Los evang¨¦licos exhiben su m¨²sculo en el Congreso de Brasil
El Parlamento, que acoge m¨¢s cristianos conservadores que mujeres, refleja la alianza pol¨ªtica entre Bolsonaro y los jerarcas de una comunidad que supone un tercio de la poblaci¨®n
Al diputado brasile?o S¨®stenes Cavalcante, de 47 a?os, le incomoda que le cuelguen la etiqueta de poderoso. Prefiere t¨¦rminos m¨¢s acordes con la humildad que predica el evangelio. ?l y los suyos ¡°tienen mucha influencia, eso es innegable¡±, dice en una entrevista en su despacho, en Brasilia. Este te¨®logo, que durante ocho a?os ejerci¨® de misionero en Argentina, es ahora el l¨ªder del frente parlamentario evang¨¦lico de Brasil, un bloque que suma m¨¢s legisladores que cualquier partido en el hemiciclo. En los 513 esca?os de la C¨¢mara de los Diputados se sientan m¨¢s evang¨¦licos (116) que mujeres (75). Ellos son las caras m¨¢s visibles del creciente poder pol¨ªtico de una comunidad de fieles que no deja de crecer y a la que ya pertenece uno de cada tres brasile?os.
Nunca tuvieron tanto poder ni un presidente tan conservador y af¨ªn como el cat¨®lico Jair Bolsonaro. La alianza que mantienen es importante porque el voto de los millones cristianos conservadores ser¨¢ crucial para decidir si es reelegido o si Lula da Silva regresa para un tercer mandato.
Cavalcante asegura que, ¡°respetando a los parlamentarios del frente (evang¨¦lico) que apoyan a la oposici¨®n, el 90% o 95% de nosotros apoyamos la reelecci¨®n del presidente Bolsonaro¡±. Habla un excelente espa?ol que aprendi¨® durante los ocho a?os como misionero de la Asamblea de Dios en Santa Fe.
El presidente brasile?o, descendiente de italianos, fue bautizado por un pastor en el r¨ªo Jord¨¢n, en el norte de Israel. Su esposa, Michelle, es evang¨¦lica, como sus hijos. Y su lema electoral de 2018 Brasil por encima de todo, Dios por encima de todos casa perfectamente con una agenda ultraconservadora que resulta muy atractiva para los cristianos de las iglesias protestantes. Los pr¨®ximos comicios, en octubre, ser¨¢n un duelo entre el bien y el mal, seg¨²n el militar retirado.
Existe un partido, Republicanos, que viene a ser el brazo pol¨ªtico de una iglesia, la Universal. Pero todas las formaciones, salvo la m¨¢s a la izquierda, el PSOL, tienen evang¨¦licos entre sus se?or¨ªas. Y estas pertenecen a un amplio abanico entre los cientos de denominaciones protestantes, pero, en materia moral, la coincidencia es casi absoluta. ¡°Lo que nos une son temas de valores y costumbres, como la lucha contra el aborto, contra la legalizaci¨®n de las drogas y a favor de la familia tradicional. Estos tres temas, y los juegos de azar, son los m¨¢s fuertes¡±, dice el legislador Cavalcante. Casinos y armas son dos temas de discrepancia con el presidente.
Se coordinan en un grupo de WhatsApp. Ah¨ª dan las instrucciones. ¡°Los d¨ªas que el tema es importante, ponemos ah¨ª la orientaci¨®n (del voto). Los diputados dejan de seguir a sus partidos y siguen al frente. Cuando el tema es ideol¨®gico, el partido no les sanciona, excepto el PT. Incluso ech¨® a un diputado que vot¨® a favor de la vida y contra el aborto¡±, afirma.
Brasil es un pa¨ªs laico de mayor¨ªa cat¨®lica sumido en una profunda transformaci¨®n social impulsada por la pujanza de las iglesias evang¨¦licas, que poseen medios de comunicaci¨®n y mueven enormes cantidades de dinero. La ciudadan¨ªa es profundamente creyente, un crucifijo preside el hemiciclo y cada mi¨¦rcoles a primera hora la sede del Congreso acoge en una sala un culto evang¨¦lico con c¨¢nticos, manos alzadas, invitados y retransmisi¨®n por Facebook. All¨ª les prometi¨® el presidente Bolsonaro un juez ¡°terriblemente evang¨¦lico¡± para el Tribunal Supremo. Cumpli¨®.
En la anterior elecci¨®n, siete de cada diez evang¨¦licos votaron a Bolsonaro. Y las encuestas se?alan que el apoyo al presidente menguar¨¢, pero a¨²n ser¨¢ mayoritario. Existe tambi¨¦n una minor¨ªa que se identifica con Lula por motivos terrenales, explica el polit¨®logo Vinicius do Valle, del Observatorio Evang¨¦lico. ¡°Le votan no por ser evang¨¦licos, sino porque son pobres. En Brasil son el segmento religioso con la mayor proporci¨®n de negros, de personas que viven en la periferia, en otras palabras, de baja renta¡±, dice el investigador Do Valle en una entrevista por v¨ªdeollamada.
