Xi y Putin exhiben su amistad frente a las divisiones en la cumbre del G7

Vlad¨ªmir Putin y Xi Jinping conectan, sin duda. El presidente chino es el ¨²nico l¨ªder extranjero con el que el jefe de Estado ruso ha celebrado su cumplea?os, seg¨²n sostiene el propio Putin: ¡°tomamos un vodka y salchichas¡±, ha rememorado en una entrevista concedida a la televisi¨®n china esta semana. Este viernes, tras una reuni¨®n en Pek¨ªn, ha sido el turno de Xi de agasajar al que ha llamado ¡°mi mejor, m¨¢s ¨ªntimo amigo¡±, al entregarle la primera Medalla de la Amistad, un nuevo galard¨®n con el que Pek¨ªn va a distinguir a los extranjeros m¨¢s apreciados.

El gesto es simb¨®lico, no solo de su sinton¨ªa personal, sino de su acercamiento cada vez mayor en el tablero pol¨ªtico, empujados por la err¨¢tica pol¨ªtica exterior estadounidense. Este fin de semana ambos son los protagonistas de la cumbre de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n de Shangh¨¢i, un foro de pa¨ªses asi¨¢ticos creado por China y al que asistir¨¢n l¨ªderes como el jefe de Estado iran¨ª, el primer ministro indio o el presidente paquistan¨ª. Una se?al clara para las potencias del G7 reunidas mientras tanto en Canad¨¢.

Xi y Putin tienen muchas cosas en com¨²n. Ambos, h¨¢biles operativos pol¨ªticos, acaban de renovar en el cargo para una larga temporada. Su estilo de mando es el de hombre fuerte; comparten una perspectiva nacionalista; se ven a s¨ª mismos y sus sistemas de gobierno como grandes alternativas al modelo occidental. Los dos tratan de cortejar a unos aliados estadounidenses a los que la Casa Blanca ningunea.

En seis a?os se han reunido 25 veces; solo en 2017 se vieron cara a cara en cinco ocasiones. Esta vez, adem¨¢s de sus reuniones oficiales, compartir¨¢n el s¨¢bado un viaje en tren de alta velocidad para acercarse al puerto de Tianjin ¡ªun trayecto de una hora¡ª para ver un partido de hockey.

No se trata solo de amistad personal y afinidad ideol¨®gica entre estos vecinos que comparten 4.000 kil¨®metros de frontera y un intercambio comercial de 90.000 millones de d¨®lares anuales. A asociarse les impulsan las convergencias econ¨®micas, los intereses geoestrat¨¦gicos¡­ y Donald Trump. Las decisiones del presidente estadounidense ¡ªque pese a las expectativas de Mosc¨² no ha mejorado los lazos con Rusia y que parece dispuesto a lanzar una guerra comercial en toda la regla contra Pek¨ªn¡ª han hecho arrebujarse a¨²n m¨¢s a dos compa?eros no tan extra?os.

Gradualmente, ambos han aparcado sus diferencias sobre sus respectivas influencias en Asia Central. Los dos han votado juntos en la ONU contra la intervenci¨®n de potencias occidentales en Siria; Mosc¨² se ha opuesto a las patrullas occidentales en las aguas internacionales del mar del Sur de China, que Pek¨ªn considera propias. Y han incrementado su cooperaci¨®n militar: a las maniobras conjuntas del verano pasado en el B¨¢ltico, en diciembre se sum¨® un ejercicio de sistemas de? defensa antimisiles.

¡°No importa c¨®mo fluct¨²e la situaci¨®n internacional, China y Rusia siempre han considerado el desarrollo de sus relaciones como una prioridad¡±, ha dicho Xi este viernes al comenzar su reuni¨®n formal en el Gran Palacio del Pueblo.

Durante sus dos d¨ªas juntos, los dos l¨ªderes tienen abundantes asuntos que tratar. La cumbre del SCO, el s¨¢bado y el domingo en la ciudad costera de Qingdao, servir¨¢ para respaldar al iran¨ª Hasan Rohani y lanzar un fuerte mensaje de apoyo al acuerdo nuclear del que Trump ha renegado. Tanto Mosc¨² como Pek¨ªn han dejado claro que continuar¨¢n su colaboraci¨®n con Teher¨¢n, en ¨¢reas como la energ¨ªa nuclear o las finanzas, pese al veto de EE UU y la amenaza de sanciones.

Putin, que precede de una visita de Estado su participaci¨®n en la cumbre, y Xi han dedicado tambi¨¦n largo y tendido en sus contactos a la situaci¨®n en la pen¨ªnsula coreana, cuatro d¨ªas antes de la esperad¨ªsima reuni¨®n entre Trump y Kim Jong-un en Singapur. Tanto Pek¨ªn como Mosc¨² comparten posici¨®n sobre el proceso de deshielo en el Norte ¡ªdesnuclearizaci¨®n gradual y levantamiento de sanciones a ritmo ¨¢gil¡ª, y no quieren quedar fuera de las negociaciones.

¡°Es una satisfacci¨®n que el proceso de negociaci¨®n intercoreano que se ha iniciado siga la l¨®gica de la hoja de ruta ruso-china para resolver el conflicto¡±, declar¨® Putin en una comparecencia conjunta ante la prensa con Xi.

La seguridad y la lucha contra el terrorismo isl¨¢mico en Asia Central, donde China prev¨¦ una de las grandes ¨¢reas de expansi¨®n de su ambicioso plan de infraestructuras conocido como Nueva Ruta de la Seda, componen otro eje de las conversaciones bilaterales de los dos l¨ªderes y de las multilaterales en el foro, al que acudir¨¢n los jefes de Estado o de Gobierno de los principales pa¨ªses de esa regi¨®n.

En su reuni¨®n formal, Xi y Putin han firmado acuerdos de cooperaci¨®n, entre ellos el establecimiento de un fondo de inversi¨®n industrial dotado de mil millones de d¨®lares y la construcci¨®n rusa de cuatro centrales nucleares en territorio chino. Los dos pa¨ªses quieren estimular tambi¨¦n su relaci¨®n comercial, muy alejada a¨²n del objetivo oficial de 200.000 millones de d¨®lares para 2020.

¡°La l¨®gica del comercio mundial es la cooperaci¨®n conjunta¡±, dijo el presidente chino. Esta vez, sus palabras no iban dedicadas a su amigo. Era un mensaje de los dos a Trump.