La diplomacia feminista pierde en Suecia a su gran referente
El nuevo Gobierno conservador abandona un concepto pionero de pol¨ªtica exterior abanderado por los socialdem¨®cratas y que, pese a las cr¨ªticas, impuls¨® la representaci¨®n de las mujeres en varios pa¨ªses
Suecia ha sido el gran referente del feminismo mundial durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. A partir de los a?os ochenta, la mayor¨ªa de ayuntamientos comenzaron a aplicar la perspectiva de g¨¦nero a sus decisiones, desde las relativas a la limpieza de las calles con quitanieves a la gesti¨®n de las instalaciones deportivas municipales. En 2014, el pa¨ªs n¨®rdico implant¨® una pol¨ªtica exterior ¡°feminista¡±, un patr¨®n seguido en Espa?a, Alemania, Francia, M¨¦xico o Canad¨¢, y que situaba la igualdad de g¨¦nero como elemento prioritario en las relaciones entre Suecia y otros pa¨ªses. En una de sus primeras medidas, el nuevo Gobierno sueco de derechas, que cuenta con el apoyo externo de la ultraderecha, ha enterrado el pionero concepto. ¡°Es una absoluta traici¨®n a las mujeres y las ni?as, a las suecas y a las de todo el mundo¡±, resume Gunilla Ekberg, presidenta del Instituto para el Feminismo y los Derechos Humanos de Estocolmo.
El ministro de Exteriores sueco, el conservador Tobias Billstr?m, argument¨® al anunciar a finales de octubre el abandono de la diplomacia feminista que esta se hab¨ªa convertido en una ¡°etiqueta contraproducente¡± para la imagen internacional del pa¨ªs, pero que la igualdad de g¨¦nero a¨²n es ¡°una cuesti¨®n fundamental¡± para el Ejecutivo. La ministra de Igualdad, la liberal Paulina Brandberg, asegur¨® que mientras siga en el cargo ¡°todas las pol¨ªticas ser¨¢n feministas¡±, pero muchas voces alertan de que los derechos de las mujeres en el mundo van a bajar unos cuantos pelda?os en las prioridades de la coalici¨®n formada por conservadores, democristianos y liberales, respaldada parlamentariamente y profundamente condicionada por la extrema derecha. Human Rights Watch lament¨® en un comunicado ¡°el paso en la direcci¨®n equivocada¡± del pa¨ªs que fue ¡°pionero en reconocer que la igualdad de g¨¦nero es primordial para alcanzar objetivos en pol¨ªtica exterior¡±.
La diplomacia feminista de Suecia no ha estado exenta de cr¨ªticas internas. Linda Schang, vicepresidenta del Lobby Europeo de Mujeres, una organizaci¨®n que representa a m¨¢s de 2.000 asociaciones feministas europeas, comenta en una videollamada desde el pa¨ªs escandinavo que la decisi¨®n del nuevo Gobierno trata de complacer a gran parte de sus votantes. Schang destaca que muchas activistas suecas han tomado ciertas precauciones en los ¨²ltimos a?os despu¨¦s de que destacadas feministas hayan sido amenazadas o incluso agredidas. Ekberg incide en que los sondeos indican claramente que fueron los hombres quienes otorgaron al bloque de derechas una ajustada victoria en las elecciones de septiembre.
La pol¨ªtica exterior feminista provoc¨® roces con algunos pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo. El caso m¨¢s destacado fue el de Arabia Saud¨ª. En 2015, Margot Wallstr?m, la ministra de Exteriores socialdem¨®crata que acu?¨® la diplomacia feminista, critic¨® duramente la opresi¨®n de las mujeres en el Reino del Desierto. En respuesta, Riad llam¨® a consultas al embajador sueco y bloque¨® una comparecencia de Wallstr?m en una cumbre de la Liga ?rabe en El Cairo ¡ªa la que hab¨ªa sido invitada en agradecimiento por el paso que dio Suecia al convertirse en el primer miembro de la UE en reconocer a Palestina como Estado¡ª. Unos d¨ªas despu¨¦s, Suecia prohibi¨® la venta de armamento a Arabia Saud¨ª ¡ªsu principal cliente¡ª y cancel¨® un acuerdo multimillonario que deb¨ªa ejecutarse a largo plazo. El a?o anterior al veto, las empresas de armamento suecas exportaron al r¨¦gimen saud¨ª material valorado en m¨¢s 1.200 millones de euros.
