Los nuevos l¨ªderes del SPD piden un giro a la izquierda de la gran coalici¨®n
Walter-Borjans y Esken dan otra oportunidad a la alianza en la que gobiernan con Merkel
El de este viernes en Berl¨ªn ha sido el estreno de Norbert Walter-Borjans y Saskia Esken. El Partido Socialdem¨®crata de Alemania (SPD) ha arrancado su congreso federal con un nuevo t¨¢ndem al frente, determinado a escorar el partido a la izquierda, pero sin sobresaltos y con prudencia. Nada de romper de forma abrupta con la gran coalici¨®n que comparten con los conservadores de la canciller Angela Merkel y que no es de su agrado. A cambio, negociar¨¢n mejoras con sus socios de Gobierno: piden m¨¢s inversi¨®n p¨²blica, m¨¢s pol¨ªticas clim¨¢ticas y la subida del salario m¨ªnimo. ¡°He sido y soy esc¨¦ptica con el futuro de esta gran coalici¨®n, pero con esta moci¨®n damos a la gran coalici¨®n una oportunidad realista de continuar¡±, dijo Esken durante su discurso, centrado en los derechos de los trabajadores, la igualdad de oportunidades y la justicia social.
Este congreso es el broche final a una semana en la que el SPD ha renovado su c¨²pula tras seis meses de interinidad y aquejado de una aguda crisis de identidad sobre qu¨¦ rumbo debe tomar el partido m¨¢s antiguo de Alemania, que atraviesa horas muy bajas. Los sondeos de intenci¨®n de voto les otorgan apenas un 14%. La elecci¨®n del t¨¢ndem supuestamente rupturista ha ilusionado a la izquierda del partido, pero ha despertado tambi¨¦n una oleada de temores dentro y fuera del SPD. En este congreso sin embargo, ha quedado claro que el mundo no va a venirse abajo, al menos no por la elecci¨®n de los nuevos l¨ªderes. Walter-Borjans logr¨® el refrendo del 89% de los delegados en el congreso y Esken el 75%.
Un triunfo para las juventudes del partido
Los Jusos las poderosas juventudes socialdem¨®cratas y su carism¨¢tico l¨ªder, Kevin K¨¹hnert son probablemente los grandes vencedores en la tortuosa transici¨®n del partido socialdem¨®crata. Forman un ej¨¦rcito de 70.000 militantes de entre 14 y 35 a?os, que en esta batalla por la identidad de la socialdemocracia alemana (SPD) se han decantado claramente por candidatura izquierdista, que ha acabado por triunfar.
En los despachos de Berl¨ªn, hay pocas dudas de que el respaldo de K¨¹hnert a Norbert Walter-Borjans y Saskia Esken ha sido determinante para aupar al t¨¢ndem ganador.
Antonia Hemberger, vicepresidenta de los Jusos, no ocultaba el viernes su entusiasmo ante lo que consider¨® ¡°un gran logro para nosotros. Estamos muy contentos. Han ganado nuestros candidatos¡±, aseguraba a este diario en los m¨¢rgenes del congreso.
El deseo que anida entre muchos de los j¨®venes militantes de romper con la gran coalici¨®n con los conservadores, que consideran que les obliga a renunciar a sus principios en aras del compromiso pol¨ªtico, tendr¨¢ que esperar. Hemberger explica que ellos mismos han llegado a la conclusi¨®n de que la opci¨®n maximalista, la ruptura ¡°podr¨ªa tener consecuencias que no hab¨ªamos tenido en cuenta¡±. Durante estos d¨ªas se ha hablado mucho de que proyectos como la pensi¨®n b¨¢sica, pactada recientemente entre conservadores y socialdem¨®cratas, podr¨ªa saltar por los aires de partirse la alianza. ¡°A¨²n as¨ª, somos esc¨¦pticos de que la colaci¨®n vaya a ser capaz de actuar mejor que en los dos a?os anteriores. Si las conversaciones con la CDU fracasan, habr¨¢ que salirse de la gran coalici¨®n¡±, advierte Hemberger, de 22 a?os.
Walter-Borjans pidi¨® en su discurso pronunciado en el congreso de Berl¨ªn un gran plan de inversi¨®n p¨²blica para la pr¨®xima d¨¦cada y llam¨® a desterrar el mantra del Schwarze Null, el d¨¦ficit cero presupuestario y el llamado freno de la deuda, que limita el endeudamiento del Estado federal y de los l?nder. ¡°Si reducimos la deuda, pero dejamos el medio ambiente contaminado, las infraestructuras en ruinas y un retraso tecnol¨®gico, ese es un endeudamiento mucho peor para las generaciones futuras¡±, a?adi¨®. El antiguo ministro de Finanzas de Renania del Norte-Westfalia rechaz¨® adem¨¢s el objetivo de gasto militar del 2% del PIB, como aspira la OTAN.
