A Erdogan se le acumulan las crisis
En el 20? aniversario del AKP, el apoyo del partido islamista cae a m¨ªnimos hist¨®ricos por la crisis econ¨®mica, las acusaciones de corrupci¨®n y de mala gesti¨®n. Pero el presidente turco se crece ante la adversidad
Un 14 de agosto de hace 20 a?os un grupo de pol¨ªticos cuya cabeza m¨¢s visible era Recep Tayyip Erdogan fund¨® el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). En apenas 15 meses gan¨® los comicios con mayor¨ªa absoluta y, desde entonces, no ha perdido una sola cita con las urnas a nivel nacional, convirti¨¦ndose en el partido m¨¢s exitoso desde que Turqu¨ªa comenz¨® a celebrar elecciones democr¨¢ticas a mitad del siglo pasado. Con una parte del pa¨ªs calcinada por el fuego y la otra inundada, Erdogan ha preferido posponer los fastos que estaban previstos para el s¨¢bado. Pero hay m¨¢s: la econom¨ªa no termina de despegar y al presidente turco se le acumulan los problemas, mientras la oposici¨®n ha olido sangre y se ha lanzado al ataque.
Desde hace meses, el AKP registra sus peores n¨²meros hist¨®ricos: de lograr el 50 % de los votos hace un lustro, las encuestas lo sit¨²an ahora por debajo del 34% obtenido en las primeras elecciones a las que concurri¨®. Un dato que no recoge el impacto de las devastadoras inundaciones de las ¨²ltimas semanas, con m¨¢s de 40 muertos y decenas de desaparecidos, y las m¨¢s de 150.000 hect¨¢reas y ocho vidas que han arrasado los incendios. Todo ello en medio de fuertes cr¨ªticas por la tardanza del Gobierno en actuar.
Para la polit¨®loga turca Seren Selvin Korkmaz, ha sido la en¨¦sima prueba de la ineficacia del r¨¦gimen introducido hace tres a?os en sustituci¨®n del sistema parlamentario. ¡°Erdogan abogaba por el sistema presidencial como un modo de acelerar la toma de decisiones e incrementar la estabilidad, pero el sistema ha demostrado su incapacidad de lidiar con las crisis. La primera raz¨®n es que este sistema personaliza la autoridad y anula las instituciones. En lugar del talento o la experiencia t¨¦cnica, lo que cuenta es la lealtad al presidente. Incluso la burocracia ha perdido capacidad de actuaci¨®n¡±, escribe la experta en un bolet¨ªn del Middle East Institute.
Un ejemplo on los decretos presidenciales. No es raro despertar un s¨¢bado y descubrir que, durante la noche o a la madrugada, el presidente ha tomado una decisi¨®n pol¨¦mica e inesperada: sea la designaci¨®n de un interventor a tal o cual instituci¨®n, el cambio de gobernador del Banco Central (cuatro en los ¨²ltimos dos a?os) o la salida unilateral de un tratado internacional como la Convenci¨®n de Estambul contra la violencia machista.
Crisis encadenadas
Si el a?o pasado termin¨® con serias sospechas de manipulaci¨®n de los datos de muertes por la covid-19, este 2021 comenz¨® con protestas de los estudiantes de la universidad m¨¢s prestigiosa del pa¨ªs contra la imposici¨®n de un rector por Erdogan -en un raro gesto, el presidente finalmente recapacit¨® y en julio despidi¨® al rector-. En los siguientes meses, ha habido constantes denuncias de corrupci¨®n, el descubrimiento de una red de tr¨¢fico de personas de la que se beneficiaban alcald¨ªas del partido gobernante, ataques a partidos opositores (especialmente al pro-kurdo HDP), crisis ambientales (el mar de M¨¢rmara cubierto de un muc¨ªlago blanco, el uso del pa¨ªs como vertedero de Europa o la resistencia de cientos de aldeanos contra la deforestaci¨®n por la actividad minera), as¨ª como revelaciones sobre las vinculaciones con la mafia de ciertos sectores del Gobierno. Por si no fuera suficiente, las controvertidas decisiones del presidente en materia monetaria han provocado una devaluaci¨®n de la lira, con el consiguiente aumento de la inflaci¨®n y las dificultades de millones de familias en un contexto de crisis econ¨®mica.
¡°El partido de Erdogan ha ido perdiendo apoyo gradualmente durante los ¨²ltimos a?os por una amalgama de diferentes crisis. Y no est¨¢ sabiendo gestionar la situaci¨®n, sino figur¨¢ndose modos de posponer lo inevitable: una derrota electoral¡±, sostiene Berk Esen, profesor de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Sabanci de Estambul. Aunque el AKP sigue siendo el partido m¨¢s popular del pa¨ªs, hace un a?o que diferentes encuestas muestran c¨®mo los partidos de la oposici¨®n unidos suman m¨¢s representaci¨®n que el AKP y sus aliados de la ultraderecha. Por primera vez en m¨¢s de una d¨¦cada, adem¨¢s, la oposici¨®n ha logrado marcar la agenda y dirigir el debate a su terreno, por ejemplo con una campa?a que se preguntaba por los responsables de la volatilizaci¨®n de las divisas del Banco Central, y apuntaba al yerno del presidente y exministro de Finanzas, Berat Albayrak, quien dimiti¨® el pasado a?o tras varios nombramientos hechos por su suegro que no le gustaron.