Suecia se ha proyectado desde hace lustros como un pa¨ªs a la vanguardia en la igualdad de g¨¦nero. Los distintos gobiernos socialdem¨®cratas han cultivado esa imagen y han tratado de exportar sus leyes pioneras, como la referente a la trata y la prostituci¨®n. La legislaci¨®n sueca penaliza al cliente y considera a la mujer una v¨ªctima, una posici¨®n que Estocolmo lleva promocionando desde hace m¨¢s de 20 a?os, y que el nuevo Gobierno sostiene que mantendr¨¢. En pol¨ªtica exterior, las cuotas de representaci¨®n femenina han sido su l¨ªnea roja en muchas negociaciones durante los ¨²ltimos ocho a?os. En el mundo solo hay 15 jefas de Gobierno, y la ONU estima que con la tendencia actual se tardar¨ªa 130 a?os en alcanzar la paridad en las cotas m¨¢s altas de poder. La emancipaci¨®n de las mujeres y los derechos reproductivos han sido otros asuntos primordiales para la diplomacia sueca. El 85% de la ayuda al desarrollo acordada bilateralmente ha tenido como objetivo el fomento de la igualdad de g¨¦nero en otros pa¨ªses.
En un documento publicado en 2021 ¡ªal que ya no se puede acceder a trav¨¦s de la p¨¢gina web del Ministerio de Exteriores sueco¡ª, se destacaba que en los primeros siete a?os de diplomacia feminista se hab¨ªa logrado, entre otras cosas: un aumento notable del n¨²mero de parlamentarias en Somalia y Moldavia; la inclusi¨®n de la perspectiva de g¨¦nero en los acuerdos de paz en Colombia; o la aprobaci¨®n de leyes relativas a la violencia machista, la mutilaci¨®n genital femenina o el matrimonio infantil en casi una veintena de pa¨ªses. En 2017, Suecia aprovech¨® su condici¨®n de miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU para impulsar una resoluci¨®n relativa a la violencia contra las mujeres, y facilit¨® que activistas nigerianas o somal¨ªes participaran en reuniones del Consejo.
No existe un modo ¨²nico de interpretar e implementar la diplomacia feminista. En Francia, la definici¨®n ha sido vaga y se ha traducido en pocos aspectos pr¨¢cticos. En Espa?a, la Estrategia de Acci¨®n Exterior sit¨²a ¡°la interseccionalidad y la diversidad¡± como uno de sus ejes de actuaci¨®n. La primera mujer en dirigir el Ministerio de Exteriores de Alemania, la verde Annalena Baerbock, ha iniciado un proceso de consultas para concretar su l¨ªnea de actuaci¨®n. Chile y Colombia se han sumado recientemente y tratan de desarrollar sus modelos. Mientras que en M¨¦xico se acumulan las cr¨ªticas. ¡°Se perciben claras contradicciones entre la incapacidad del Gobierno mexicano de frenar la violencia contra las mujeres en su pa¨ªs, y su intenci¨®n de proyectarse como un abanderado del feminismo¡±, se?ala desde Estocolmo por correo electr¨®nico Kristina Birke Daniels, directora para los pa¨ªses n¨®rdicos de la Fundaci¨®n Friedrich Ebert. La investigadora, que trabaj¨® una temporada en Colombia, recalca que el pa¨ªs sudamericano s¨ª ha logrado ¡°grandes avances¡± en los ¨²ltimos a?os.