¡°Si el regreso al partido de Willy Brandt [¡] es un giro a la izquierda, entonces, demos juntos un giro a la izquierda¡±, dijo Walter-Borjans. ¡°Si ser la izquierda es subir las pensiones un poco con los impuestos de los m¨¢s ricos para que todo el mundo pueda envejecer con dignidad, somos la izquierda¡±. Su intervenci¨®n, as¨ª como la de Esken cosecharon un largo aplauso por parte de los m¨¢s de 600 delegados presentes en la sala de congresos berlinesa.
Pero m¨¢s all¨¢ de grandes objetivos m¨¢s o menos asumibles, los nuevos l¨ªderes han moderado el tono, conscientes de que su victoria hace una semana como presidentes del SPD fue ajustada y de que el partido est¨¢ muy dividido. ¡°Ganaron por poco y con una participaci¨®n baja. Tienen que ganarse a la mayor¨ªa porque no tienen la legitimidad para cambiar el rumbo del partido¡±, indica a este diario Martin Schulz, expresidente del SPD y de la Euroc¨¢mara. ¡°La idea de romper con la coalici¨®n y pasar a la oposici¨®n es una locura. Est¨¢ claro que ir ahora a elecciones destrozar¨ªa el partido¡±, a?ade en la gran sala donde se celebra el congreso.
La posici¨®n de Schulz no es una excepci¨®n. El ministro de Finanzas, Olaf Scholz, derrotado en la carrera por la presidencia del SPD es un pol¨ªtico muy valorado por los votantes y muchos en el partido ve¨ªan en ¨¦l a un futuro canciller. Por eso y porque solo fueron elegidos por el 53% de los militantes que votaron, los nuevos l¨ªderes saben que tienen que tender puentes al ala m¨¢s centrista si quieren superar unidos la aguda crisis de un partido que encadena derrotar electorales y cuya agenda pol¨ªtica est¨¢ cada vez m¨¢s desdibujada a ojos los electores. Han sido muy conscientes de que cualquier propuesta que aspirara a ser aprobada en este congreso deb¨ªa ser a la fuerza conciliadora.
Un miembro del partido defin¨ªa as¨ª el reto tit¨¢nico que Walter-Borjan y Esken tienen por delante: son como jugadores de f¨²tbol que hasta ahora han estado en los vestuarios. Ha llegado el momento de salir al campo y jugar con otros jugadores ¡ªes decir, sus detractores dentro del SPD¡ª y contra otro equipo, la CDU en el Gobierno.
Un sondeo de Forsa publicado el viernes ilustraba bien la divisi¨®n que rasga a los socialdem¨®cratas. El 46% de los votantes del SPD creen que un giro a la izquierda puede devolverles la credibilidad. Un 43% cree que una pol¨ªtica centrista y m¨¢s pragm¨¢tica podr¨ªa ser la soluci¨®n a sus problemas. De la misma manera, un 42% piensa que en la oposici¨®n se podr¨ªan recuperar, mientras que un 54% cree que el partido debe seguir dentro de la gran coalici¨®n.
M¨¢s inversi¨®n p¨²blica
La moci¨®n presentada al congreso por la ejecutiva, indica que ¡°Alemania acumula un retraso masivo en inversi¨®n. El resultado son unas infraestructuras publicas en parte ruinosas¡± y pone como ejemplo la expansi¨®n pendiente de la banda ancha y las agudas carencias en telecomunicaciones. Destaca la necesidad de ¡°fuertes inversiones p¨²blicas en los pr¨®ximos 10 a?os¡± en educaci¨®n, transporte, telecomunicaciones y cambio clim¨¢tico. Consideran que el presupuesto actual no es suficiente y estima que las inversiones las inversiones ¡°no deben ser obstaculizadas por posiciones dogm¨¢ticas como el Schwarze Null de Sch?uble¡±, en alusi¨®n al exministro de Finanzas y defensor de las pol¨ªticas de austeridad.
El texto pide subir tambi¨¦n el salario m¨ªnimo, un logro del SPD, de 9,19 euros la hora a 12 en el futuro, porque cree que el actual ¡°no es suficiente para garantizar las condiciones m¨ªnimas ni una pensi¨®n por encima de la b¨¢sica¡±. Para ello, se reevaluar¨¢ el a?o que viene el salario m¨ªnimo como est¨¢ previsto con ¡°el objetivo claro de subir hasta 12 euros¡±.
Piden adem¨¢s fijar un precio efectivo al CO2, que permita a Alemania alcanzar los compromisos de lucha contra el cambio clim¨¢tico. ¡°Las medidas actuales deben ser ampliadas¡±, dice el texto en alusi¨®n al paquete del clima multimillonario aprobado recientemente por el Gobierno alem¨¢n. Hacen hincapi¨¦ adem¨¢s en que las medidas de lucha contra el calentamiento no pueden afectar de forma desproporcionada a los m¨¢s desfavorecidos.
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