Le Pen aspira a gobernar su primera regi¨®n
El sureste de Francia pone a prueba la normalizaci¨®n de la ultraderecha y la solidez del cord¨®n sanitario en su contra
Los tiempos en que los militantes de la extrema derecha sent¨ªan que se les miraba mal quedan lejos. Josiane Godani, que hace d¨¦cadas hizo campa?a por el patriarca ultra Jean-Marie Le Pen, lo recuerda bien. ¡°No ¨¦ramos bienvenidos¡±, explica esta mujer de 72 a?os en el mercado callejero de La Valette-du-Var, un pueblo en las afueras de la ciudad portuaria de Toulon. ¡°Una vez encendieron unos papeles de peri¨®dico en plena calle y estuvieron a punto de quemarme. Ahora la gente empieza a abrir los ojos¡±.
Era otra ¨¦poca. Hoy el Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen se llama Reagrupamiento Nacional (RN). Le Pen padre lleva a?os expulsado del partido. Es su hija Marine quien lo lidera desde hace una d¨¦cada. En las elecciones regionales de este domingo y el pr¨®ximo, el RN es el favorito para hacerse con el poder, por primera vez, en una regi¨®n: Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA, por su acr¨®nimo franc¨¦s).
Es lunes por la ma?ana en La Valette-du-Var y Thierry Mariani pasea por el mercado, saluda a los simpatizantes, reparte propaganda. Josiane Godani se le acerca y le dice: ¡°Hace 30 a?os que estoy en el Frente Nacional. Espero que esta vez los franceses no se dejen enga?ar¡±. Mariani fue ministro de Transportes del presidente conservador Nicolas Sarkozy. En 2019 abandon¨® su partido de toda la vida, la derecha tradicional de Los Republicanos (LR). Ahora es el candidato del RN a la presidencia de la regi¨®n de Toulon, Niza y Marsella.
Tras un mitin en la ciudad de Aix-en-Provence, Renaud Muselier, presidente de PACA, principal rival de Mariani y miembro de LR, vaticin¨® a EL PA?S: ¡°Si ganan aqu¨ª, la regi¨®n ser¨¢ la escalera de la se?ora Le Pen [hacia el palacio del El¨ªseo]. Tan sencillo como esto¡±.
Mariani no levanta pasiones. Es un pol¨ªtico profesional de 62 a?os con aspecto de apparatchik (funcionario comunista). Por momentos parece un candidato del cambio tranquilo y del establishment. ¡°Unos dos tercios de miembros de mi lista son militantes del Reagrupamiento Nacional¡±, explica Mariani mientras toma un caf¨¦ y fuma un cigarrillo antes del paseo por el mercado. ¡°Y un tercio son personas de mi perfil: electores de la derecha cl¨¢sica que se dicen: ¡®Si queremos cambiar las cosas en este pa¨ªs, debemos acercarnos entre nosotros¡±.
David Rachline, alcalde de la cercana ciudad de Fr¨¦jus y una de las estrellas del RN, acompa?a a Mariani, lo describe as¨ª: ¡°Es alguien con experiencia y, entre nosotros, puede decirse que tranquiliza al electorado de manera general¡±.
Tranquilizar: este es el plan de Marine Le Pen desde hace a?os para acercarse al poder y romper con la maldici¨®n de un partido marcado por la xenofobia, el antisemitismo y el autoritarismo de su padre. J¨¦r?me Fourquet, gur¨² demosc¨®pico del instituto Ifop, describe dos etapas en este proceso. ¡°Primero fue la desdiabolizaci¨®n: lograr que Marine Le Pen resultase m¨¢s aceptable y seductora para captar electores¡±, explica. Esta estrategia permiti¨® a su partido, ya en 2015, ser el m¨¢s votado en la primera vuelta de las regionales y, en 2017, acceder a la segunda vuelta de las presidenciales y superar los diez millones de votos. En 2019 gan¨® las europeas. ¡°Hoy la estrategia es la banalizaci¨®n¡±, contin¨²a Fourquet. Es decir, conseguir que incluso quienes rechazan a Le Pen piensen que no es tan grave si conquista el poder. ¡°Sobre todo se trata de evitar que se forme un frente republicano en su contra, no activar la movilizaci¨®n autom¨¢tica contra ella¡±.
Cord¨®n sanitario
El frente republicano del que habla Fourquet es una modalidad francesa de lo que se ha llamado cord¨®n sanitario: la uni¨®n del resto de partidos para aislar a la extrema derecha. En las regionales, adopta una forma peculiar, pues se clasifican a la segunda vuelta las listas que superan el 10% de votos en la primera. Cuando hay m¨¢s de dos clasificados, se retiran las candidaturas con menos probabilidades y as¨ª se concentra todo el voto contra el RN en una sola lista. El frente republicano funcion¨® en las regionales de 2015: el Partido Socialista se retir¨® en las regiones donde Le Pen pod¨ªa ganar y Le Pen perdi¨®.
Mariani conf¨ªa en que el cord¨®n sanitario sea cosa del pasado y pone como ejemplo la reelecci¨®n del alcalde Rachline en las municipales de 2020. ¡°La gente vio c¨®mo gestionaba una ciudad el Reagrupamiento Nacional¡±, dice. ¡°El sol sigue brillando y el mar no se ha retirado¡±. Los sondeos se?alan que Mariani ser¨¢ el m¨¢s votado en la primera vuelta en PACA y parte con ventaja en la segunda.
Una victoria en las regionales permitir¨ªa a Le Pen mostrar que puede ganar algo m¨¢s que un pu?ado de peque?as ciudades como Perpi?¨¢n, y exhibir, en la campa?a para las presidenciales de 2022, un primer balance en una regi¨®n de cinco millones de habitantes. Pero la normalizaci¨®n del RN no es tan sencilla. Mariani es un ejemplo. Es uno de los m¨¢ximos valedores del presidente ruso Vlad¨ªmir Putin en Francia, lo que subraya la cercan¨ªa del partido con Mosc¨².
Su director de campa?a, Philippe Vardon, milit¨® en la llamada derecha identitaria formada por grup¨²sculos xen¨®fobos y racistas que el Gobierno franc¨¦s intenta disolver. Durante la campa?a para las regionales y las departamentales, que se celebran los mismos d¨ªas, se ha revelado la existencia de candidatos del RN con perfiles antisemitas y racistas. Algunos han sido expulsados, pero los casos recuerdan de d¨®nde viene el partido y d¨®nde se sit¨²a parte de su base.
¡°Lo que dec¨ªa Jean-Marie Le Pen est¨¢ ocurriendo: que nos iba a invadir la inmigraci¨®n, que habr¨ªa inseguridad¡±, dice Josiane Godani en La Valette-du-Var tras saludar a Mariani.
Poco antes, Mariani explicaba que, aunque ¨¦l difer¨ªa con Le Pen en cuestiones econ¨®micas, coincid¨ªa en lo esencial. ¡°Para m¨ª, lo esencial en un pa¨ªs es la poblaci¨®n, la civilizaci¨®n, la seguridad¡±, dijo. ¡°Ya no podemos permitirnos seguir con una pol¨ªtica de inmigraci¨®n europea y francesa fuera de control. La explosi¨®n de la violencia est¨¢ ligada a esto. La calidad de vida de los franceses se resiente¡±.
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