Scholz y S¨¢nchez, dos socialdem¨®cratas unidos frente a su invierno m¨¢s duro
Los mandatarios coinciden en sus recetas contra la crisis y ambos afrontan problemas internos mientras sufren en las encuestas
Olaf Scholz y Pedro S¨¢nchez no solo comparten ideolog¨ªa y un diagn¨®stico com¨²n de la crisis energ¨¦tica que vive Europa y la receta para hacerle frente, con gasto social y pol¨ªticas de protecci¨®n de las clases medias trabajadoras. Los planes de Espa?a y Alemania se parecen bastante, aunque en Berl¨ªn ya est¨¢n preparando el tercer paquete de ayudas y Espa?a est¨¢ aun desarrollando el segundo. Los l¨ªderes de los dos principales pa¨ªses en manos de los sociadem¨®cratas europeos tambi¨¦n comparten algunos problemas. Ambos se enfrentan a una inflaci¨®n desbocada que est¨¢ provocando un malestar social que les mantiene a los dos tocados en las encuestas. Y tambi¨¦n gobiernan en coalici¨®n con los problemas habituales de estos acuerdos, aunque en el caso espa?ol es con un grupo a la izquierda del PSOE y en el alem¨¢n con verdes y liberales.
Los dos socialdem¨®cratas, que se dieron cita este martes en el palacio barroco de Meseberg, a 70 kil¨®metros al norte de Berl¨ªn, se enfrentan a un invierno duro. M¨¢s incluso en Alemania que en Espa?a, por la dependencia que tienen del gas ruso, en el que pueden dejar parte de su capital pol¨ªtico o salir fortalecidos, como esperan ellos, si logran dominar la crisis y hace su efecto el enorme despliegue de fondos p¨²blicos para proteger a los ciudadanos que est¨¢n poniendo en marcha. Los dos l¨ªderes, seg¨²n fuentes del Gobierno espa?ol, coincidieron en casi todo en su reuni¨®n privada, pero sobre todo pactaron trabajar en propuestas conjuntas para la reforma del mercado energ¨¦tico y medidas contra la crisis a nivel europeo.
S¨¢nchez, que lleva mucho m¨¢s tiempo que Scholz al frente de su Gobierno ¡ªm¨¢s de cuatro a?os frente a ocho meses¡ª tambi¨¦n est¨¢ sintiendo el desgaste provocado por la crisis. El espa?ol ha sufrido una derrota electoral muy dura de su partido en Andaluc¨ªa, hist¨®rico granero socialista. Sin embargo, desde ese fiasco andaluz, en La Moncloa han puesto en marcha una estrategia de contraofensiva que empez¨® en el debate del estado de la naci¨®n en julio y sigue ahora en septiembre. Consiste en la puesta en marcha de medidas de claro corte progresista, como los impuestos a las grandes el¨¦ctricas o a la banca, que S¨¢nchez defendi¨® en la rueda de prensa con Scholz este martes ante las preguntas de los medios alemanes; una estrategia de cercan¨ªa con decenas de actos por todo el pa¨ªs; y tambi¨¦n, un contrataque al l¨ªder de la oposici¨®n, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, para tratar de demostrar las carencias del expresidente gallego, que acaba de dar su salto a la pol¨ªtica nacional. En esta estrategia, S¨¢nchez ha decidido forzar un cara a cara con Feij¨®o la pr¨®xima semana en el Senado para tratar de mostrar las debilidades que La Moncloa encuentra en el candidato del PP, en este momento favorito en las encuestas para unas elecciones para las que queda un largo a?o y medio.
Mientras, el canciller encara este arranque de curso hundido en las encuestas y con otros miembros de su Gobierno disput¨¢ndole el liderazgo ante la opini¨®n p¨²blica, aunque en la rueda de prensa Scholz tambi¨¦n se mostr¨® confiado en que los ciudadanos sabr¨¢n apreciar el esfuerzo que est¨¢ haciendo el Gobierno de coalici¨®n sem¨¢foro para protegerles de las consecuencias de la crisis por la guerra en Ucrania.
Casi dos de cada tres alemanes est¨¢n descontentos con el desempe?o de Scholz y la coalici¨®n que dirige, que se ha enfrentado a sucesivas crisis desde que tom¨® posesi¨®n en diciembre pasado. En pocos meses, la popularidad del canciller se ha desplomado hasta llegar a una aprobaci¨®n del 25%, frente al 46% de marzo pasado, seg¨²n una encuesta reciente de Insa para el diario Bild. El 62% de los alemanes no est¨¢n contentos con la gesti¨®n de su Ejecutivo (frente al 39% de marzo).
