Cameron: "No permitiremos que la cultura del miedo se imponga en las calles"

Los disturbios, lejos de apaciguarse, se han extendido a otros lugares de Reino Unido. El primer ministro brit¨¢nico, David Cameron ha dicho hoy que, ante la actual ola de violencia callejera, no permitir¨¢ que "la cultura del miedo" prevalezca en las calles. "Foto a foto, todos los delincuentes ser¨¢n identificados y detenidos", ha asegurado Cameron. "Necesit¨¢bamos una respuesta y hemos respondido con firmeza", ha a?adido. Cameron ha presidido hoy en Downing Street una reuni¨®n de su gabinete de crisis para evaluar la respuesta a los saqueos y disturbios. En este sentido, el primer ministro brit¨¢nico ha dicho que ha mostrado "lo peor" y "lo mejor" del pa¨ªs, en alusi¨®n a los "delincuentes" que provocan los destrozos y la polic¨ªa que lucha contra ellos. "Las personas detenidas por participar en los disturbios ser¨¢n enviadas a prisi¨®n", ha subrayado el primer ministro.

Cameron y la Polic¨ªa Metropolitana han autorizado el uso de pelotas de goma y ca?ones de agua para repeler a los saqueadores y alborotadores en Londres y el resto de ciudades brit¨¢nicas sacudidas por la oleada de violencia. "Hay un problema moral", ha dicho el primer ministro, que ha hecho hincapi¨¦ en las im¨¢genes que mostraban grupos de j¨®venes rompiendo ventanas con actitud vand¨¢lica y que fing¨ªan ayudar a los heridos para asaltarlos despu¨¦s. "Nos enfrentamos a algo completamente nuevo, pero que es un problema persistente", ha sentenciado. Desde el s¨¢bado han sido detenidas 805 personas en la capital brit¨¢nica (251 con cargos) y 1.337 en todo el pa¨ªs.

La violencia contin¨²a

En las ¨²ltimas horas se ha cumplido lo que las autoridades se tem¨ªan. Con Londres en estado de m¨¢xima alerta, con la polic¨ªa aconsejando a los due?os de restaurantes que cierren sus puertas, con un despliegue policial masivo para lo que se acostumbra en la capital brit¨¢nica, que pas¨® una noche en relativa calma tras tres d¨ªas de disturbios, la violencia se extendi¨® ayer a varias ciudades de Inglaterra. Los encapuchados no aguardan a la noche para atacar. En Manchester, Birmingham, Wolverhampton, Salford y West Bromwich los disturbios se prodigaron a plena luz del d¨ªa.

Unos 2.000 j¨®venes se enfrentaron a la polic¨ªa en Manchester, en los primeros altercados en esta ciudad del norte de Inglaterra. Los disturbios tuvieron lugar en una de las calles principales del centro, donde se incendiaron locales y un centenar de alborotadores entraron en un centro comercial y asaltaron varias tiendas. Unos disturbios que han provocado que la empresa de autobuses National Express haya suspendido las rutas que operan en Birmingham (la estaci¨®n de esta localidad ha sido cerrada), Wolverhampton y Manchester a la espera de "pr¨®ximas noticias", seg¨²n recoge la BBC.

Otro de los escenarios principales de dos incidentes de esta madrugada ha sido Liverpool. Unos 200 c¨®cteles molotov han sido lanzados en el sur de la ciudad, en el ¨¢rea de Toxterh, provocando da?os en los edificios y comercios de la zona, as¨ª como tambi¨¦n coches incendiados, seg¨²n informaci¨®n de la polic¨ªa,que ha efectuado 44 arrestos en la zona desde la noche del lunes, seg¨²n recoge en su perfil de Twitter. Los incidentes provocaron que las autoridades policiales desplegaran varios furgones en la zona, llegando a cortar la calle de Smithdown y pidiendo a la poblaci¨®n que se alejara de la zona.

