La ¡®trampa de la desigualdad¡¯: crece el consumo, pero no la renta ni la riqueza
Nuevas miradas sobre la inequidad acaban con el largo eclipse que tuvo lugar durante la Guerra Fr¨ªa
Mucho antes de la covid, la globalizaci¨®n ya experimentaba el desgaste que sufre cualquier proceso hist¨®rico. En este caso, las crisis financieras, las migraciones masivas, la utilizaci¨®n del proteccionismo como arma de hegemon¨ªa, el auge del nacionalpopulismo, etc¨¦tera. La pandemia marca una frontera porque junto a la par¨¢lisis del mundo durante un trimestre llegaron las guerras, como tendencias m¨¢s negativas. Y en los dos periodos, antes y despu¨¦s, el crecimiento de las desigualdades entre los ciudadanos de un mismo pa¨ªs. Por ello, antes del coronavirus ya se hablaba abundantemente de reformar el capitalismo, de embridar el capitalismo, de un nuevo ¡°contrato social¡± que abordase la inequidad econ¨®mica y que tuviese en cuenta nuevas realidades como la emergencia clim¨¢tica, la transici¨®n tecnol¨®gica o la diversidad cultural.
Esta es la historia que cuenta el economista serbioestadounidense Branko Milanovi?, profesor de la Universidad de Nueva York, en su ¨²ltimo libro, Miradas sobre la desigualdad (Taurus), en el que confronta de modo muy original a seis de los economistas m¨¢s influyentes de la historia (Quesnay, Smith, Ricardo, Marx, Pareto y Kuznets) con su visi¨®n de la desigualdad, y c¨®mo y por qu¨¦ esperan que cambie la situaci¨®n. As¨ª se introduce una visi¨®n distinta del capitalismo de cada ¨¦poca. El resultado, en general, es que cuatro de esos economistas entienden la desigualdad como producto de la acci¨®n de las clases sociales, uno de ellos de la interrelaci¨®n entre las ¨¦lites y el resto de la sociedad, y el ¨²ltimo, en la diferencia entre las zonas urbanas y las rurales.
La parte m¨¢s notable del libro de Milanovi? es la que describe el largo eclipse de las investigaciones sobre la desigualdad durante la Guerra Fr¨ªa, y el est¨ªmulo que experimentaron cuando apareci¨® el libro de Thomas Piketty El capital en el siglo XXI (del que dice que con el tiempo tendr¨¢ una influencia similar a la Teor¨ªa general de Keynes), en el a?o 2013, y se convirti¨® en un best seller. Piketty habr¨ªa creado una nueva ¡°teor¨ªa pol¨ªtica de la distribuci¨®n de la renta¡± que dice que, si no se interviene el capitalismo, genera una desigualdad cada vez mayor porque los rendimientos del capital, percibidos fundamentalmente por los ricos, superan de forma sistem¨¢tica el crecimiento de la renta media. Este aumento inexorable de la desigualdad solo se ve interrumpido o revertido por acontecimientos externos como crisis econ¨®micas, guerras, ¨¦pocas de hiperinflaci¨®n o por decisiones pol¨ªticas controvertidas (por ejemplo, la subida de impuestos a los m¨¢s poderosos). ¡°Hemos reencontrado en Piketty algunas de las ideas de Marx¡±, escribe Milanovi?.
Es muy interesante la denominada ¡°trampa de la desigualdad¡±, aplicada a los EE UU de la Gran Recesi¨®n, pero que podr¨ªa trasladarse a tantos territorios: el estancamiento de los ingresos de la clase media qued¨® encubierto por la facilidad para pedir cr¨¦ditos (porque los ricos dispon¨ªan de cantidades cada vez mayores de capital financiero libre en busca de ¡°colocaciones¡±) y por la posibilidad de comprar una vivienda, el sue?o eterno de las clases medias, incluso por parte de quienes carec¨ªan de empleo estable o de grandes cantidades de dinero de entrada. As¨ª, el consumo de las clases medias aument¨®, lo que sugiere una prosperidad moderada, mientras que los ingresos reales se estancaban. La crisis financiera de 2008 puso de manifiesto esa disparidad entre los movimientos de renta y el consumo: hubo que devolver los cr¨¦ditos y pagar las hipotecas y, sencillamente, no hab¨ªa dinero para ello. Muchas personas perdieron las viviendas, embargadas por los bancos, los intereses de las tarjetas de cr¨¦dito y otras deudas que no se pod¨ªan refinanciar de modo indefinido. Hubo un momento en que parte de las clases medias creyeron que eran ricas, hasta que se dieron cuenta de que la prosperidad de las ¨²ltimas d¨¦cadas era un espejismo para ellas. Eran otros los pr¨®speros.
Fue Galbraith quien dijo que los fen¨®menos especulativos duran en la mente humana una generaci¨®n y luego vuelven con nuevas formas.
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