EE UU: el gran capital que apoya a Trump considera prescindible la democracia
Las crisis econ¨®micas han hecho m¨¢s da?o al sistema que cualquier r¨¦gimen totalitario
Los peores enemigos del capitalismo son los capitalistas. Sus partidarios son sus enemigos. En las crisis mayores del sistema, los adversarios m¨¢s potentes no han sido sus alternativas te¨®ricas, sino una parte de sus potenciales aliados, de sus protagonistas, de aquellos que dec¨ªan creer en ¨¦l hasta el fin, hasta el abuso, utilizando la falta de controles en su propio y exclusivo beneficio (otra vez las ¨¦lites extractivas), sinti¨¦ndose m¨¢s listos, m¨¢s guapos y m¨¢s informados que el resto de los ciudadanos. Joseph Stiglitz cierra el silogismo: la Gran Recesi¨®n y dem¨¢s crisis econ¨®micas del ¨²ltimo cuarto de siglo han hecho m¨¢s da?o a los valores fundamentales de la democracia que cualquier r¨¦gimen totalitario; si no se encuentra la capacidad de intervenci¨®n p¨²blica que pueda resistirse a la detonaci¨®n de los mercados y haga compatibles los intereses contrapuestos de la sociedad global, no podr¨¢ hablarse de democracia.
Se cierra as¨ª el silogismo: tanto la democracia como el capitalismo est¨¢n en cuesti¨®n. La jerarqu¨ªa de valores exige ¡ªexcepto para los fundamentalistas del mercado, que los sigue habiendo aunque ahora est¨¦n encogidos¡ª que en ¨²ltima instancia el principio econ¨®mico est¨¦ subordinado al pol¨ªtico, y no al rev¨¦s. Esto es lo que se ha desequilibrado en los ¨²ltimos tiempos y lo que explica que se haya producido un retroceso, todav¨ªa ¡°pac¨ªfico¡± en la mayor parte de los casos, de la democracia en beneficio del mercado. La democracia, al impedir la exclusi¨®n de los ciudadanos por parte del mercado, aumenta la legitimidad del sistema econ¨®mico, mientras que el mercado, al paliar la influencia de la pol¨ªtica sobre la vida de la gente, permite una mayor adhesi¨®n a la democracia. Cada uno de los principios que reg¨ªan la esfera pol¨ªtica y la econ¨®mica encontraba su limitaci¨®n natural en el otro.
Esto es lo que ha cambiado en la primera fase del siglo XXI: hay un debilitamiento de la democracia como instancia de regulaci¨®n del desarrollo social y econ¨®mico, una especie de ¡°estado de excepci¨®n econ¨®mico¡±. Para una parte del capital, la democracia se ha convertido en prescindible.
El ¡°universo Donald Trump¡± es una buena representaci¨®n de todo ello. En esta aventura, que finalizar¨¢ de una manera u otra el 5 de noviembre, Trump ha sido acompa?ado de diversos think tanks y centros de pensamiento. El m¨¢s importante de ellos ha sido la Fundaci¨®n Heritage (del que ¨²ltimamente el candidato a presidente ha declarado sentirse alejado por su extremismo ¡ªsic¡ª, sin que nadie lo crea). La Heritage es la madre del Proyecto 2025, algo as¨ª como el programa electoral de Trump, un plan autoritario, nacionalista y cristiano para conducir a EE UU a una autocracia. Es lo que temen los polit¨®logos Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, que, unos a?os despu¨¦s de haber convertido en un cl¨¢sico su texto C¨®mo mueren las democracias, publican La dictadura de la minor¨ªa (Ariel) y llegan a la conclusi¨®n de que, en t¨¦rminos democr¨¢ticos, la situaci¨®n es mucho peor que cualquier escenario que hubieran podido anticipar. La rep¨²blica no se ha desmoronado (incluso con la insurrecci¨®n violenta de enero de 2021), pero es innegable que se ha vuelto menos democr¨¢tica.
El director del Proyecto 2025, Paul Dans, ha explicado que sus gentes est¨¢n ¡°preparadas sistem¨¢ticamente¡± para cuando Trump gane y asuma el cargo, crear un nuevo ej¨¦rcito de conservadores, ¡°entrenados y especialmente armados, listos para luchar contra el Estado profundo¡±. Esta delirante distop¨ªa est¨¢ en la agenda de la principal democracia del mundo, en el caso de que Kamala Harris pierda la presidencia. El Proyecto 2025 indica c¨®mo tomar el control partidista de las distintas instituciones, reducir dr¨¢sticamente las regulaciones medioambientales (negacionismo del cambio clim¨¢tico), recortes fiscales, proteccionismo, promoci¨®n de la pena capital, y reducci¨®n del peque?o Estado de bienestar estadounidense (Medicaid y Medicare), etc¨¦tera.
Se conoce bien qui¨¦n es Trump. Se trata de saber qui¨¦nes son las ¨¦lites intelectuales que le acompa?an en esta formidable marcha atr¨¢s.
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