La OTAN celebra sus 75 a?os con una cumbre dominada por Ucrania y la incertidumbre en torno a Biden
La reuni¨®n ser¨¢ la primera de l¨ªderes internacionales desde la participaci¨®n del presidente de EE UU en su pol¨¦mico debate electoral
La OTAN cumple 75 a?os y se dispone a soplar las velas de una manera que no imaginaba hace poco m¨¢s de una semana. Los festejos de la cumbre en Washington entre el 9 y 11 de julio, para conmemorar la firma del tratado en 1949 por el que 12 gobiernos se promet¨ªan ayuda mutua en caso de agresi¨®n externa, amenazan con quedar opacados por la incertidumbre en torno al futuro pol¨ªtico del presidente estadounidense, Joe Biden, anfitri¨®n del encuentro, y las perspectivas de una victoria del republicano Donald Trump en las elecciones de EE UU en noviembre.
No es el modo en que la Alianza esperaba celebrar su cumplea?os. Su idea era ¡ªes¡ª celebrar su excelente salud a sus tres cuartos de siglo: tiene m¨¢s socios que nunca, 32 pa¨ªses, y otros llamando a sus puertas. Hasta 23 de ellos, 14 m¨¢s que hace un lustro, cumplen los objetivos de gasto en defensa, del 2% del PIB. La cumbre de Washington ser¨¢ la primera en la que participe su socio m¨¢s reciente, Suecia, como miembro de pleno derecho. Y el encuentro tiene importantes asuntos sobre la mesa: c¨®mo ayudar a Ucrania, tender puentes hacia el ingreso del pa¨ªs invadido en la Alianza ¡ªaunque sin planes de ofrecerle la membrec¨ªa hasta que no haya terminado la guerra¡ª, su misi¨®n de ¡°disuadir y defender¡±, y el auge del coloso chino. Como ha ocurrido en ediciones anteriores, est¨¢n invitados los cuatro gobiernos afines en Asia Pac¨ªfico: Jap¨®n, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda.
Pero la pol¨¦mica en torno a Biden, y si el veterano presidente, seis a?os mayor que la longeva Alianza, est¨¢ en condiciones de continuar como el candidato del Partido Dem¨®crata para las elecciones de noviembre no solo no da se?ales de amainar, sino que arrecia cada vez m¨¢s. En momentos de cambio en los gobiernos de los pa¨ªses miembros (una derecha en alza en Europa, una Francia donde escala el lepenismo, y en el otro lado del espectro pol¨ªtico el debut del laborista Keir Starmer como flamante primer ministro brit¨¢nico), todas las miradas estar¨¢n fijadas en el estadounidense durante la cumbre, la primera reuni¨®n de l¨ªderes internacionales desde la catastr¨®fica participaci¨®n del inquilino de la Casa Blanca frente a Trump en el debate electoral del pasado 27 de junio.
Durante la cena de gala en el auditorio Mellon para conmemorar la fundaci¨®n de la Alianza, las sesiones de trabajo, una bilateral con el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, una reuni¨®n con pa¨ªses amigos de Kiev y ¡ªsobre todo¡ª una rueda de prensa final, el mundo estar¨¢ pendiente de si el dem¨®crata puede resistir el ritmo de los eventos, si comete alg¨²n traspi¨¦ o se confunde al hablar.
Un alto cargo del Gobierno estadounidense negaba que las actividades del encuentro se hayan ajustado para demostrar la capacidad de aguante de su l¨ªder. ¡°El calendario se ha planeado con antelaci¨®n desde hace mucho tiempo, y es bastante t¨ªpico de una cumbre de la OTAN¡±, aseguraba en una charla telef¨®nica con periodistas. ¡°Los l¨ªderes extranjeros han visto de cerca a Joe Biden a lo largo de los tres ¨²ltimos a?os, saben con qui¨¦n tratan y saben lo efectivo que ha sido¡±.
Los trabajos de la cumbre, que culminar¨¢ con una declaraci¨®n conjunta, se centrar¨¢n en buena parte en la guerra en Ucrania, ¡°la prioridad m¨¢s urgente¡±, en palabras del secretario general saliente de la Alianza, Jens Stoltenberg.