Hubo tambi¨¦n peque?as escaramuzas en zonas de las West Midlands (en el centro del pa¨ªs). La polic¨ªa de la zona detuvo anoche a 109 personas por los incidentes registrados en Birmingham, West Bromwich y Wolverhampton. A¨²n as¨ª, los agentes informan que no hay tantos disturbios, ni tan fuertes, como los registrados la noche del lunes en el centro de Birmingham. Un portavoz del cuerpo policial de West Midlands especific¨® que m¨¢s de 400 polic¨ªas patrullaron anoche las calles, a los que se sumaron efectivos municipales.

En Nottingham, entre 30 y 40 personas participaron durante las primeras horas de anoche en un ataque con c¨®cteles molotov contra una comisar¨ªa de la localidad, seg¨²n confirm¨® la polic¨ªa de esta ciudad, que no tiene constancia de da?os personales ni grandes da?os materiales a causa de este incidente. Los bomberos consiguieron extinguir las llamas sobre la medianoche. La misma polic¨ªa, a trav¨¦s de su cuenta en Twitter confirm¨® que ocho personas fueron detenidas en relaci¨®n con este incidente.

Nada que perder

La pauta de los j¨®venes es en todos los casos similar. Queman edificios sin otro objetivo que la destrucci¨®n, agreden a la polic¨ªa y, a menudo, a cualquiera que tenga la mala fortuna de toparse en su camino. No proclaman reivindicaciones de ning¨²n tipo. Y aunque rechazan dar sus nombres, no es dif¨ªcil dar con alguien que considera a los agentes la encarnaci¨®n del racismo y de todos los males. Da la impresi¨®n, al ver en las im¨¢genes de televisi¨®n a chavales que saquean comercios a cara descubierta, que muchos piensan que no tienen casi nada que perder.

Los disturbios son cosa de j¨®venes con ch¨¢ndal y habitualmente encapuchados, y tambi¨¦n de algunas chicas que tapan sus rostros con pa?uelos. Incluso algunas mujeres han contribuido a montar barricadas para que los j¨®venes -a veces adolescentes- se l¨ªen a pedradas contra la polic¨ªa.

Todo comenz¨® la noche del pasado s¨¢bado, cuando explot¨® la violencia en Londres. Pero lo hizo solo en una zona limitada del norte, en el depauperado barrio de Tottenham y alrededores. Los j¨®venes saqueadores atemorizaron el domingo otros distritos de la capital, e incluso brotaron altercados en el c¨¦ntrico Soho. La noche del lunes los alborotadores, ante la presencia bastante pasiva de una polic¨ªa desbordada que nada hac¨ªa por impedir el robo de los comercios -lo que ha provocado la ira e indignaci¨®n de los londinenses-, se esparcieron por toda la capital brit¨¢nica.

Algunas escenas captadas con m¨®viles son escalofriantes: la mujer que salta desde la ventana de su casa incendiada para ser recibida por los brazos de un mont¨®n de hombres; el chaval que sangra tirado en el suelo y que es ayudado por otros j¨®venes a ponerse de pie. El agredido deja un peque?o charco de sangre atr¨¢s y comienza a caminar. Aturdido, no percibe que quienes le ayudan le est¨¢n robando cosas que llevaba en la mochila. Los transe¨²ntes pueden ser apedreados por turbas tan peque?as como agresivas que no tienen en cuenta ni siquiera la avanzada edad de algunas personas: un anciano londinense se halla en estado cr¨ªtico tras ser atacado cuando intentaba apagar un fuego.

La inmensa mayor¨ªa de los ciudadanos, tras las primeras jornadas de estupor, comienzan a decir basta. Ya se ve¨ªan ayer por Londres personas con escobas dispuestas a limpiar las calles despu¨¦s de una noche de batalla campal, y en Ealing, un barrio de la capital, muchos vecinos pasaron la noche en vela.

Los londinenses no se sienten seguros. Los ciudadanos se han quejado de la falta de seguridad y exigen soluciones al Gobierno Por eso, Cameron anunci¨® un despliegue policial sin precedentes: 16.000 agentes vigilaron anoche las calles de Londres.