La diputada Benedita da Silva, negra, carioca de 80 a?os, es el emblema de los protestantes en el partido de Lula. No suele votar con sus correligionarios. La veterana pol¨ªtica es una excepci¨®n porque, en el Congreso brasile?o, mucho m¨¢s relevante que las siglas partidarias son las bancadas, los lobbys parlamentarios. A los tres m¨¢s potentes se los conoce popularmente como BBB (boi, biblia, bala). Es decir, los defensores de los intereses del sector agropecuario, los evang¨¦licos y las fuerzas de seguridad.
Una de las novedades que ha tra¨ªdo el bolsonarismo es que se ha ampliado el espectro de asuntos en los que los legisladores cristianos conservadores act¨²an al un¨ªsono. El polit¨®logo afirma que, ¡°con este Gobierno, no solo act¨²an juntos en la agenda moral, sino tambi¨¦n en la defensa de las pol¨ªticas estrat¨¦gicas de Bolsonaro¡±. Es creciente su inter¨¦s por la educaci¨®n como campo de batalla para combatir la educaci¨®n sexual, los derechos LGTB o la homofobia. En ese flanco, han vivido el escarnio de que el ministro de educaci¨®n, evang¨¦lico, y dos pastores fueran detenidos por tr¨¢fico de influencias. Cavalcante echa balones fuera y se limita a decir que ¡°fue un suceso lamentable¡±, que ellos no lo propusieron para el cargo y critica la demora en destituirlo.
Ni los evang¨¦licos participaron siempre en pol¨ªtica, ni estuvieron siempre tan a la derecha. Los convulsos a?os de la crisis pol¨ªtica que incluy¨® el impeachment contra Dilma Rousseff y culmin¨® con la elecci¨®n de Bolsonaro tambi¨¦n trajo cambios a su universo pol¨ªtico. Cada vez se reconocen m¨¢s abiertamente de derechas¡ª ¡°principalmente tras el fen¨®meno del bolsonarismo¡±, apunta el polit¨®logo¡ª y adem¨¢s cal¨® el discurso contra el PT de Lula. ¡°En algunos sectores, la izquierda no es vista como el oponente pol¨ªtico, como una posici¨®n leg¨ªtima en el juego pol¨ªtico, sino como el mal. Un enemigo que hay que combatir en una guerra santa¡±, seg¨²n el Do Valle.
Aunque los evang¨¦licos son a menudo definidos como un bloque monol¨ªtico, los fieles son mucho m¨¢s plurales y diversos que los jerarcas, como insisten todos los que estudian el fen¨®meno en Brasil y su espectacular empuje en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas.
Los l¨ªderes cristianos conservadores tuvieron en su d¨ªa sinton¨ªa pol¨ªtica con el PT ¡ªm¨¢s con Lula que con Rousseff¡ª, pero contribuyeron a la ca¨ªda de la presidenta y luego se sumaron con entusiasmo a la ola bolsonarista.
En aquellos a?os, cuenta el legislador, operaban en secreto. Trabajaban de manera coordinada contra la mayor¨ªa del PT. ¡°Fue la manera que encontramos de ofrecer alg¨²n tipo de resistencia ideol¨®gica ante un Gobierno de izquierdas¡±, explica el diputado, que pertenece a la Asamblea de Dios, la m¨¢s nutrida denominaci¨®n evang¨¦lica, con un siglo de presencia en Brasil.
Reprocha al PT las pr¨¢cticas corruptas mientras gobernaron y su agenda progresista. O, como dice el jefe del frente evang¨¦lico, ¡°Gobiernos que atacaban valores cristianos¡±. Se queja de que, ¡°cuando no lograban aprobar aqu¨ª las leyes, lo hac¨ªan v¨ªa el poder judicial¡±, como ocurri¨®, subraya, con el matrimonio entre personas del mismo sexo o la ampliaci¨®n del derecho al aborto en el caso de fetos sin cerebro.
Pese a ser consciente de que la pandemia y la guerra de Ucrania han desgastado al presidente y de que la crisis econ¨®mica es uno de sus flancos d¨¦biles, conf¨ªa en una victoria de Bolsonaro. Y est¨¢ convencido de que la elecci¨®n se decidir¨¢ por un margen mucho menor que los diez puntos de 2018. ¡°Ahora ser¨¢n 3%, como m¨¢ximo, 5%¡±, pronostica. Espera que entonces el mandatario de extrema derecha pueda dedicarse a fondo a la agenda ultraconservadora. Entre los temas prioritarios, restringir el derecho al aborto.
La prioridad del frente parlamentario evang¨¦lico no es, de todos modos, elegir presidente sino ampliar sus filas. Ahora mismo ostentan el 20% de los esca?os cuando se estima que suponen el 30% de los 210 millones de brasile?os.
El pr¨®ximo presidente, sea Lula (favorito en las encuestas y que tambi¨¦n los corteja) o Bolsonaro, tendr¨¢ sin duda muy presentes a esos millones de compatriotas, como los tienen los presidentes del Congreso. ¡°Ya no funcionamos en secreto, todos lo saben. La presidencia de la C¨¢mara, cuando van a votar temas pol¨¦micos, quiere saber qu¨¦ piensan esos tres frentes (BBB). Antes solo preguntaban a los l¨ªderes de los partidos y a la bancada femenina. Ahora, para evitar sorpresas, tambi¨¦n nos preguntan. Tenemos capacidad de derrotar o ganar proyectos, as¨ª que, empezaron a escucharnos¡±.
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