Como le ha pasado a S¨¢nchez casi desde que lleg¨® al poder, los ocho meses de Scholz al frente de la primera econom¨ªa europea han sido cualquier cosa menos pl¨¢cidos. Al canciller, que fue n¨²mero dos de Angela Merkel en la ¨²ltima gran coalici¨®n que dirigi¨® la pol¨ªtica conservadora, se le van apilando las crisis. Al desaf¨ªo de sacar al pa¨ªs de la resaca pand¨¦mica se sum¨® en febrero la invasi¨®n de Ucrania; despu¨¦s, la crisis energ¨¦tica; una inflaci¨®n desbocada ¡ªdel 7,9% en agosto y que el Bundesbank prev¨¦ que alcance el 10% en oto?o¡ª; y m¨¢s recientemente, una hist¨®rica sequ¨ªa que amenaza el tr¨¢fico fluvial y la econom¨ªa.
Al frente de una Alemania al borde de la recesi¨®n y a las puertas de un aumento en la factura del gas que millones de personas tendr¨¢n dificultades para pagar, Scholz se ve cuestionado desde m¨²ltiples frentes. Su Gobierno prepara ya un tercer paquete de ayudas que aligere la carga a las clases medias y bajas en un intento de evitar el ¡°oto?o caliente¡± de protestas y descontento que muchos est¨¢n pronosticando. La inflaci¨®n ya ha hecho mucha mella en los ingresos de las familias. Este lunes, la oficina de estad¨ªstica, Destatis, public¨® que los salarios reales de los trabajadores cayeron un 4,4% en el segundo trimestre del a?o.
Reuni¨®n extraordinaria
La reuni¨®n extraordinaria de dos d¨ªas (martes y mi¨¦rcoles) del Gobierno alem¨¢n en Meseberg deber¨ªa servir tambi¨¦n para limar asperezas entre los socios de Gobierno, que en los ¨²ltimos d¨ªas se han intercambiado comentarios poco elogiosos. El col¨ªder del SPD, Lars Klingbeil, critic¨® al ministro de Econom¨ªa y Clima, el verde Robert Habeck, por la controvertida tasa sobre el gas que empezar¨¢ a cobrarse a la industria y a los hogares a partir de octubre. La calific¨® de ¡°chapuza¡±. Habeck, hasta ahora el pol¨ªtico mejor valorado, se enfrenta estos d¨ªas a las cr¨ªticas de la oposici¨®n y de sus socios por esta tasa pensada para evitar la quiebra de las empresas energ¨¦ticas, que incrementar¨¢ en varios centenares de euros la factura anual de la mitad de los hogares alemanes, los que se calientan con gas. El ministro ya ha prometido cambios, pero las cr¨ªticas no cesan.
El retiro de Meseberg pretende contrarrestar la imagen cada vez m¨¢s conflictiva que ofrece en p¨²blico la coalici¨®n sem¨¢foro, con sus socios rega?¨¢ndose entre ellos en entrevistas televisivas y supurando nerviosismo. El Gobierno est¨¢ bajo presi¨®n para obtener resultados, especialmente pactar el tercer paquete de ayuda a personas de bajos y medianos ingresos que se enfrentan al aumento exorbitante de los precios de la energ¨ªa. Hasta ahora, Scholz no ha logrado un acuerdo porque el ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, rechaza las propuestas que provienen de las filas de socialdem¨®cratas y verdes, y viceversa. El canciller quiere salir de Meseberg con el acuerdo bajo el brazo y espera conseguir ¡°un paquete de ayuda que sea lo m¨¢s personalizado posible, lo m¨¢s eficiente posible, lo m¨¢s espec¨ªfico posible¡±.
La invasi¨®n de Ucrania ha obligado a Alemania a acelerar la b¨²squeda de alternativas al gas ruso. La reducci¨®n de la dependencia energ¨¦tica de Mosc¨² a medio y largo plazo es la principal prioridad de Habeck, que ha tenido que tomar decisiones dolorosas para un miembro de Los Verdes, como volver a poner en marcha centrales que queman carb¨®n o viajar a pa¨ªses de dudosa reputaci¨®n democr¨¢tica como Qatar para pedir ayuda. Todas las posibles v¨ªas de suministro de gas son bienvenidas en Berl¨ªn, aunque se trate de proyectos a medio o largo plazo como el gasoducto MidCat que defiende Espa?a.
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