Tres d¨¦cadas del primer grito de democracia en Chile contra Augusto Pinochet
Sebasti¨¢n Pi?era entremezcla en su discurso una cr¨ªtica frontal por violaci¨®n de derechos humanos con un reconocimiento al dictador por "honrar su compromiso y reconocer el veredicto" de las urnas
Tres d¨¦cadas del fin efectivo de la dictadura. Tres d¨¦cadas del portazo de los chilenos al r¨¦gimen de Augusto Pinochet en uno de los d¨ªas m¨¢s importantes de la historia reciente del pa¨ªs sudamericano: el plebiscito abierto en el que, el 5 de octubre de 1988, millones de ciudadanos pusieron punto final a la dictadura c¨ªvico-militar que reg¨ªa en el pa¨ªs sudamericano desde el golpe de Estado contra Salvador Allende, en 1973. La pregunta era sencilla: Pinochet s¨ª o Pinochet no. Y una estrecha mayor¨ªa de chilenos -el 54%- se decant¨® por la segunda opci¨®n.
El plebiscito apuntaba a la continuidad de Pinochet hasta d¨ªas antes de la cita con las urnas, pero la negativa de m¨¢s de la mitad del electorado desemboc¨® en la convocatoria urgente de elecciones y con el democratacristiano Patricio Aylwin como l¨ªder del primer gobierno democr¨¢tico en Chile despu¨¦s de 17 a?os. El proceso, in¨¦dito a escala mundial, cont¨® con la participaci¨®n de siete millones de personas.
La de Chile es una democracia que se jacta de haber sido recuperada ¡°con l¨¢piz y papel¡±, como apunt¨® una vez el expresidente Ricardo Lagos, y el orgullo por su conquista pac¨ªfica cruza varias generaciones de chilenos. En la ¨¦poca, la televisi¨®n fue el principal medio para captar votantes y el f¨²tbol, tan popular en el pa¨ªs sudamericano, no estuvo fuera de la campa?a. Mientras la propaganda pinochetista exhib¨ªa a El¨ªas Figueroa -para muchos el mejor jugador de todos los tiempos- pidiendo ¡°un pa¨ªs ganador¡±, la franja del No (cuyo planeamiento se narra en la pel¨ªcula No, protagonizada por Gael Garc¨ªa) eligi¨® el relato de Carlos Caszely y las torturas de las que fue v¨ªctima su madre como uno de sus mensajes centrales.
As¨ª fue como el d¨ªa clave lleg¨® entre la expectaci¨®n internacional y la duda de si un eventual resultado adverso ser¨ªa respetado por Pinochet. Esos d¨ªas estuvieron tambi¨¦n marcados por el regreso de exiliados como la viuda de Allende, Hortensia Bussi o la visita frustrada del cantante Joan Manuel Serrat, que planeaba participar en un acto de la oposici¨®n.
Tres d¨¦cadas despu¨¦s del hito que marc¨® el inicio de la transici¨®n democr¨¢tica, el conservador Sebasti¨¢n Pi?era -que gobierna con partidos que apoyaron el r¨¦gimen de Pinochet- ha insistido este viernes en un mensaje de unidad. En un acto de conmemoraci¨®n realizado en el palacio de La Moneda, el Presidente salud¨® el valor que tuvieron los l¨ªderes de "la Concertaci¨®n por el no", un conjunto de agrupaciones pol¨ªticas que acab¨® derivando en el conglomerado que gobern¨® a Chile por 20 a?os y que ten¨ªa entre sus principales l¨ªderes al expresidente Ricardo Lagos. Fue precisamente Pi?era -que hoy asegura que en el plebiscito vot¨® por desalojar a Pinochet del poder-, quien rompi¨® la racha del centroizquierda en 2010, al asumir como presidente en el primero de sus dos mandatos.
Pi?era abord¨® tambi¨¦n este viernes la polarizaci¨®n que precedi¨® al golpe militar en que las Fuerzas Armadas bombardearon La Moneda el 11 de septiembre de 1973 para posteriormente tomar todo el poder tras el suicidio del presidente Allende. ¡°Nuestra democracia comenz¨® a enfermarse mucho antes del a?o 1973¡±, se?al¨® el actual mandatario chileno. En su discurso con motivo del aniversario del plebiscito, Pi?era opin¨® que a partir de los a?os setenta se perdi¨® el respeto por la Constituci¨®n y las instituciones que conforman el Estado de derecho.
El mandatario chileno se refiri¨®, en tono cr¨ªtico, a los a?os en los que pa¨ªs latinoamericano vivi¨® bajo el yugo de la dictadura: ¡°M¨¢s all¨¢ de las meritorias modernizaciones realizadas, restringi¨® severamente las libertades y cometi¨® graves, sistem¨¢ticos e inaceptables atropellos a los derechos humanos¡±. Pero en los 25 minutos de discurso de Pi?era, tambi¨¦n hubo espacio para una alabanza a Pinochet: en medio de lo que catalog¨® de "gran triunfo de nuestra democracia", el gobernante subray¨® que "esa noche el r¨¦gimen militar honr¨® su compromiso y reconoci¨® el veredicto que hab¨ªa dado de forma clara un grupo amplio de chilenos".
Seg¨²n los datos recogidos por la Comisi¨®n Valech en 2011, sumando los casos de detenidos desaparecidos, ejecutados, torturados y presos pol¨ªticos, el n¨²mero de v¨ªctimas de la dictadura de Pinochet supera las 40.000 personas. De ellas, 3.065 est¨¢n muertas o desaparecidas.
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