En busca de im¨¢genes para la memoria del cerco de Sarajevo
Tras dos d¨¦cadas de silencio, un bosnio crea una web para localizar fotograf¨ªas antiguas de su hermano, muerto en la guerra, y que otros hallen las de sus seres queridos que perdieron


El 3 de mayo de 1995, con 16 a?os, Amel Hodzic muri¨® por el disparo de un francotirador serbobosnio cuando jugaba al tenis frente a su casa, en Sarajevo. Fue uno de los 1.600 menores v¨ªctimas del cerco serbobosnio a la ciudad entre 1992 y 1996; y su historia, una m¨¢s inadvertida en un pa¨ªs que vive el recuerdo de la guerra entre el trauma y el hast¨ªo. Un cuarto de siglo despu¨¦s, su hermano Dzemil ha creado una web para rescatarla, hallar alguna antigua fotograf¨ªa en la que estuviesen juntos y ayudar a otros a encontrar los retazos del pasado que compartieron con familiares y amigos antes de perderlos.
¡°Mi hermano muri¨® frente a m¨ª. Vi c¨®mo mi madre trataba de ayudarlo, de mantenerlo con vida, aunque el francotirador le hab¨ªa dado en el pecho y casi muri¨® en el acto¡±, cuenta en una cafeter¨ªa de su Sarajevo natal, en una entrevista durante un reciente viaje a Bosnia. ¡°Durante al menos 24 a?os [hoy tiene 37] no habl¨¦ de lo que pas¨®. Ni siquiera lo mencionaba cuando hablaba sobre la guerra con otra gente. No es que estuviese avergonzado, sino que lo ten¨ªa en el fondo de mi mente, porque sent¨ªa que todo el mundo hab¨ªa pasado por algo dif¨ªcil y que hab¨ªa casos peores que el m¨ªo. Pero cuando rastre¨¦ fotos, vi que no ten¨ªa de nosotros dos, mientras que otros s¨ª ten¨ªan de sus hermanos¡±.

Decidi¨® entonces crear Sniper Alley, una p¨¢gina web para que los supervivientes del cerco compartan sus fotograf¨ªas, de forma que los dem¨¢s puedan identificar a sus seres queridos; y ¨¦l, quiz¨¢s, encontrar alguna con su hermano. Solo tiene una de los dos, sonrientes en pijama en un sof¨¢ en torno a 1991, antes de la guerra. ¡°Quiz¨¢s muchos tengan fotos de personas que no saben qui¨¦nes son. No se trata de que la gente env¨ªe recuerdos tristes. Pueden ser de la boda de un hermano o del d¨ªa en el que recibieron un juguete¡±, asegura. La idea es crear una especie de base de im¨¢genes y textos que sirva a la vez para reconstruir el puzle de los recuerdos y, de cara al futuro, como testimonio de los 1.425 d¨ªas de cerco, el m¨¢s largo a una capital en la historia moderna. Lo emocional y la memoria hist¨®rica.

Es el caso de su propia experiencia, que figura en la web en ocho lenguas (espa?ol, entre ellas) y en la que habla de su noveno cumplea?os, celebrado en un refugio contra los bombardeos. O de la ilusi¨®n de encontrar ¡°juguetes gratis¡± durante la guerra: los peque?os paraca¨ªdas en los que ca¨ªan las antorchas que iluminaban los lugares antes de bombardearlos. O de la ¡°vida de ensue?o¡± que supon¨ªan a?os sin deberes escolares ni rega?inas de los padres (¨¦l, en el frente; ella, enfermera en el hospital al que llegaban los heridos del conflicto). Hasta el d¨ªa ¨Dt¨¦cnicamente en medio de una tregua¨D en el que muri¨® su hermano y que considera desde entonces el punto final a dos cosas: la guerra y su infancia. ¡°Tard¨¦ en encontrar el coraje para escribir algo sobre el tema¡±, relata hoy Hodzic, editor de v¨ªdeo que reside en Doha desde 2007. ¡°Supone mucha exposici¨®n hablar de mi trauma. Y honestamente, no s¨¦ por qu¨¦ lo he hecho ahora. Quiz¨¢s porque tengo hijos, o porque alcanc¨¦ la madurez suficiente¡±.
En Sniper Alley, que el pr¨®ximo agosto cumplir¨¢ un a?o, Hodzic rinde adem¨¢s homenaje a los fotoperiodistas que retrataron el cerco. ¡°H¨¦roes olvidados de los que no se habla¡±, los define. De una parte, les pide permiso para difundir sus im¨¢genes, de forma que quienes vivieron el asedio puedan reconocer a otros en ellas. Ya hay instant¨¢neas de una veintena, como Derek Hudson, Luc Delahaye o Enrico Dagnino. De otra, dedica una secci¨®n a quienes plasmaron a trav¨¦s de sus objetivos la Sarajevo sitiada y han fallecido en los ¨²ltimos a?os, caso de Yannis Behrakis, Romano Cagnoni y Hidajet Delic.

La web lleva por nombre, en ingl¨¦s, la Avenida de los Francotiradores, el famoso y largo bulevar repleto de avisos ¡°Pazi ¨C Snajper! (?Cuidado, francotirador!¡±) en el que las se?ales de impactos de bala y las llamadas ¡°rosas¡± (manchas de pintura roja en el suelo que recuerdan los lugares donde al menos tres personas murieron por proyectiles de mortero) dan hoy cuenta de lo peligroso que era cruzarlo. La mayor¨ªa de fotoperiodistas se aloj¨® durante la guerra en el ¨Dentonces fr¨ªo y agujereado y hoy elegantemente reconstruido¨D hotel Holiday Inn, que da justo a la avenida. Desde all¨ª captaron las v¨ªctimas, el miedo y las estrategias (correr, usar un veh¨ªculo de la ONU como escudo, cruzar en coche a todo acelerar...) que empleaban los habitantes de Sarajevo para atravesarla.
La web recoge una cita del fallecido premio Nobel de la Paz y superviviente del Holocausto Elie Wiesel: ¡°Olvidar a los muertos es como matarlos una segunda vez¡±. Por eso, dice Hedzic, el proyecto trasciende lo personal. ¡°No es solo sobre m¨ª y mi hermano. Estoy seguro de que muchas personas tienen una historia que contar y no la consideran importante. Pero lo es. La gente olvida, y cuando lo hace, est¨¢ condenada a que les suceda de nuevo aquello que han olvidado. Pero, m¨¢s importante a¨²n, olvidar significa no respetar a las v¨ªctimas¡±.
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