Gustavo Petro se suma a los manifestantes en Colombia
El di¨¢logo de los l¨ªderes de las movilizaciones con el Gobierno se estanca mientras el presidente Iv¨¢n Duque se propone desbloquear las carreteras
Con otra jornada de protesta nacional, Colombia ha entrado este mi¨¦rcoles en su tercera semana de manifestaciones contra el Gobierno de Iv¨¢n Duque. Lo hace con una llamativa novedad. Por primera vez, el izquierdista Gustavo Petro, el candidato derrotado por Duque en la segunda vuelta de 2018, se uni¨® a los manifestantes en las calles. A pesar de que no hab¨ªa salido hasta ahora, el exalcalde de Bogot¨¢, que es tambi¨¦n el rival a batir de cara a las presidenciales de 2022, ha promovido las protestas y los observadores coinciden en que su aspiraci¨®n puede capitalizar el descontento social. ¡°Creo que el presidente tiene que reunirse con los delegados de la movilizaci¨®n. Lo dem¨¢s es carreta [embustes]¡±, declar¨® Petro a la prensa mientras marchaba en la tradicional carrera s¨¦ptima, uno de los varios puntos de concentraciones en la capital.
En las incipientes coaliciones electorales que toman forma desde la orilla de la oposici¨®n, Petro encabeza el denominado Pacto Hist¨®rico, m¨¢s a la izquierda que la Coalici¨®n de la Esperanza, que re¨²ne a las fuerzas en el centro del espectro pol¨ªtico y ya accedi¨® a un encuentro con Duque para plantear salidas a la crisis. Petro, embarcado en un viraje al pragmatismo, ha apostado en esta coyuntura por proyectar una imagen presidenciable con ¡°alocuciones¡± en sus redes sociales sobre la situaci¨®n del pa¨ªs, pero ha mantenido distancia frente al impopular Ejecutivo de Duque. Aunque ha apoyado las protestas, tambi¨¦n ha llamado a la mesura.
La primera movilizaci¨®n para rechazar una fallida reforma fiscal, el pasado 28 de abril, fue la chispa que activ¨® una amalgama de reclamos que han derivado en una catarata de convocatorias sindicales, estudiantiles y ciudadanas. A menudo han acabado en disturbios y enfrentamientos con la fuerza p¨²blica, pero los l¨ªderes de las marchas buscan reencauzar el car¨¢cter masivo y pac¨ªfico de las protestas en momentos en que el llamado comit¨¦ de paro se ha topado con dificultades para echar a andar la mesa de negociaci¨®n a la que se ha abierto el Ejecutivo.
El comit¨¦ decidi¨® el lunes convocar otra jornada de movilizaci¨®n, luego de dialogar con el Gobierno por segunda ocasi¨®n sin alcanzar acuerdos, en acercamientos que no alcanzan el ritmo requerido ante la crisis. La huelga mantiene al pa¨ªs bloqueado desde hace tres semanas, y Duque intent¨® ese mismo d¨ªa lanzar un mensaje de fuerza al anunciar que la polic¨ªa y el Ej¨¦rcito tratar¨¢n de desbloquear las carreteras que se mantienen obstruidas. Esa orden no cay¨® bien entre los l¨ªderes sindicales. ¡°Duque le declara la guerra al paro al ordenar desplegar el m¨¢ximo de las fuerzas militares y de polic¨ªa sobre los sitios de concentraci¨®n pac¨ªfica que hay hoy en el pa¨ªs¡±, declar¨® Francisco Malt¨¦s, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores. El Gobierno decidi¨® tambi¨¦n este mi¨¦rcoles reabrir los pasos fronterizos que se manten¨ªan cerrados por la pandemia en el sur del pa¨ªs, como lo ped¨ªan comunidades ind¨ªgenas en el departamento de Nari?o, que limita con Ecuador. A pesar de los desencuentros, las marchas son un par¨¦ntesis entre las negociaciones, y las partes planean volver a sentarse este jueves.
Aunque las escenas b¨¦licas en ciudades como Cali o Popay¨¢n han provocado una oleada de cr¨ªticas externas a Colombia, la jornada de paro nacional convocada la semana pasada ya mantuvo un ambiente predominantemente festivo, a ritmo de batucadas, en ciudades como Bogot¨¢ o Medell¨ªn. El s¨¢bado, en una convocatoria algo m¨¢s espont¨¢nea, cientos de miles de personas marcharon por todo el pa¨ªs. Una marea humana, integrada por j¨®venes casi en su totalidad, reuni¨® a miles de personas en el monumento a Los H¨¦roes, el simb¨®lico punto de la capital donde se han congregado casi a diario entre c¨¢nticos de ¡°resistencia¡±. A pesar de los fallidos intentos por derribar y quemar la estatua del libertador Sim¨®n Bol¨ªvar que corona el monumento, fue una de las movilizaciones m¨¢s pac¨ªficas en Bogot¨¢ desde el inicio de las protestas.
Entre los m¨²ltiples reclamos de los manifestantes, el uso excesivo de la fuerza ha emergido como el m¨¢s urgente para desescalar la violencia. El comit¨¦ de paro exige que el Gobierno ofrezca garant¨ªas para la movilizaci¨®n, cese la represi¨®n policial y sea contundente a la hora de censurarla con todas las letras. No son temores infundados. La brutalidad policial ha provocado que el Congreso cite a un debate de moci¨®n de censura el pr¨®ximo martes al ministro de Defensa, Diego Molano. La Procuradur¨ªa ha informado que adelanta 71 indagaciones contra integrantes de la polic¨ªa por presuntas violaciones de derechos humanos, mientras que Human Rights Watch ha recibido denuncias cre¨ªbles sobre 55 muertes en el marco de las protestas. Las evidencias iniciales indican que la fuerza p¨²blica ser¨ªa responsable de al menos 14 homicidios, seg¨²n la organizaci¨®n.
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