Erdogan trata de aprovecharse de la divisi¨®n de la oposici¨®n en las elecciones municipales de Turqu¨ªa
Al partido gobernante le ha salido un competidor islamista que podr¨ªa dar al traste este domingo con los planes del presidente
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, busca una victoria arrolladora este domingo en las elecciones municipales, algo que le permitir¨ªa noquear a la oposici¨®n y darle el impulso para plantear un ansiado cambio constitucional de gran calado. Sin embargo, varios factores arrojan incertidumbre sobre el resultado: la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica de las familias ¨Dcon una inflaci¨®n que se resiste a bajar del 60%¨D, la divisi¨®n de la oposici¨®n tras la dura derrota en las presidenciales del a?o pasado y el surgimiento de un nuevo partido islamista a la derecha del AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo), la formaci¨®n que dirige Erdogan. Cambios de unos pocos puntos porcentuales en determinadas provincias pueden provocar vuelcos en los ayuntamientos y marcar la diferencia entre una victoria arrolladora del l¨ªder turco, un triunfo p¨ªrrico o un fiasco. Y todo ello por el particular sistema electoral turco, en el que sale elegido alcalde directamente el candidato con m¨¢s votos, sin importar los porcentajes.
¡°Desde hace unos 10 o 15 a?os, las elecciones municipales son algo m¨¢s que eso. Se desarrollan en un ambiente de elecciones generales¡±, sostiene Emre Toros, polit¨®logo y decano de la Facultad de Comunicaci¨®n de la Universidad de Hacettepe (Ankara). Las encuestas indican que podr¨ªan cambiar de color pol¨ªtico la mitad de los 30 ayuntamientos metropolitanos que rigen las mayores ciudades del pa¨ªs (en total concentran al 77% de la poblaci¨®n). La batalla m¨¢s importante se dirimir¨¢ en Estambul, la joya de la corona, con sus 16 millones de habitantes y amplios recursos econ¨®micos. La media de encuestas realizadas en las ¨²ltimas semanas da una ¨ªnfima ventaja de apenas el 1% al actual alcalde, Ekrem Imamoglu (del partido centroizquierdista CHP) frente al candidato del AKP, el exministro Murat Kurum.
Al contrario que en las municipales de 2019, cuando el CHP concurri¨® en alianza con el partido IYI (derecha nacionalista) y el apoyo t¨¢cito de la izquierda kurda, logrando arrebatarle al AKP numerosas ciudades que hab¨ªa controlado durante d¨¦cadas, esta vez cada partido opositor va por separado: la coalici¨®n se rompi¨® tras la inesperada derrota en los comicios del pasado a?o (con Kemal Kili?daroglu como cabeza de cartel) y las discusiones por la elecci¨®n de un candidato flojo a las presidenciales. ¡°Si Imamoglu logra retener Estambul para la oposici¨®n, se reforzar¨¢ su figura y podr¨¢ ser el pr¨®ximo candidato presidencial¡±, afirma Toros. ¡°Para el AKP, Estambul tambi¨¦n es muy importante. Es la alcald¨ªa en la que Erdogan empez¨® su carrera pol¨ªtica y tiene gran influencia en todo el pa¨ªs, por eso est¨¢ utilizando todos los recursos del Estado en la campa?a para apoyar a su candidato¡±, a?ade.
El bloque gubernamental s¨ª se presenta a las elecciones en coalici¨®n (junto al ultraderechista MHP). Los candidatos del AKP son, en muchos casos, perfiles tecnocr¨¢ticos, sin demasiado carisma, que b¨¢sicamente transmiten la idea de que trabajar¨¢n mano a mano con el presidente. No en vano, en varios m¨ªtines ¨DErdogan participa en la campa?a municipal como si se jugase el puesto¨D, este ha amenazado con que, en los ayuntamientos no alineados con el Gobierno central, los servicios municipales se resentir¨¢n. ¡°Disculpadme que hable as¨ª de claro, pero ?c¨®mo van a traer el gas natural a los ayuntamientos que no gobernamos nosotros? Si gobernamos nosotros, habr¨¢ gas natural; si no, no habr¨¢¡±, dijo en un mitin en la ciudad norte?a de Ordu.
Pero el camino del mandatario turco no est¨¢ libre de obst¨¢culos, pues le ha salido un competidor por la derecha: el Nuevo Partido del Bienestar (YRP), un intento de resucitar la formaci¨®n islamista de la que se escindi¨® el AKP y que est¨¢ liderado por Fatih Erbakan, hijo del mentor pol¨ªtico de Erdogan. La formaci¨®n mezcla postulados tradicionales del islamismo con mensajes propios de la derecha alternativa (antivacunas, anti-LGTBI, cr¨ªticas a las leyes contra la violencia de g¨¦nero o la lucha contra el calentamiento global) y, pese a que en 2023 apoy¨® la candidatura de Erdogan a las presidenciales, esta vez ha decidido concurrir con sus propios candidatos. Las encuestas auguran que podr¨ªa quitarle varias alcald¨ªas al AKP y robarle los suficientes votos para que no gane en otras.
