Paralelamente, algo parece estar moviendo las placas tect¨®nicas de las grandes corporaciones de la industria alimentaria. La ret¨®rica de la regeneraci¨®n ha comenzado a incorporarse en los discursos de los gigantes de la agroindustria y, desde Unilever hasta General Mills, pasando por Nestl¨¦, han introducido el t¨¦rmino ¡®regenerativo¡¯ en su discurso, mostrando al mundo sus experiencias regeneradoras y su apoyo a los productores biodin¨¢micos. Hasta el gigante Bayer, hoy due?o de Monsanto, se ha propuesto ¡°liderar¡± el sector de la agricultura regenerativa a trav¨¦s de algo tan alejado del dogma ecol¨®gico como el uso de semillas patentadas, insumos qu¨ªmicos y digitalizaci¨®n del campo.
Bayer confirma a este peri¨®dico su intenci¨®n de adoptar un enfoque sist¨¦mico de la agricultura regenerativa en el que incluyen semillas mejoradas y tecnolog¨ªa digital en el asesoramiento a los agricultores para ¡°producir m¨¢s con menos, mientras se restaura m¨¢s¡±. El gigante de la agroindustria pretende reducir antes de 2030 un 30% las emisiones en los sistemas de cultivo m¨¢s contaminantes mientras ayuda a 100 millones de peque?os agricultores ¡°a ser m¨¢s productivos y rentables¡±.
El escritor, agricultor y cient¨ªfico social Chris Smaje, autor de Saying No to a Farm-Free Future (Ed. Chelsea Green, sin publicar en espa?ol), cree que estamos ante la consolidaci¨®n de un nuevo paradigma agr¨ªcola a trav¨¦s del trabajo de cientos de agricultores y activistas alimentarios, pero tambi¨¦n de un nuevo episodio de greenwashing. Para ¨¦l, el t¨¦rmino ¡®regenerativo¡¯ ha ido r¨¢pidamente por el mismo camino que ¡®sostenible¡¯, significando ¡°casi lo que cualquiera quiera que signifique¡±, hasta ser capturado por los grandes actores industriales del sistema alimentario.
¡°No hay m¨¢ximo ni m¨ªnimo: se puede hacer en un huerto o en una gran extensi¨®n de cereal¡±Jos¨¦ Lorenzo, ganadero
El argentino Tierra Mart¨ªnez, toda una celebridad en el mundo de la agricultura regenerativa, cree que el mundo puede abrazar una producci¨®n beneficiosa econ¨®micamente sin comprometer los suelos. Para ¨¦l, la rentabilidad no est¨¢ re?ida con el compromiso. Trabaja con 4.000 familias agricultoras que venden yerba mate, tabaco y aceite esencial de citronella y es capaz de asegurar rendimientos de miles de euros al a?o. ¡°Que la agricultura proporcione dinero, con ¨¦tica hacia la tierra y hacia la gente es algo maravilloso¡±. Mart¨ªnez cree que la regeneraci¨®n tiene que ser la gran urgencia planetaria: ¡°Si cierro los ojos no veo en el futuro otra posibilidad¡±, y hace suya una frase de Richard Heinberg, del Post Carbon Institute: ¡®Estamos comi¨¦ndonos el futuro de nuestros hijos¡±.
Esta visi¨®n es compartida por numerosos peque?os productores como el ganadero gallego Jos¨¦ Lorenzo, que transform¨® la granja de sus padres seg¨²n los principios regenerativos. Para ¨¦l, el patr¨®n es totalmente escalable: ¡°No existe un m¨¢ximo ni un m¨ªnimo, puedes hacerlo para un huerto de casa o para una gran extensi¨®n de cereal¡±.
Lorenzo asegura que el modelo agr¨ªcola actual se est¨¢ agotando y hay que ¡°prepararse para desaprender¡±. Esta es la gran pregunta, si una transici¨®n global hacia la agricultura regenerativa puede alimentar a un planeta cada vez m¨¢s poblado, que en 2050 se acercar¨¢ a los 10.000 millones de personas. Entidades como el Foro Econ¨®mico Mundial le han puesto cifras al cambio. Seg¨²n esta instituci¨®n, los sistemas alimentarios pueden contribuir hasta en un 37% a la mitigaci¨®n del cambio clim¨¢tico, y le pone cifra a una transici¨®n regenerativa: un aumento de entre 2.000 y 9.000 millones de euros al a?o. Restaurar el suelo tambi¨¦n puede ser rentable.
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