Bolsonaro militariza la sanidad y desplaza a los t¨¦cnicos de la gesti¨®n de la pandemia
El Ministerio de Sanidad es controlado por el general Eduardo Pazuello y han sido nombrados al menos 25 militares, la mayor¨ªa sin experiencia en salud p¨²blica
En el Ministerio de Sanidad de Brasil, el ambiente entre los empleados es tenso. Despu¨¦s de que dos ministros abandonaran el Gobierno en plena crisis del coronavirus por diferencias con el presidente Jair Bolsonaro, los militares se han multiplicado en los puestos clave de la cartera, la mayor¨ªa nombrados por el ministro interino, el general Eduardo Pazuello. El Ministerio, ac¨¦falo desde hace 59 d¨ªas, est¨¢ inmerso en una disputa pol¨ªtica y ha perdido protagonismo en la grave crisis sanitaria. Los t¨¦cnicos dicen que les da verg¨¹enza incluso llevar mascarilla para protegerse del virus en la Explanada de los Ministerios por temor a que la acci¨®n se considere ¡°ideol¨®gica¡±.
Las reuniones en el Ministerio de Sanidad, seg¨²n narran los t¨¦cnicos, se han convertido en juntas en las que los militares siempre evocan el nombre de Pazuello. Se les exige entregas y plazos y cada vez hay menos espacio para discusiones t¨¦cnicas que gu¨ªen las pol¨ªticas nacionales de salud p¨²blica. Todo esto, se?alan, ha provocado una ruptura en la agenda de la cartera, responsable de coordinar el complejo mecanismo del Sistema ?nico de Salud ¡ªla sanidad p¨²blica brasile?a¡ª, cuyas acciones las llevan a cabo los Estados y Ayuntamientos.
¡°Estamos viviendo hace meses una situaci¨®n muy dif¨ªcil. All¨¢ adentro, los colegas est¨¢n muy angustiados. Muchos t¨¦cnicos van a trabajar en persona, pero se averg¨¹enzan de usar un cubrebocas, como si fuera una actitud ideol¨®gica. Es como si se hubiera convertido en comunista. Quien est¨¢ con el Gobierno no usa una mascarilla¡°, dice un empleado que ha trabajado en la cartera durante 15 a?os y que habl¨® con EL PA?S bajo condici¨®n de anonimato. El temor es que acciones como esta provoquen despidos, ya que una gran parte del personal del Ministerio de Salud no son servidores, sino contratistas externos de otras instituciones. A principios de junio, un grupo de t¨¦cnicos fue despedido por producir un documento que inclu¨ªa garantizar la salud de las mujeres que tuvieron abortos en las causales permitidas por la ley brasile?a durante la pandemia. ¡°Esto se convirti¨® en una agenda ideol¨®gica que trajo persecuci¨®n y hace que las personas de otras ¨¢reas tengan miedo de hablar¡±, dice el empleado.
Mientras tanto, Brasil roza los 1,9 millones de casos de la covid-19 y se aproxima a las 73.000 muertes. Las cifran han llevado a un ministro de la Suprema Corte, Gilmar Mendes, a decir el fin de semana pasado que el Ej¨¦rcito se est¨¢ asociando ¡°a un genocidio¡±. La fuerte presencia de militares en el Ministerio de Sanidad, que comenz¨® con la gesti¨®n rel¨¢mpago de Nelson Teich (menos de un mes en el puesto de ministro) y se consolid¨® con la de Pazuello, tambi¨¦n se refleja en la tensi¨®n interna. Durante la pandemia se han nombrado al menos a 25 militares, la mayor¨ªa sin experiencia en sanidad.
Seg¨²n los t¨¦cnicos, en las reuniones internas los militares siempre mencionan el nombre del ministro interino Pazuello al pasar las directrices a los equipos, algo que no suced¨ªa en las administraciones anteriores. Marcados por la jerarqu¨ªa y la disciplina, exigen plazos y entregas. Sin embargo, las discusiones t¨¦cnicas han perdido relevancia, incluso en otras ¨¢reas que no est¨¢n directamente relacionadas con la pandemia y que no pueden paralizarse por la crisis. Es el caso de las acciones para controlar enfermedades como la diabetes y la hipertensi¨®n, las campa?as contra el dengue y las pol¨ªticas para la salud de la mujer.
¡°Estas agendas se est¨¢n descuidando. La situaci¨®n interna actual es muy mala. Las agendas son muy restringidas y antit¨¦cnicas. Los militares no conocen el ¨¢rea y no dejan que los t¨¦cnicos se manifiesten. Muchos est¨¢n dejando de opinar gradualmente, porque es muy vergonzoso. Yo soy uno de estos¡±, dice un funcionario que ha preferido no identificarse. Advierte de que los efectos de las decisiones pol¨ªticas no se reflejan inmediatamente en los indicadores sanitarios, pero que las consecuencias se podr¨¢n observar en los pr¨®ximos meses y a?os.
