La oposici¨®n acorrala a Scholz por la grave crisis presupuestaria en la que se ha sumido Alemania
La coalici¨®n de Gobierno, m¨¢s dividida que nunca, busca soluciones a la demoledora sentencia del Constitucional que ha puesto patas arriba el gasto p¨²blico mientras los conservadores empiezan a pedir elecciones anticipadas
Alemania debate estos d¨ªas c¨®mo salir del agujero fiscal en el que ha sumido las finanzas p¨²blicas una demoledora sentencia del Tribunal Constitucional. Pero lo que empez¨® siendo una crisis presupuestaria ha derivado en una profunda crisis pol¨ªtica que amenaza con desestabilizar al Gobierno de coalici¨®n de Olaf Scholz, m¨¢s dividido que nunca. Mientras el canciller trata de defender sus decisiones en el Parlamento, la oposici¨®n conservadora se lanza a la yugular y ya hay quien pide nuevas elecciones. La presi¨®n a la que est¨¢ sometido el Gobierno de socialdem¨®cratas, verdes y liberales es m¨¢xima: ¡°?Usted no puede con esto!¡±, le espet¨® el l¨ªder de la oposici¨®n, Friedrich Merz, este martes a Scholz durante una acalorada sesi¨®n en el Bundestag.
La crisis que sacude a Alemania se inici¨® hace unos d¨ªas, cuando el m¨¢ximo ¨®rgano judicial del pa¨ªs calific¨® de inconstitucional una maniobra fiscal con la que la coalici¨®n reasign¨® 60.000 millones de euros no gastados del fondo especial del coronavirus para incluirlos en otro fondo para el clima y la transformaci¨®n. De repente, el presupuesto alem¨¢n perd¨ªa de un plumazo miles de millones de un fondo con el que se financian proyectos cruciales para la transici¨®n energ¨¦tica del pa¨ªs y la ayuda a su sector industrial. Como un castillo de naipes, enseguida empezaron a caer otras partidas. Se congel¨® el presupuesto ordinario, se retras¨® la discusi¨®n del presupuesto de 2024, y grandes fondos extrapresupuestarios como el que subvenciona los altos precios de la energ¨ªa a hogares y empresas quedaron paralizados.
Las consecuencias de la sentencia de los jueces de Karlsruhe van mucho m¨¢s all¨¢ de los 60.000 millones mal reasignados: cuestiona toda la arquitectura que sostiene el gasto p¨²blico alem¨¢n. Y pone en tela de juicio la norma nacional, consagrada en la Constituci¨®n, que limita estrictamente el d¨¦ficit publico, el llamado freno de la deuda (schuldenbremse en alem¨¢n). En los ¨²ltimos a?os, el Gobierno ha esquivado ese principio creando fondos extrapresupuestarios que no se ve¨ªan afectados por la limitaci¨®n de no superar el 0,35% del producto interior bruto, una austeridad autoimpuesta que ahora se le ha vuelto en contra a la coalici¨®n denominada sem¨¢foro, por los colores que simbolizan a los tres partidos que la integran: rojo, verde y amarillo.
La crisis presupuestaria ha sacudido las finanzas p¨²blicas y ha debilitado a un Gobierno que ya llevaba meses sufriendo unos ¨ªndices de aprobaci¨®n popular hist¨®ricamente bajos. El llamamiento del primer ministro de Baviera, el socialcristiano Markus S?der, a convocar elecciones anticipadas ilustra c¨®mo la oposici¨®n se ha lanzado a sacar provecho del desconcierto que ha provocado la sentencia del Constitucional. En la ¨²ltima encuesta Deutschlandtrend, de la televisi¨®n p¨²blica ARD, un 41% de los encuestados est¨¢n a favor de ir a elecciones de nuevo. Si hoy los alemanes estuvieran llamados a las urnas, los partidos de la coalici¨®n apenas sumar¨ªan el 35% de los apoyos, muy lejos de una mayor¨ªa suficiente para gobernar, mientras la ultraderecha superar¨ªa el 20%.
Scholz anticipa tiempos dif¨ªciles
Scholz reconoci¨® este martes en el Bundestag que el fallo supone un duro golpe para su Ejecutivo que complicar¨¢ su labor. ¡°Esta sentencia crea una nueva realidad, para el Gobierno federal y para todos los gobiernos actuales y futuros. Una realidad que hace m¨¢s dif¨ªcil alcanzar objetivos importantes y ampliamente compartidos para nuestro pa¨ªs¡±, asegur¨® durante una esperada comparecencia en el Bundestag despu¨¦s de varios d¨ªas de silencio. Alemania se enfrenta a ¡°desaf¨ªos que la rep¨²blica probablemente nunca ha experimentado con tanta concentraci¨®n y gravedad¡±, a?adi¨®.