No est¨¢ en el guion, al igual que ocurri¨® en la cumbre de hace un a?o en Vilnius, ofrecer a Kiev convertirse en el miembro n¨²mero 33 de la Alianza, pese a los llamamientos de Zelenski. Aunque s¨ª se insiste en la ¡°irreversibilidad¡± de su camino a la adhesi¨®n, y a las reformas que se le piden para ello, no hay apetito entre los socios para abrir la puerta a que Ucrania invocase el art¨ªculo 5 del tratado de Washington ¡ªla obligaci¨®n de la defensa mutua en caso de ataque externo¡ª y pusiera a prueba su cumplimiento.
Pero la reuni¨®n transatl¨¢ntica s¨ª se centrar¨¢ en responder a las necesidades de ese pa¨ªs para la guerra, sobre lo que ha pedido Kiev y sobre la capacidad de los aliados de enviar material a trav¨¦s de los tres n¨®dulos de entrega en Eslovaquia, Rumania y Polonia. Tambi¨¦n habr¨¢ componentes de formaci¨®n, preparaci¨®n y entrenamiento, algo que busca asegurar, entre otras cosas, la interoperabilidad de las fuerzas ucranias con las aliadas, y la gobernanza militar, seg¨²n fuentes de la Alianza. Estados Unidos ¡°anunciar¨¢ nuevos pasos para fortalecer las defensas a¨¦reas y capacidades militares para ayudar a Ucrania a seguir defendi¨¦ndose hoy y disuadir a Rusia de futuras agresiones¡±, indicaba el alto cargo de la Casa Blanca.
Kiev, precisaba Stoltenberg tras la ¨²ltima reuni¨®n de ministros de Defensa de la Alianza antes de la cumbre, necesita previsibilidad a largo plazo sobre la asistencia en forma de armamento, munici¨®n o fondos que vaya a recibir. El objetivo, subrayaba el secretario general saliente ¡ªque ser¨¢ reemplazado por el holand¨¦s Mark Rutte en octubre¡ª, es ¡°minimizar los riesgos de retrasos y huecos (en el suministro) que se vieron a principios de este a?o¡±. Esos retrasos, puntualizaba, ¡°son una de las razones por las que los rusos pudieron lanzarse y ocupar m¨¢s territorio en Ucrania¡±.
La idea es reforzar la coordinaci¨®n y la asistencia de seguridad, en parte aprovechando la estructura de mando de la OTAN y utilizando fondos del presupuesto com¨²n: se pretenden 40.000 millones de d¨®lares (unos 37.000 millones de euros) para este a?o. Espa?a ya se comprometi¨® en mayo durante una visita de Zelenski a Madrid a suministrar armamento por 1.100 millones de euros.
El jueves se celebrar¨¢ una reuni¨®n del Consejo OTAN-Ucrania, tras la cual Biden encabezar¨¢ un acto con m¨¢s de 20 pa¨ªses miembros de la Alianza y otros gobiernos amigos firmantes de acuerdos de seguridad bilaterales con Kiev.
¡°Creo que veremos en la cumbre que esos pactos se convierten b¨¢sicamente en un acuerdo entre una serie de pa¨ªses de la OTAN que dejan claro su apoyo a Ucrania a largo plazo y su determinaci¨®n a apoyar la integridad territorial de Ucrania¡±, apunta Max Bergmann, director para Europa en el Centro de Estudios Internacionales y Estrat¨¦gicos (CSIS, en sus siglas en ingl¨¦s), durante una charla telef¨®nica con periodistas.