M¨¢s diplom¨¢ticas y embajadoras
Uno de los puntos en los que coinciden los gobiernos que adoptan la diplomacia feminista es el incremento de la cifra de mujeres en sus sedes diplom¨¢ticas. Suecia y Canad¨¢ se han convertido este a?o en los primeros pa¨ªses en alcanzar la paridad en sus embajadas, seg¨²n un ¨ªndice elaborado anualmente por la escuela diplom¨¢tica de Emiratos ?rabes Unidos. Espa?a ¡ªcon poco m¨¢s de una cuarta parte de sus misiones en el exterior encabezadas por mujeres¡ª ya ha comenzado a revertir la tendencia. Y la ministra de Exteriores de Chile, Antonia Urrejola, destac¨® en una entrevista con este diario, durante una visita a Madrid para firmar una acuerdo de cooperaci¨®n sobre pol¨ªtica exterior feminista con el Gobierno espa?ol, que la paridad en el servicio diplom¨¢tico chileno iba a ser una de sus prioridades.
Dos investigadores de la Escuela de Salud P¨²blica de la Universidad de Harvard consideran que el modelo sueco debe evolucionar. Jesse Bump y Eirliani Abdul Rahman, quienes han sido invitados por el Ministerio de Exteriores alem¨¢n a participar en la definici¨®n de su estrategia, creen que el uso del t¨¦rmino ¡°feminista¡± puede tener en ocasiones un ¡°efecto polarizador¡±. En Canad¨¢, el primer pa¨ªs en imitar la l¨ªnea marcada por Suecia, un reciente estudio de un organismo gubernamental apunta que m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n considera que ¡°las pol¨ªticas feministas¡± apenas benefician a las mujeres y claramente perjudican a los hombres. Bump y Abdul Rahman abogan por lo que llaman ¡°pol¨ªtica exterior justa¡±, un concepto m¨¢s amplio, que ¡°incluye y requiere necesariamente del feminismo, que debe ser interseccional¡±.
Abdul Rahman y Bump opinan que el modelo sueco ha sido ¡°simplista y binario¡±, una postura que no comparten en absoluto Ekberg y Schang, que militan en el feminismo desde los a?os ochenta. ¡°Ha estado demasiado enfocado en la falsa dicotom¨ªa entre hombres y mujeres y ni?as¡±, comenta en una videollamada Bump, que a?ade que en ocasiones estas pol¨ªticas no han incluido a todas las mujeres, sino que ¡°han beneficiado exclusivamente a mujeres blancas y ricas¡±. Abdul Rahman incide en que la diplomacia feminista ¡°debe ser interseccional, para incluir distintas masculinidades, a las personas LGTBI, a la poblaci¨®n ind¨ªgena y a las comunidades marginadas tradicionalmente¡±. La investigadora Birke Daniels argumenta que la diplomacia de Estocolmo s¨ª tuvo en cuenta estos aspectos, y que un claro ejemplo es que en los acuerdos de paz de Colombia se incluyeron referencias a las mujeres afroamericanas e ind¨ªgenas.
La eurodiputada alemana Hannah Neumann lamenta que el fin de la diplomacia feminista sueca llegue en un momento en que las mujeres afganas e iran¨ªes ¡°necesitan m¨¢s apoyo que nunca¡± y cuando algunos pa¨ªses occidentales retroceden en materia de derechos reproductivos. ¡°Hemos perdido a nuestro referente, pero la ola de la diplomacia feminista ya es imparable¡±, declara por tel¨¦fono la parlamentaria de Los Verdes. Neumann rememora que se indign¨® cuando vio el pasado noviembre que la primera delegaci¨®n comunitaria que se reunir¨ªa en Qatar con el r¨¦gimen talib¨¢n de Afganist¨¢n estar¨ªa compuesta exclusivamente por hombres, y defiende que la UE debe aspirar a cubrir el vac¨ªo que deja Suecia. A pesar de que Alemania, Espa?a y Francia reman en la misma direcci¨®n, las posturas opuestas de algunos de los otros principales miembros, como Italia o Polonia, no invitan a imaginar una diplomacia europea con las pol¨ªticas feministas como eje principal.
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