El tripartito se encuentra ante un gran dilema: con menos dinero del esperado, tiene pocas posibilidades de subir los impuestos o de saltarse el freno de la deuda a largo plazo. Y a la vez, como record¨® Scholz, no puede permitirse renunciar a sus principales objetivos de futuro, como la modernizaci¨®n de su maltrecha econom¨ªa, que se asoma, de nuevo, a la recesi¨®n t¨¦cnica tras confirmarse la contracci¨®n del 0,1% del PIB en el tercer trimestre.
Los tres socios se enfrentan a la disyuntiva divididos y con recetas que no casan entre ellas. Los liberales del ministro de Finanzas, el halc¨®n Christian Lindner, se muestran inflexibles: ni subida de impuestos ni modificar el freno de la deuda. Un cariacontecido Lindner anunci¨® la semana que durante 2023 este mecanismo de contenci¨®n de la deuda se suspender¨¢ de nuevo ¡ªlo estuvo entre 2020 y 2022 por la pandemia y la guerra de Ucrania¡ª para hacer frente a la crisis. Los socialdem¨®cratas del SPD no quieren ni o¨ªr hablar de los recortes sociales que sugieren los liberales para soltar lastre. Tampoco Los Verdes, que adem¨¢s alertan por boca de su ministro de Econom¨ªa y Clima, Robert Habeck, de que los proyectos de descarbonizaci¨®n son cruciales para el futuro de la estancada econom¨ªa alemana.
Scholz anunci¨® este martes que las subvenciones o frenos a los precios de la electricidad y el gas se terminan a final de a?o, es decir, en pleno invierno. El Gobierno alem¨¢n los introdujo ante la escalada de los costes de la energ¨ªa tras la invasi¨®n rusa de Ucrania, y los ven¨ªa sufragando con un fondo de 200.000 millones que la sentencia del Constitucional ha obligado a congelar. El canciller asegur¨® que, aunque las tarifas son m¨¢s caras que antes de la crisis, se han moderado y que las instalaciones de almacenamiento de gas est¨¢n ¡°tan llenas que no se esperan subidas repentinas de precios¡±. Sin embargo, el anuncio causa inquietud en un pa¨ªs tan dependiente de los hidrocarburos para las calefacciones y para su potente sector industrial.
El Gobierno ha aprobado un presupuesto complementario para 2023 ¡ªque deber¨¢ aprobarse en el Parlamento¡ª que permite alargar las subvenciones energ¨¦ticas, pero m¨¢s all¨¢ del 31 de diciembre todo es incertidumbre. Terreno abonado para que este martes el l¨ªder de la oposici¨®n sacara su ret¨®rica m¨¢s afilada y reaccionara incluso con duros ataques personales.
Entre constantes aplausos de su grupo parlamentario, Merz cuestion¨® constantemente la idoneidad del canciller para el cargo, al que acus¨® de no mostrar ning¨²n arrepentimiento por el caos presupuestario. Para los democristianos de la CDU y su partido hermano b¨¢varo CSU, la sentencia del Constitucional es una formidable victoria pol¨ªtica sobre sus rivales, ya que fueron ellos quienes denunciaron la maniobra contable en Karlsruhe. Aunque reconoci¨® no estar contento por las implicaciones del fallo, Merz defendi¨® la demanda: ¡°Era necesaria porque su Gobierno ha intentado burlar los l¨ªmites del endeudamiento de una manera descarada y desconocida hasta ahora en Alemania¡±. En su intervenci¨®n dej¨® claro que la formaci¨®n no se plantea reformar el l¨ªmite de la deuda, algo que cada vez m¨¢s voces est¨¢n pidiendo.
El bronco debate parlamentario no tiene visos de amainar. ¡°Los zapatos de canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania que lleva usted le quedan al menos dos tallas grandes¡±, le solt¨® a Scholz entre risotadas de los diputados conservadores. Dijo que es, como mucho, un ¡°fontanero del poder¡±, pero que no se le puede comparar con otros ilustres cancilleres que ha dado su partido, y cit¨® a Willy Brandt, Helmut Schmidt, ¡°y hasta Gerhard Schr?der¡±. ¡°Despu¨¦s de escucharle hoy, solo se puede llegar a una conclusi¨®n: usted no puede con esto¡±.
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