La clave para detectar (y trabajar) los problemas del habla de un ni?o: la tr¨ªada familia-pediatra-escuela

¡°?Qu¨¦ gracioso!¡±. ¡°?C¨®mo habla!¡±. ¡°A mi hijo le pasaba lo mismo y, de pronto, comenz¨® a pronunciar bien¡±. ¡°No hay que preocuparse, es normal, todav¨ªa es muy peque?o¡±. Frases como esta se escuchan entre los padres y madres que a veces utilizan los corrillos en la recogida del colegio para solucionar dudas de crianza y para comprobar tambi¨¦n si el desarrollo de sus hijos va en consonancia con el de sus iguales. ?Qui¨¦n no ha observado si su peque?o no se acerca al percentil de sus compa?eros? ?O si su psicomotricidad se asemeja a la del mejor amigo? Con el desarrollo del lenguaje, el habla, la voz y la comunicaci¨®n ocurre lo mismo, porque no diagnosticar a tiempo la existencia de posibles trastornos en este ¨¢mbito ¡°suele tener unas consecuencias graves sobre el progreso educativo y el desarrollo socioemocional del menor¡±, asegura V¨ªctor Manuel Acosta Rodr¨ªguez, catedr¨¢tico de Educaci¨®n Especial y Logopedia en la Universidad de La Laguna y autor del libro Intervenci¨®n en Lenguaje y alfabetizaci¨®n temprana del alumnado con Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (ediciones Aljibe).

¡°La detecci¨®n temprana de los trastornos del lenguaje puede hacerse en los casos de los Trastornos del Espectro Autista, el s¨ªndrome de Angelman ¡ªcaracterizado por ausencia del habla o estallidos de risa¡ª, el s¨ªndrome de Down, etc¨¦tera. Por el contrario, su diagn¨®stico resulta complicado en aquellos casos, entre los 24 y los 36 meses, en los que todav¨ªa no tienen un desarrollo ¨®ptimo del lenguaje (alrededor de un 7-8% de la poblaci¨®n infantil), los que adquieren tard¨ªamente sus primeras palabras o sufren un retraso tambi¨¦n en la combinaci¨®n de palabras¡±, manifiesta Acosta. Los menores que en esa franja de edad no han adquirido las competencias que se les presupone se denominan Hablantes Tard¨ªos (HT). ¡°Una parte importante de estos evolucionan hacia un problema severo de lenguaje que suele confirmarse alrededor de los 5 a?os, y que se denomina Trastorno Espec¨ªfico del Lenguaje o Trastorno del Desarrollo del Lenguaje¡±, detalla este experto.

El descubrimiento prematuro de cualquier trastorno vinculado con el lenguaje o la comunicaci¨®n pasa, en primer lugar, por la familia. ¡°Deben mantener una actitud vigilante y consultar con el pediatra lo que les preocupa, si la evoluci¨®n no es la esperada. Es importante para darle un abordaje correcto porque puede ser un problema no solo del habla, sino de algo m¨¢s¡±, expone Pedro Via?o, pediatra y coeditor de EnFamilia, web oficial de salud infantil y juvenil de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP). Para ayudar en este seguimiento, seg¨²n explica, las comunidades aut¨®nomas cuentan con el Programa del ni?o sano, que recoge los puntos espec¨ªficos para revisar la adquisici¨®n de los hitos del neurodesarrollo, entre los que se encuentra el habla.

La familia puede cooperar en la intervenci¨®n de la mayor¨ªa de los trastornos del neurodesarrollo, por eso es tan importante que en el caso de problemas con el desarrollo del lenguaje reciba la informaci¨®n precisa por parte de un logopeda. ¡°Existen programas, como Milieu Language Teaching [intervenci¨®n pensada para la mejora del lenguaje y la comunicaci¨®n en las primeras etapas de la infancia], donde la participaci¨®n de los padres es crucial. Se aplica a ni?os no verbales (por ejemplo, con autismo, s¨ªndromes gen¨¦ticos, etc¨¦tera) con el objetivo de mejorar las habilidades comunicativas b¨¢sicas a trav¨¦s de gestos y algunas locuciones (la atenci¨®n conjunta, realizar peticiones, declaraciones, preguntas, etc¨¦tera). As¨ª, se consigue modelar poco a poco las primeras palabras y la morfosintaxis¡±, explica Acosta.

