Chile: de 'finis terrae imperial' a "copia feliz del ed¨¦n" autoritario

En el extremo sur occidental de Am¨¦rica del Sur, Chile se ha desenvuelto como una sociedad marcada por su situaci¨®n geogr¨¢fica y su realidad natural, que han condicionado su organizaci¨®n republicana. El impacto de la realidad natural en la organizaci¨®n institucional chilena se aprecia en la opci¨®n nacional de privilegiar el orden y la estabilidad sobre la libertad, llegando a implementar un r¨¦gimen autoritario que, incluso, la noci¨®n de rep¨²blica en ocasiones ha quedado en suspenso. Ha sido un imperativo derivado del ponderado orden natural lo que ha llevado al correspondiente orden autoritario que ha caracterizado su existencia.

'Finis terrae' del imperio espa?ol

Debe resaltarse la situaci¨®n geogr¨¢fica marginal y extrema de Chile durante el periodo colonial como lo demuestra, en primer t¨¦rmino, la toponimia del territorio. Por el sur, en la costa desmembrada del extremo meridional occidental de Am¨¦rica del Sur, nombres como los de Puerto de Hambre, Isla Desolaci¨®n, Golfo de Penas, Seno ?ltima Esperanza, Bah¨ªa Salvaci¨®n, Cabo Deseado y Puerto Misericordia reflejan las dificultades que las condiciones geogr¨¢ficas y clim¨¢ticas impusieron a los conquistadores, tanto como la impresi¨®n que estas causaron entre ellos.

El recuerdo de la amarga traves¨ªa de Diego de Almagro y sus hombres permaneci¨® vivo entre los conquistadores y sus descendientes

Desde los or¨ªgenes de la rep¨²blica, los emblemas patrios representaron las apreciadas caracter¨ªsticas naturales de Chile

El aislamiento de Chile fue acentuado, a su vez, por la poderosa cordillera de los Andes, otro obst¨¢culo que fue frecuentemente representado en escritos de los viajeros europeos a trav¨¦s de una imagen fat¨ªdica. El recuerdo de la amarga traves¨ªa de Diego de Almagro y sus hombres permaneci¨® vivo entre los conquistadores y sus descendientes, cohibiendo el cruce del muro de hielo y roca que, por la dureza de sus condiciones clim¨¢ticas, se transform¨® en una barrera que separ¨® a Chile del resto del continente.

Su enclaustramiento derivado de las condiciones extremas de sus ambientes lim¨ªtrofes, tanto como la dureza de una existencia cotidiana marcada por la constante guerra contra los araucanos y las peri¨®dicas cat¨¢strofes naturales que lo sacud¨ªan, por no referirse a la end¨¦mica pobreza, la transform¨® en la colonia m¨¢s pobre del Imperio espa?ol, haciendo de Chile una sociedad casi marginal.

"Copia feliz del ed¨¦n"

La necesidad de atraer colonos y recursos a un territorio desprestigiado llev¨® a los conquistadores a exaltar las bondades naturales de Chile despu¨¦s de la frustrada empresa de Almagro a los confines del mundo, a lo m¨¢s hondo de la tierra, como para los incas se presentaba el extremo occidental de Am¨¦rica meridional.

Por consiguiente, promover la imagen de este territorio como un espacio bendecido por la naturaleza tiene su origen en una necesidad pr¨¢ctica, y el enaltecimiento del suelo propio ha sido una actitud constante que se acentu¨® a lo largo del siglo XIX. Desde los or¨ªgenes de la rep¨²blica, los emblemas patrios representaron las apreciadas caracter¨ªsticas naturales de Chile y su extrema ubicaci¨®n geogr¨¢fica tanto como su vocaci¨®n republicana y unitaria.

La Canci¨®n Nacional adoptada en 1847 pondera la realidad natural de Chile y exalta la vocaci¨®n libertaria de la naci¨®n. Las caracter¨ªsticas del pa¨ªs, sus glorias y sus grandes destinos se ven reflejados en ella:

Puro es, Chile, tu cielo azulado,

Puras brisas te cruzan tambi¨¦n

y tu campo de flores bordado

es la copia feliz del Ed¨¦n.

Majestuosa es la blanca monta?a

que te dio por baluarte el Se?or,

y ese mar que tranquilo te ba?a

te promete futuro esplendor.

A esta noci¨®n se sumaron concepciones ideol¨®gicas con versos que exaltan la determinaci¨®n libertaria del pueblo chileno derivada de su valorada realidad f¨ªsica. El coro del himno es elocuente:

Dulce Patria, recibe los votos

con que Chile en tus aras jur¨®

que, o la tumba ser¨¢s de los libres

o el asilo contra la opresi¨®n.

La alusi¨®n al "jard¨ªn del Ed¨¦n" no es solo una met¨¢fora en relaci¨®n a las caracter¨ªsticas f¨ªsicas del territorio nacional, lo es tambi¨¦n como proyecci¨®n de un espacio pol¨ªtico en el cual, se cre¨ªa, prevalec¨ªa la ley y el orden, un verdadero "asilo contra la opresi¨®n".

El orden, la paz y la libertad representaron aspiraciones que emanaban de la realidad natural, pero tambi¨¦n de las experiencias sufridas despu¨¦s de la Independencia. Las convulsiones vividas, sumadas a la dram¨¢tica realidad de algunos de los pa¨ªses que nac¨ªan a la vida independiente en Am¨¦rica, terminaron por exaltar el orden y la estabilidad como elementos esenciales de la rep¨²blica de Chile, incluso sobre la libertad que, para la ¨¦lite, de todas formas resultaba asegurada por la vigencia del r¨¦gimen republicano.

Chile: ?o el asilo contra la opresi¨®n?

Sin embargo, ?cu¨¢l fue el precio pagado por la sociedad chilena para alcanzar la posici¨®n excepcional que se le atribu¨ªa? Sin duda, el autoritarismo, materializado en un arsenal de modalidades represivas contra la "anarqu¨ªa" y "los perturbadores del sosiego p¨²blico". Como la realidad hist¨®rica lo muestra, y ha sido estudiado y acreditado, "las modalidades represivas perdurar¨ªan en la cultura pol¨ªtica de la rep¨²blica".

La referencia a la naturaleza y a su prodigalidad con Chile fue una manera de legitimar el r¨¦gimen autoritario, que de este modo terminaba siendo una prolongaci¨®n civil del orden natural, y por lo tanto pr¨¢cticamente inmutable, tanto como el predominio pol¨ªtico de quienes lo impon¨ªan. Despu¨¦s de la dictadura de Pinochet, el presidente Patricio Aylwin encabez¨® la transici¨®n a la democracia en Chile. Entre sus desaf¨ªos estuvo reformar la heredada institucionalidad autoritaria.