Laia Casadevall, matrona: ¡°Las madres merecemos reconquistar los espacios de la sociedad¡±
La activista por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, que aboga por alejarse de los ideales t¨®xicos de ser madre, acaba de publicar ¡®Maternidad consciente¡¯, un libro que pone el foco en las luces y sombras de los dos primeros a?os de crianza con informaci¨®n y experiencias reales
Se suele decir que la maternidad supone una transformaci¨®n tan enorme que, por m¨¢s que a una futura madre se lo cuenten, es dif¨ªcil imaginarlo completamente. Quiz¨¢s por esto, el embarazo se convierte para muchas mujeres en un momento de ¨¢lgida curiosidad que tratan de saciar con la b¨²squeda de informaci¨®n y relatos de madres. Ya lo escribi¨® Carme Riera en Tiempo de espera (1998), ahora reeditado por Trampa Ediciones: ¡°Busco entre mis libros alguno que trate de la maternidad. Me apetece saber c¨®mo otras mujeres han vivido esta maravillosa y a la vez terrible metamorfosis¡±.
Para la matrona Laia Casadevall (38 a?os, Vic), tambi¨¦n activista por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, a menudo cuesta aceptar esta metamorfosis, sobre todo, cuando atraviesa por sorpresa, ¡°porque realmente los cambios son profundos a nivel emocional, cerebral y f¨ªsico e impactan en todas nuestras esferas. Y a veces nos cuesta reconocernos y reencontrarnos en este nuevo yo de madre¡±. Ella trata de amortiguar este cambio con Maternidad consciente (Vergara, 2024), un libro en el que recoge informaci¨®n y experiencias reales de madres durante los dos primeros a?os de crianza.
PREGUNTA. ?C¨®mo es una maternidad consciente?
RESPUESTA. Una maternidad consciente es aquella que se vive desde la informaci¨®n y el sentir. Se trata de conectar con lo que realmente necesitamos, escuchando m¨¢s hacia dentro y menos hacia fuera. Y esto, al final, se traduce en vivir de una forma m¨¢s libre lo que nos est¨¢ pasando durante esta etapa tan revolucionaria y transformadora.
P. ?Cuesta aceptar esa metamorfosis?
R. No podemos pensar que tener hijos no nos va a cambiar la vida, porque es un hecho inevitable. Decidir traer a este mundo a un beb¨¦ implica cambios y transformaciones en la vida personal, de pareja, familiar, social y laboral. Y estos cambios son m¨¢s llevaderos cuando nos hemos informado previamente. Cuesta mucho aceptar esta metamorfosis cuando nos atraviesa por sorpresa, porque realmente los cambios son profundos a nivel emocional, cerebral y f¨ªsico e impactan en todas nuestras esferas. Y, a veces, nos cuesta reconocernos y reencontrarnos en este nuevo yo de madre.
P. Dice en el libro que todos los cursos de preparaci¨®n a la maternidad se centran en el parto, pero en realidad se habla poco de lo que viene despu¨¦s. Aunque se lo cuenten, en ese momento, ?se puede imaginar una futura madre lo que realmente viene?
R. No, realmente nadie puede explicarte con palabras el tsunami y la revoluci¨®n que implica convertirte en madre. Tienes que vivirlo y experimentarlo para saber de lo que hablamos. Pero el hecho de que se nos prepare para ello, se nos explique y se nos informe ya durante el embarazo har¨¢ que lo vivamos con m¨¢s tranquilidad y confianza y menos miedo o incertidumbre.
P. ?Qu¨¦ ocurre cuando los deseos y las decisiones que toma la madre no coinciden con las expectativas sociales y familiares en torno a la maternidad?
R. La sociedad nos empuja a tener hijos, pero luego pretende que volvamos al trabajo remunerado r¨¢pidamente, que nos separemos precozmente de nuestras cr¨ªas inmaduras y dependientes de nosotras y que produzcamos para el sistema capitalista para ser de nuevo validadas. Esta contradicci¨®n entre lo que se nos exige y lo que sentimos internamente crea una ambivalencia que persiste a lo largo de la maternidad, y que genera dolor y culpa.