Albayrak no ha vuelto a aparecer en p¨²blico, espoleando los debates sobre la sucesi¨®n del l¨ªder. Las luchas internas entre facciones del AKP o del Gobierno se han hecho m¨¢s frecuentes y tambi¨¦n, con mayor frecuencia, salen a la luz. Seg¨²n Esen se trata de peleas por ¡°los despojos¡±, ya que el sistema ahora tiene menos que repartir tanto por la situaci¨®n econ¨®mica como por la p¨¦rdida de importantes ayuntamientos: ¡°En reg¨ªmenes autoritarios muy institucionalizados y basados en un partido fuerte, como el chino o el sovi¨¦tico, el trato es que debes sacrificarte al inicio de tu carrera y, a medida que asciendes en el escalaf¨®n, obtienes m¨¢s beneficios. Pero en un r¨¦gimen personalista como este, donde ya no hay un partido fuerte, nadie sabe si merece la pena hacer sacrificios porque se desconoce si el r¨¦gimen continuar¨¢, as¨ª que se busca el beneficio inmediato. Y para ello hay que mantener una l¨ªnea directa con Erdogan, porque el poder lo ostenta cada vez un grupo m¨¢s peque?o de personas en torno a Erdogan y a su familia, y evitar que otros logren ese acceso. As¨ª que toda esta gente se odia entre s¨ª y Erdogan est¨¢ contento con ello porque ve a las ¨¦lites pele¨¢ndose entre s¨ª sin que nadie le desaf¨ªe¡±.
Durante los recientes incendios y en encuentros con habitantes que se quejaban de la mala situaci¨®n econ¨®mica, el presidente turco ha dado muestras de escasa sensibilidad. Hay quienes arguyen que se debe a que la camarilla que rodea a Erdogan le detrae informaci¨®n sobre la situaci¨®n real del pa¨ªs, otros lo achacan a la fatiga de la edad y la carrera pol¨ªtica, poniendo como ejemplo un reciente discurso en el que se qued¨® medio dormido mientras hablaba.
Los pr¨®ximos meses ser¨¢n cruciales para el futuro de Erdogan: a fin de congraciarse con Estados Unidos, el presidente turco ha aceptado que su Ej¨¦rcito se haga cargo del aeropuerto de Kabul en Afganist¨¢n, y est¨¢ buscando una negociaci¨®n con los talibanes para garantizar la seguridad de sus tropas en una misi¨®n que no es muy popular en casa. Pero precisamente el avance talib¨¢n est¨¢ provocando la huida de miles de afganos que, a trav¨¦s de Ir¨¢n, se dirigen hacia Turqu¨ªa y la Uni¨®n Europea. La oposici¨®n ha visto en la cuesti¨®n migratoria un modo de desgastar al Ejecutivo y ha adoptado un discurso populista que busca exacerbar el sentimiento anti-refugiados de parte de la poblaci¨®n turca, especialmente de aquellos m¨¢s afectados por la crisis.
Sin embargo, no ser¨ªa la primera vez en que Erdogan se levanta de una situaci¨®n cr¨ªtica. ¡°Es un pol¨ªtico que, en momentos en que est¨¢ perdiendo apoyo, es capaz de manejar la situaci¨®n y crear una coyuntura favorable para ¨¦l¡±, opina ?zer Sencar, director de la empresa de encuestas MetroPOLL, que en su bar¨®metro de julio ha registrado una recuperaci¨®n de la aprobaci¨®n de Erdogan. ?l tiene entre seis y 12 puntos m¨¢s de intenci¨®n de voto que su partido. Varios analistas atribuyen esta mejora al viaje del presidente a Diyarbakir, la capital oficiosa de los kurdos de Turqu¨ªa, donde insinu¨® la posibilidad de retomar el proceso de paz kurdo. Roto el proceso en 2015, Erdogan orden¨® aplastar a la insurgencia armada del PKK y reprimir al principal partido pol¨ªtico prokurdo por lo que un cambio de este tipo podr¨ªa parecer inveros¨ªmil. Pero este tipo de giros de 180 grados son lo que le han permitido seguir en el poder casi dos d¨¦cadas y, seg¨²n Sencar, ya le est¨¢ sirviendo para recuperar parte del voto kurdo perdido, especialmente de aquellos que no terminan de fiarse de la principal coalici¨®n opositora, cuyos partidos tienen un alto componente nacionalista turco.
En una columna en el diario emirat¨ª The National, el periodista David Lepeska advierte igualmente de la capacidad de resurgir de Erdogan recurriendo al concepto ¡°antifr¨¢gil¡± del ensayista Nassim Taleb: ¡°Hay cosas que se benefician de los shocks, prosperan y se crecen cuando est¨¢n expuestas a la volatilidad, la aleatoriedad, el desorden y el estr¨¦s¡±.
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