Acosta sostiene que en las alteraciones vinculadas con los problemas evolutivos del lenguaje, como los HT o los Trastornos del Desarrollo del Lenguaje, se aconseja a los adultos hacer lectura dial¨®gica: ¡°El ni?o maneja el cuento (pasa las p¨¢ginas, etc¨¦tera) y los padres hacen indicaciones, preguntas, comentarios, a medida que avanza la narraci¨®n. De esta manera, se potencia el vocabulario, el uso de conectores, la producci¨®n de oraciones complejas o el l¨¦xico funcional¡±.

Los hermanos constituyen tambi¨¦n un agente importante en el desarrollo de una ¨®ptima comunicaci¨®n, habla y lenguaje de aquellos que sufren alg¨²n problema. ¡°Pueden fomentar situaciones de juego simb¨®lico (por ejemplo, jugar a que van al veterinario), desarrollar conversaciones largas o recrear cuentos, pero con representaciones o dramatizaciones y la elaboraci¨®n de di¨¢logos¡±, describe este logopeda.

¡°Cuando los ni?os sufren trastornos de lenguaje suelen tener m¨¢s dificultades que sus compa?eros con desarrollo t¨ªpico¡±, asegura Acosta. En entornos sociales, como es un aula, ¡°los menores con desarrollo t¨ªpico prefieren cooperar y realizar tareas con compa?eros sin problemas, dificultando la comunicaci¨®n social, el desarrollo socioemocional, el aprendizaje y la inclusi¨®n del alumnado con trastornos del lenguaje¡±, afirma. Por ello, este experto apuesta por la presencia de logopedas en los centros educativos para que, junto con los docentes, planifiquen y dise?en una acci¨®n educativa de naturaleza preventiva y proactiva. Una opini¨®n que coincide con la de Silvia Nieva, coordinadora del M¨¢ster en Intervenci¨®n Logop¨¦dica de la Universidad Complutense de Madrid, quien tambi¨¦n anima a los colegios, escuelas infantiles, espacios de crianza y pediatras a mantener una comunicaci¨®n estrecha con los padres que permita ¡°la evaluaci¨®n por parte de logopedas expertos para que, ante la existencia de alg¨²n tipo de trastorno, se act¨²e con la mayor celeridad posible para evitar consecuencias m¨¢s graves¡±.

Via?o subraya que ante los trastornos del lenguaje es necesario estrechar tambi¨¦n la colaboraci¨®n entre pediatra y colegio: ¡°Al primero le corresponde el diagn¨®stico, seguimiento y acompa?amiento de estos problemas; pero tambi¨¦n al logopeda, junto con otros profesionales como el terapeuta ocupacional, el pedagogo u otros profesionales¡±. Adem¨¢s, en su manejo, hay que incluir la figura de los maestros especialistas en audici¨®n y lenguaje, ¡°que son los profesionales preparados para abordar estos problemas de expresi¨®n oral y de d¨¦ficits auditivos en el entorno acad¨¦mico, para dar el apoyo pedag¨®gico que estos ni?os pueden necesitar¡±, expone.

La tr¨ªada familia-pediatra-escuela es el elemento que debe posibilitar un desarrollo comunicativo y ling¨¹¨ªstico adecuado en los ni?os y las ni?as con problemas de lenguaje. Por ello es necesario, seg¨²n Acosta, que las familias y, especialmente, los pediatras se formen en las se?ales m¨¢s importantes del desarrollo del lenguaje y los factores de riesgo y alarma que sugieren una evaluaci¨®n en profundidad. ¡°Hay que evitar se?alar que un ni?o es flojo para hablar y esperar a que el ni?o alcance los 4 o 5 a?os, aunque desde los 2 a?os debemos estar atentos a los retrasos del lenguaje que deben ser atendidos¡±, explica. Y es que, como incide Acosta, un retraso en la intervenci¨®n tiene siempre consecuencias sobre muchas ¨¢reas del desarrollo infantil, que afectan desde los aprendizajes hasta la relaci¨®n con el entorno.