Los nacionalistas vencen en pa¨ªses clave, pero no ganan poder en la Euroc¨¢mara
La proyecci¨®n de esca?os publicada por el Parlamento apunta a que el Partido Popular Europeo y los socialistas pierden la mayor¨ªa absoluta que sumaban desde hace 40 a?os
La UE ha resistido el asalto de las fuerzas ultraderechistas y eur¨®fobas gracias al auge de liberales y verdes en las elecciones al Parlamento Europeo de este domingo. El Partido Popular Europeo, vencedor de los comicios, y los socialistas, segunda fuerza, han perdido la mayor¨ªa absoluta que sumaban desde hace 40 a?os y necesitar¨¢n apoyo para contener a unos partidos euroesc¨¦pticos que han logrado la victoria, seg¨²n los primeros resultados, en plazas tan importantes como Francia, Italia, Reino Unido o Polonia.
La proyecci¨®n de esca?os publicada por el Parlamento al filo de la medianoche otorga 178 esca?os al PPE (221 en 2014), frente a 152 de Socialistas y Dem¨®cratas (S&D), la segunda fuerza m¨¢s votada (191 en 2014). Las formaciones euroesc¨¦pticas suman 168 esca?os, en torno al 25% de un hemiciclo de 751. Una cifra lejana al temido 33% con el cual podr¨ªan aspirar a entorpecer la maquinaria legislativa, pero considerable dado que su presencia se consolida entre varios de los pa¨ªses grandes de la UE.
El grupo liberal, seg¨²n la proyecci¨®n, rondar¨ªa los 108 diputados (frente a los 67 parlamentarios de 2014), lo que le permitir¨ªa convertirse en una bisagra imprescindible para una alianza entre conservadores y socialistas. Los Verdes, con 67 esca?os, seg¨²n la estimaci¨®n (obtuvieron 50 en 2014), tambi¨¦n aspiran a ese papel y se ofrecen ya como complemento para una mayor¨ªa estable. En Espa?a, seg¨²n resultados ya oficiales, el PSOE se convierte en la fuerza m¨¢s votada, con un 32% de los apoyos, equivalente a 20 esca?os, seg¨²n el recuento de casi la totalidad de las papeletas (94,5%).
El ascenso de las fuerzas euroesc¨¦pticas se ha visto mitigado en algunos pa¨ªses (Alemania) y neutralizado en otros (Holanda y Austria), gracias, en parte, a una participaci¨®n que se ha disparado al alza por primera vez en 40 a?os de elecciones al Parlamento Europeo. Pero las cuatro jornadas de votaci¨®n han desencadenado una sacudida pol¨ªtica de importantes dimensiones, con un Parlamento Europeo sin mayor¨ªas n¨ªtidas y con varios Gobiernos en el alero, entre ellos, el de Alemania.
A la anunciada dimisi¨®n de la primera ministra brit¨¢nica, Theresa May, tras la jornada de votaci¨®n del jueves en Reino Unido se ha sumado este domingo el adelanto de elecciones en Grecia y la amenaza de bloqueo pol¨ªtico en B¨¦lgica tras las elecciones generales celebradas al mismo tiempo que las europeas. El mal resultado de los socialistas en Alemania tambi¨¦n abre la posibilidad de un adelanto electoral en ese pa¨ªs.
La ca¨ªda de la abstenci¨®n, que marc¨® un r¨¦cord del 56,2% en 2014, parece confirmar el efecto catalizador del Brexit, que ha destapado ante la opini¨®n p¨²blica el riesgo real de desintegraci¨®n de la unidad europea. La masiva afluencia en ciertos casos (en pa¨ªses otrora tan euroesc¨¦pticos como Dinamarca se ha superado el 60%) ha despejado los temores previos de Bruselas.
El atractivo de las urnas tambi¨¦n ha aumentado considerablemente gracias a la personalizaci¨®n de algunas de las opciones en pol¨ªticos de renombre continental, como el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, emblem¨¢tico representante de las opciones proeuropeas, y el vicepresidente del Gobierno italiano, Matteo Salvini, como cabeza visible de la alternativa euroesc¨¦ptica. Y en varios pa¨ªses, entre ellos Espa?a, la participaci¨®n se vio estimulada, adem¨¢s, por la coincidencia de las europeas con otros comicios nacionales, regionales o locales.