Blindarse ante Trump
Pero la OTAN tambi¨¦n deber¨¢ determinar su futuro para las pr¨®ximas d¨¦cadas. Y querr¨¢, en la medida de lo posible, blindarse ante un posible boicot, o la desidia, de su socio principal en caso de una victoria republicana en las elecciones estadounidenses de noviembre. El candidato de ese partido, Donald Trump, coquete¨® durante su presidencia con abandonar la organizaci¨®n transatl¨¢ntica, y ha amenazado con no respetar el art¨ªculo 5 si resulta agredido uno de los nueve pa¨ªses que a¨²n incumplen el objetivo com¨²n de un gasto en Defensa del 2% de su PIB. Los restantes 23, seg¨²n anunciaba Stoltenberg en Washington, han alcanzado esa meta en la que tanto insisti¨® Trump durante su mandato.
La Alianza ¡°est¨¢ lista para combatir esta misma noche, de un modo como no lo hab¨ªa estado antes. En los ¨²ltimos dos a?os (desde la cumbre de Madrid) se ha desarrollado un enorme trabajo para mejorar su capacidad de disuasi¨®n y de defensa, y su preparaci¨®n para la guerra¡±, considera Sean Monaghan, tambi¨¦n del CSIS y autor principal del informe ?Est¨¢ la OTAN preparada para la guerra? ¡°Pero para lo que no est¨¢ quiz¨¢ lista es para una guerra prolongada. La OTAN a¨²n tiene mucho que hacer en ese sentido¡±, puntualiza.
Ese informe, entre otras cosas, apunta que la organizaci¨®n ha ¡°mejorado la calidad y la coordinaci¨®n de sus defensas¡±. La fuerza de respuesta de la OTAN puede movilizar a 300.000 soldados en 30 d¨ªas, siete veces m¨¢s que hace dos a?os. En 180 d¨ªas, esa cifra aumenta en medio mill¨®n m¨¢s. La industria militar ha dado pasos para mejorar su capacidad de colaboraci¨®n entre los miembros y para acelerar su producci¨®n. Este a?o ha destinado 500 millones de euros para mejorar la producci¨®n de munici¨®n, una de las grandes carencias que la guerra en Ucrania ha puesto de manifiesto.
Pero arrastra problemas como sistemas anticuados, o carencias en sus fuerzas navales y sistemas de defensa a¨¦rea. ¡°El gasto de defensa, el desarrollo de la industria, de capacidades fundamentales y la resiliencia de la sociedad necesitan un mayor trabajo para estar listos para un conflicto prolongado¡±, precisaba Monaghan en un acto de presentaci¨®n de su informe. Esas inversiones no buscar¨ªan, seg¨²n indicaba, combatir contra Rusia, sino asegurarse de que la Alianza es lo suficientemente s¨®lida como para disuadir de ataques futuros tras la guerra en Ucrania.
El tercer pilar de la agenda en el encuentro de Washington, que abordar¨¢ tambi¨¦n asuntos como el Plan para la Vecindad Sur (el Magreb y el Sahel) ser¨¢n las relaciones, cada vez m¨¢s intensas, de la OTAN y pa¨ªses afines en Asia Pac¨ªfico para contrarrestar la pujanza de China y la relaci¨®n del gigante asi¨¢tico con Rusia, entre acusaciones de Washington y Bruselas de que las exportaciones de uso dual de Pek¨ªn hacia su vecino permiten a Mosc¨² mantener su ofensiva en Ucrania. Los cuatro grandes socios de la Alianza en la regi¨®n ¡ªCorea del Sur, Jap¨®n, Australia y Nueva Zelanda¡ª participar¨¢n en el encuentro, como en ediciones anteriores.
¡°Las preocupaciones de seguridad en el Indo-Pac¨ªfico son muy similares a las que se encaran en el territorio de la OTAN, y, por tanto, tiene sentido compartir lecciones y colaborar contra amenazas colectivas similares. Jap¨®n y Corea del Sur, en particular, han sido socios excelentes en la respuesta a la amenaza que representa Rusia. Anticipamos una oportunidad de compartir puntos de vista sobre estos asuntos, pero tambi¨¦n de profundizar el h¨¢bito de la cooperaci¨®n y las ¨¢reas pr¨¢cticas de colaboraci¨®n entre la OTAN y nuestros socios de la regi¨®n¡±, apuntaba la semana pasada el secretario de Estado adjunto para Europa, James O¡¯Brien, en un encuentro con periodistas.
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