¡°Solo recuerdo la emoci¨®n de las cosas¡±
El acoso escolar es un drama mundial que afecta al 43% de los alumnos entre 10 y 14 a?os, seg¨²n un estudio de Unicef
Estaba leyendo Viento de la luna (Companhia das Letras, S?o Paulo) del escritor andaluz Antonio Mu?oz Molina, miembro de la Real Academia Espa?ola, cuando en una interrupci¨®n encontr¨¦ en Facebook una peque?a noticia que me conect¨® con la frase que abre el libro. A ella el autor le dedica, para resaltarla, toda una p¨¢gina en blanco. Escribe: ¡°Solo recuerdo la emoci¨®n de las cosas¡±.
La noticia, del sitio web Pais&Filhos, ten¨ªa relaci¨®n, justamente, con el mundo de las emociones: ¡°Una profesora se corta el cabello igual que una alumna que sufr¨ªa bullying¡±. La joven profesora es Shannon Grim, de la escuela primaria de Willis en el Estado de Texas, en Estados Unidos. La ni?a que sufr¨ªa acoso escolar por parte de sus compa?eros es Priscila P¨¦rez, seguramente hispana, de cinco a?os. La menor era objeto de mofa porque ¡°llevaba el cabello corto como los ni?os¡±. La profesora not¨® que la peque?a hab¨ªa empezado a entrar en depresi¨®n. Eran las v¨ªsperas de Navidad. Reflexion¨® sobre la manera de ayudarla a superar su problema y tuvo una idea que, aunque le costaba, pens¨® que podr¨ªa rescatar la autoestima de la ni?a. Decidi¨® cortar su cabello como el de Priscila. Reanudadas las clases, la llegada de Shannon con el cabello corto gust¨® a los alumnos, pero la que m¨¢s se emocion¨® fue Priscila al verse igual que su profesora. La maestra aprovech¨® la ocasi¨®n para explicar a sus alumnos ¡°que los ni?os pueden tener el cabello largo como las ni?as y las ni?as el cabello corto como los ni?os¡±. As¨ª de simple y as¨ª de contundente.
La noticia me hizo recordar la iniciativa de la artista brasile?a Fernanda Candeias, quien hizo mu?ecas de trapo sin cabello para regal¨¢rselas a los ni?os que padecen c¨¢ncer en los hospitales. La creadora me cont¨® la emoci¨®n de una ni?a, que al recibir la mu?eca se abraz¨® a ella sonriente y exclam¨®: ¡°?No tiene cabello, como yo!¡±.
Priscila recuper¨® su alegr¨ªa y su autoestima cuando su profesora se cort¨® el cabello como ella. La docente cont¨® en una entrevista a Today Style que la menor le dijo: "Cuando sea grande voy a tener amigos que ser¨¢n malos conmigo, pero yo voy a ser buena con ellos como t¨²¡±. S¨ª, son solo gestos como miles otros, pero en un mundo que se presenta cruel con los ni?os, v¨ªctimas precoces de la violencia que persigue a los diferentes, despiertan emoci¨®n.
No es posible olvidar que el tema del bullying en las escuelas es un drama mundial que afecta al 43% de los alumnos entre 10 y 14 a?os, seg¨²n un estudio de Unicef. Y Brasil es, tristemente, el cuarto pa¨ªs con mayores ¨ªndices de este fen¨®meno.?La psic¨®loga Danielle Zeotti cree que el acoso escolar puede ser considerado como una enfermedad que debe ser tratada como un ¡°desv¨ªo grave de conducta¡±. Al mismo tiempo, el bullying est¨¢ estrechamente unido a las tentativas de suicidio de los ni?os. Una tendencia que est¨¢ creciendo peligrosamente. Las burlas que los alumnos hacen a sus compa?eros llevan a las v¨ªctimas a la depresi¨®n. Hoy, un 20% de los adolescentes sufren depresi¨®n en el mundo.
En una entrevista reciente de Pablo Guim¨®n en este diario a Marc Brackett, director del Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale, donde naci¨® el concepto de Inteligencia Emocional, se condena el prejuicio de que mostrar emociones sea una se?al de debilidad. Es lo contrario, dice, Brackett, ya que ¡°son las emociones las que nos hacen m¨¢s inteligentes¡±. Reprimirlas solo crea malos estudiantes.
En verdad, seg¨²n la psicolog¨ªa, quienes m¨¢s sufren en nuestra sociedad invadida por los s¨ªmbolos de la fuerza, la virilidad y la violencia, son los incapaces de entender sus propias emociones. No es solo la racionalidad lo que nos hace ser, dice la psicolog¨ªa emocional, m¨¢s creativos e innovadores, sino la fuerza de nuestras emociones encauzadas para completar nuestra personalidad.
Cuando se les pregunta en las escuelas a los j¨®venes estudiantes cuales son sus principales sentimientos suelen enunciar que se sienten ¡°cansados, estresados, aburridos¡±. No es dif¨ªcil concluir, dicen los psicoanalistas, que con esos pre¨¢mbulos dif¨ªcilmente estar¨¢n preparados para la aventura de una vida creativa y feliz.
En tiempos en que se intenta imponer en la educaci¨®n experiencias reaccionarias como la de Escuela sin partido en Brasil [un proyecto que propone vetar el uso en las aulas de la palabra ¡°g¨¦nero¡± y de la expresi¨®n ¡°orientaci¨®n sexual¡±, entre otras cosas], o la caza a los profesores que aborden el tema del sexo o de la identidad de g¨¦nero. En tiempos en que los valores pasan por los s¨ªmbolos de la fuerza, los gestos guerreros del desprecio y de la persecuci¨®n por los d¨¦biles, el ejemplo en una escuela rural de Texas de la profesora que corta su cabello para parecerse a su alumna v¨ªctima del bullying, resulta m¨¢s que una an¨¦cdota.
Seguramente, la peque?a Priscila, cuando sea adulta y se arroje al r¨ªo peligroso de la vida, lo que recordar¨¢ y lo que, probablemente, la salvar¨¢ habr¨¢ sido (como escribe Mu?oz Molina) la fuerza de una emoci¨®n que le impidi¨® sucumbir en el abismo. Nada m¨¢s. ?Les parece poco?
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