Es un hecho. Brasil ha estado sin ministro titular de Sanidad en los ¨²ltimos dos meses. Durante este tiempo, el cargo lo ha ejercido interinamente el general Pazuello. Bolsonaro ya ha dicho que no va a permanecer en el puesto ¡°para siempre¡±, pero ha advertido de que no hay una fecha l¨ªmite para nombrar a otra persona. En la cartera, los funcionarios creen que la interinidad tiene poco efecto sobre el tama?o del espacio que los militares est¨¢n ocupando. La influencia de Pazuello en las decisiones internas se considera m¨¢s fuerte incluso que la del exministro Teich, que sol¨ªa delegar m¨¢s en su Gabinete y no interfer¨ªa tanto en el trabajo que se llevaba a cabo. ¡°Pazuello est¨¢ al mando. No est¨¢ ausente¡±, dice el funcionario.
El problema radica en la politizaci¨®n de la pandemia en los ¨²ltimos meses. Mientras las alas ideol¨®gicas y militares ocupaban un espacio importante en otros ministerios del ultraderechista Jair Bolsonaro ¡ªcomo los de Educaci¨®n y Familia, Mujeres y Derechos Humanos¡ª, el de Sanidad logr¨® mantenerse relativamente al margen de estas cuestiones durante el primer a?o de Gobierno. Con los cambios de ministros durante la pandemia, la crisis pol¨ªtica afect¨® la agenda de la cartera, que hist¨®ricamente ha tenido una posici¨®n t¨¦cnica importante por la que ha recibido el respaldo tanto de la sociedad como de la comunidad m¨¦dica.
Pero una de las primeras acciones de Pazuello fue publicar un protocolo de tratamiento para la covid-19 que incluye hidroxicloroquina, incluso no habiendo pruebas cient¨ªficas de su eficacia contra la enfermedad. Bolsonaro ha defendido el medicamento desde el inicio de la crisis. ¡°En las campa?as, cuando se dice que el Ministerio de Sanidad advierte de algo, la sociedad lo respeta. Con la pandemia, lo que vemos es que su imagen se est¨¢ desgastando por sus posturas menos t¨¦cnicas¡±, dice el funcionario.
El ¨®rgano m¨¢s importante en Sanidad del pa¨ªs est¨¢ perdiendo protagonismo durante la crisis. En teor¨ªa, su papel ser¨ªa el de definir las reglas, regular y financiar pol¨ªticas para combatir el virus. Y a los Estados y Ayuntamientos les corresponder¨ªa ejecutar la estrategia nacional. Pero el comportamiento err¨¢tico del presidente ¡ªque se posicion¨® contra las medidas de aislamiento social necesarias para frenar el contagio del coronavirus¡ª llev¨® al Supremo Tribunal Federal a dejar que los alcaldes y gobernadores tomaran decisiones sobre este asunto.
El Gobierno Federal ha utilizado esta decisi¨®n como argumento para vaciar su papel como coordinador de la gesti¨®n de la epidemia. B¨¢sicamente, se ha convertido en un receptor de las demandas de los administradores locales, que a menudo solicitan que se les env¨ªen respiradores, medicamentos y pruebas para tratar a los pacientes infectados. ¡°Ha habido momentos durante la pandemia en que ha sido imposible dialogar con el Ministerio de Sanidad. El ministro Pazuello se ha esforzado para establecer un di¨¢logo m¨¢s estrecho con los secretarios¡±, elogia el presidente del Consejo Nacional de Secretarios Estatales de Sanidad, Carlos Lula. Pero, seg¨²n los expertos, las acciones de Brasil para contener la epidemia a¨²n est¨¢n desarticuladas.
¡°No estamos mirando todo el territorio nacional, solo partes. Es como si no hubiera relaci¨®n entre las entidades federadas¡±, considera D¨¢rio Frederico Pasche, doctor en salud colectiva y miembro de la Comisi¨®n de Pol¨ªtica, Planificaci¨®n y Gesti¨®n de la Asociaci¨®n Brasile?a de Salud Colectiva. Pasche, que trabaj¨® durante 10 a?os en el Ministerio de Sanidad, dice que hay una deficiencia intencional en la cartera con relaci¨®n a las acciones para atender la pandemia. En su opini¨®n, mantener la cartera sin un titular y bajo el mando interino de un militar no familiarizado con el ¨¢rea es una estrategia para seguir la l¨ªnea err¨¢tica defendida por Bolsonaro, que critic¨® el aislamiento social e intent¨® evadir la responsabilidad de haber minimizado las muertes por el coronavirus.
¡°La interinidad [de Pazuello] es una intervenci¨®n pol¨ªtica. Es la coartada para que el Ministerio de Sanidad no funcione. Y si no funciona, delega a otras entidades actividades de coordinaci¨®n que no les corresponden. Falta inteligencia pol¨ªtica y coordinaci¨®n [en las acciones para hacer frente a la pandemia], de la que es responsable el Ministerio¡±, afirma Pasche. Sin directrices claras, los Ayuntamientos han adoptado su propio protocolo para tratar la covid-19, con vermicidas y otros medicamentos cuya eficacia no est¨¢ ni siquiera comprobada. ¡°Los militares juegan a la necropol¨ªtica. En casi dos meses, no se ha construido una estrategia nacional para combatir el virus¡±, a?ade.
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