¡°Hay mucho inter¨¦s en nosotros porque la gente no est¨¢ satisfecha con las cosas, tanto a nivel nacional, por la mala situaci¨®n econ¨®mica, como local, por la mala gesti¨®n y la corrupci¨®n. Pero hasta ahora, los votantes conservadores no ten¨ªan una alternativa¡±, explica a EL PA?S Mehmet Altin?z, candidato del nuevo partido al Ayuntamiento de Estambul. La preocupaci¨®n en el AKP por la competencia que supone el YRP es patente, a?ade otro miembro del partido, en los obst¨¢culos que tratan de ponerles a la celebraci¨®n de actos p¨²blicos y en ¡°la campa?a de linchamiento¡± de los medios progubernamentales.
Estas divisiones podr¨ªan resultar en la paradoja de que, en bastiones de los partidos laicos ¨Dlas ciudades de Tracia o Eskisehir¨D, gane un candidato islamista; y que, en bastiones conservadores ¨DSanliurfa, Manisa o Bursa¨D, la divisi¨®n de la derecha abra el camino a alcaldes de izquierda.
La inc¨®gnita del voto kurdo
En 2019, los nacionalistas kurdos decidieron no presentarse a las elecciones en numerosas ciudades del oeste de Turqu¨ªa, con importante presencia de esta comunidad, a fin de concentrar el voto en los candidatos del centroizquierdista CHP, y lo mismo hicieron en las presidenciales del a?o pasado. Pero los dirigentes del DEM (las nuevas siglas con las que se presenta el movimiento kurdo por las amenazas de ilegalizaci¨®n sobre su anterior partido) consideran que esta alianza con la oposici¨®n no les ha tra¨ªdo nada bueno. Por ello, esta vez, han presentado a sus propios candidatos a¨²n a sabiendas de que no tienen apoyo suficiente para hacerse con las alcald¨ªas de las grandes ciudades del oeste.
La hist¨®rica pol¨ªtica kurda Leyla Zana, Premio S¨¢jarov 1995, ha roto su silencio de a?os y se ha incorporado a la campa?a electoral de DEM con un mensaje muy claro de no apoyar ni al CHP ni al AKP. Sin embargo, esta narrativa ha levantado muchas suspicacias entre la oposici¨®n, que acusa a la izquierda kurda de estar conchabada con el Gobierno para restar apoyo al CHP y permitir la victoria de los candidatos favorecidos por Erdogan, especialmente en Estambul (aunque tambi¨¦n es cierto que el DEM ha alcanzado acuerdos con el CHP a nivel de ayuntamientos de distrito).
Ahmet T¨¹rk, otra figura importante del movimiento kurdo y candidato al Ayuntamiento de Mardin, ha reconocido que ha habido conversaciones con miembros del AKP, pero que estos no les han llegado a prometer nada. Un reinicio del proceso de paz entre el Gobierno turco y el grupo armado kurdo PKK resulta impensable, toda vez que Erdogan ha adoptado los postulados nacionalistas de sus socios de ultraderecha ¨Dy Ankara ha logrado neutralizar la actividad armada del PKK en suelo turco¨D, pero hay otro punto en el que el Gobierno central podr¨ªa extender la mano: la intervenci¨®n de los ayuntamientos.
Y es que, en el sudeste de Turqu¨ªa, los kurdos volver¨¢n a las urnas sin saber si se respetar¨¢ su voto. Desde 2016, el Gobierno de Erdogan ha intervenido pr¨¢cticamente todas las alcald¨ªas gobernadas por las sucesivas formaciones kurdas acusando a sus primeros ediles de lazos con el terrorismo, algo que ha contribuido a debilitar al movimiento nacionalista kurdo ¨Dcuya base de poder es precisamente el municipalismo¨D, pero tambi¨¦n ha llevado a muchos kurdos a desenga?arse de las instituciones democr¨¢ticas.
¡°En la vida pol¨ªtica turca, las elecciones son algo sagrado. Se debe a que la sociedad civil no tiene mucho poder en Turqu¨ªa, y la posibilidad de participaci¨®n pol¨ªtica de la gente se reduce a las elecciones¡±, opina el polit¨®logo Toros. ¡°Por eso, a ojos de la poblaci¨®n, cualquier acci¨®n contra el resultado de las elecciones, arroja una negra sombra sobre la democracia¡±.
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