"Me complace anunciarles que la primera estimaci¨®n sobre participaci¨®n apunta a la cota m¨¢s alta en 20 a?os y al primer aumento significativo desde las primeras elecciones en 1979", se?al¨® hacia las ocho de la tarde el portavoz oficial del Parlamento, Jaume Duch. Los datos apuntan a una participaci¨®n del 50,5%, el mejor dato desde 1994 (56,7%) y muy por encima del 42,6% de hace cinco a?os.
Sin embargo, las mayores elecciones transnacionales del planeta, con m¨¢s de 425 millones de potenciales votantes, han dejado claro el evidente descontento en grandes capas de poblaci¨®n, canalizado en muchos pa¨ªses a trav¨¦s de formaciones que abogan por la ruptura con la UE (como el partido del Brexit en Reino Unido) o por recortar dr¨¢sticamente las competencias de las instituciones comunitarias (como la Lega de Salvini en Italia, el PiS de Jaroslaw Kaczynski en Polonia o el Fidesz de Viktor Orb¨¢n en Hungr¨ªa).
El resultado tambi¨¦n revela el desgaste de las dos grandes familias pol¨ªticas (democracia-cristiana y socialdemocracia), que han sido los pilares del proyecto europeo durante seis d¨¦cadas. Los datos apuntan a una ajustada victoria del Partido Popular Europeo (PPE), que se habr¨ªa impuesto por quinta vez consecutiva desde 1999. Pero su margen de maniobra se ha reducido significativamente y ni siquiera con la ayuda de los Socialistas y Dem¨®cratas (S&D) parecen en condiciones de sumar una mayor¨ªa de m¨¢s del 50% de los esca?os.
Los conservadores han preservado el liderazgo en su principal feudo, Alemania, e iniciaron los movimientos para intentar mantener el control de la Comisi¨®n Europea en la misma tarde del domingo, antes de que cerrasen los colegios electorales en todo el continente (los ¨²ltimos, en Italia, a las once de la noche).
El candidato del PPE a la presidencia de la Comisi¨®n Europea, el alem¨¢n? Manfred Weber, reclam¨® el domingo su derecho al puesto. "Los europeos han decidido y han enviado un claro mensaje", se?al¨® Weber tras constatar la victoria de su formaci¨®n. "Dejemos de hablar de crisis y empezemos una nueva fase con optimismo", a?adi¨® el l¨ªder de los conservadores.
Los socialdem¨®cratas, que cuentan con el holand¨¦s Frans Timmermans como candidato a presidir la Comisi¨®n, no parecen haber logrado los avances esperados y Espa?a se perfila como su ¨²nico basti¨®n. En Alemania podr¨ªan quedarse como tercera fuerza, por detr¨¢s de conservadores y Verdes, lo que abre la opci¨®n a buscar a corto plazo una coalici¨®n para el Gobierno federal.
Aun as¨ª, Timmermans no ha arrojado la toalla y en la noche del domingo reiter¨® que "intentaremos forjar una alianza progresista" en Bruselas para reducir por primera vez la fuerza del PPE en las instituciones. La idea pretend¨ªa abarcar a un arco parlamentario "desde Macron hasta Tsipras", en alusi¨®n a los liberales franceses y los izquierdistas griegos. Las primeras proyecciones indican que una alianza de cuatro partidos (socialistas, liberales, verdes e izquierda) se quedar¨ªan a una decena de los 376 esca?os necesarios para nombrar al presidente de la Comisi¨®n.
El plan tambi¨¦n puede quedar muy debilitado si se confirma que el grupo de Macron, Renacimiento, es derrotado en las urnas por Reagrupamiento Nacional (RN), de Marine Le Pen. El partido de Alexis Tsipras, Syriza, tambi¨¦n parece abocado a un segundo puesto tras los conservadores de Nueva Democracia.
La derrota de Macron ser¨ªa especialmente significativa, porque el presidente franc¨¦s hab¨ªa convertido la cita del 26 de mayo en una suerte de plebiscito sobre el proyecto europeo. El inquilino del El¨ªseo aspira a dar la vuelta al resultado de 2014, cuando el partido de Le Pen se convirti¨® en el m¨¢s votado del pa¨ªs. Cinco a?os despu¨¦s, la ultraderechista mantiene casi intacto su empuje. Y el europe¨ªsmo entusiasta de Macron puede haber sufrido su primer batacazo en las urnas despu¨¦s de haber sido seriamente cuestionado por las protestas de los chalecos amarillos.
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