P. ?Se puede vivir sin culpa la maternidad cuando el contexto no es el ideal?
R. La culpa envuelve a maternidad. La famosa culpa por no llegar al ideal de madre que se nos exige. La culpa porque nunca conseguiremos hacerlo perfecto, porque simplemente la perfecci¨®n no existe. Es un constructo social t¨®xico que hemos creado y que nos empeque?ece y hace sentir insuficientes siempre, hagamos lo que hagamos. Es un logro m¨¢s del patriarcado cruel con las mujeres. Que se nos vende la madre perfecta como la que produce dentro y fuera del hogar, la que sonr¨ªe siempre y no se queja. Pero las madres somos personas y tambi¨¦n tenemos l¨ªmites y derecho a quejarnos o a decir basta. Y esto no deber¨ªa hacernos sentir culpables. Es importante que aceptemos que cada una de nosotras lo hace tan bien como puede y sabe, con las circunstancias personales que tenemos. Y que somos la mejor madre para nuestros beb¨¦s, por norma general. Cuanto m¨¢s nos alejemos de estos ideales t¨®xicos, m¨¢s libres de culpa podremos vivir nuestras maternidades.
P. Insiste mucho en el libro en el papel fundamental de la tribu y de otras madres para una mejor experiencia, pero el contexto actual, marcado por el individualismo, no se lo pone nada f¨¢cil a las madres.
R. Exactamente, las madres estamos y nos sentimos muy solas. La sociedad no valora nuestros cuidados ni lo que hacemos. Y el sistema no tiene espacios para que podamos compartir lo que nos pasa. Al final, son las propias madres que se acaban juntando y creando estos espacios sanadores y de tribu. Es crucial tener la posibilidad de compartir con otras madres que est¨¢n experimentando el mismo momento vital. La sororidad nos salva. Y esta tribu puede ser un grupo, la familia o una amiga, la cuesti¨®n es poder construir espacios para nosotras, donde nos sintamos seguras para verbalizar lo que estamos transitando y nos sintamos validadas y escuchadas.
P. Dice que las madres est¨¢n y se sienten muy solas. ?Cu¨¢nto influye la soledad en la crianza?
R. La soledad es cruel. Para criar a un hijo necesitamos sost¨¦n, y las madres estamos muy solas, sin apoyo ni familia cerca habitualmente. Y es realmente duro tener a un ser totalmente dependiente de tu cuerpo pegado 24 horas al d¨ªa. Es muy dif¨ªcil cuidar bien si nadie nos cuida a nosotras. Criar sola es una situaci¨®n de vulnerabilidad para nuestra salud mental. Por este motivo es importante salir todos los d¨ªas y compartir lo que nos pasa y c¨®mo nos sentimos con otras madres. Esto tan simple, nos salva.
P. ?Qu¨¦ recomendaciones dar¨ªa para construir o encontrar esta red de apoyo?
R. Acude a los grupos posparto del centro de salud cuando hayas dado a luz, busca los grupos de lactancia que tienes cerca, ap¨²ntate a actividades dirigidas a las madres. En estos espacios encontrar¨¢s mujeres que est¨¢n transitando la misma etapa que t¨². Y luego, quiz¨¢s, surge un caf¨¦ con una madre con quien has conectado m¨¢s. Y de este caf¨¦ surge una amistad que te acompa?a durante toda la maternidad. Sal y pasea con tu beb¨¦, ve a los parques donde puedes encontrar a otras madres solas. Cread grupos de crianza entre vosotras y pedid a vuestros ayuntamientos que os cedan un ¨¢rea para reuniros. Las madres merecemos reconquistar los espacios de la sociedad. Hacernos visibles.
P. ?Qu¨¦ cree que necesitan cambiar para dejar de ser invisibles?
R. Lo primero que necesitamos son pol¨ªticas que nos protejan. Que reconozcan el valor incalculable de los cuidados maternos para nuestros hijos, para nuestra salud mental y para la sociedad. Que al menos nos permitan estar con ellos hasta el a?o de vida si as¨ª lo deseamos. Segundo, necesitamos reconquistar las ciudades, que se nos cedan espacios para compartir con otras mujeres y sus beb¨¦s. Es importante que la sociedad empiece a valorar lo que hacemos las madres, porque de ello depende el futuro. Nuestros hijos son los adultos de ma?ana. Si queremos un mundo m¨¢s humano, necesitamos invertir en el inicio de la vida, priorizar lo esencial.
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