Dos claves para que un ni?o sea feliz: entrenar la fuerza de voluntad y la perseverancia

Vivimos en una sociedad en la que parece que conseguir cualquier cosa es una tarea f¨¢cil. Donde todo parece asequible y un solo clic acerca a las personas a casi todo lo que desean. Donde se busca la recompensa inmediata y se habla poco del error, la frustraci¨®n o el esfuerzo. Un ¨¦xito malentendido que lleva a pensar que las cosas se consiguen sin poner el alma en ello y que los golpes de suerte determinan lo que uno es capaz o no de lograr. Para las familias, criar a un ni?o en el esfuerzo y la perseverancia deber¨ªa convertirse en el eje vertebrador de su educaci¨®n. Ense?arle que el ¨¦xito que puede conseguir en la vida no va a depender de la capacidad que tenga para acumular contenidos o procedimientos, sino que este triunfo llegar¨¢ en funci¨®n de la capacidad que tenga para trabajar duro y no bajar los brazos cuando las cosas se compliquen en su camino.

La fuerza de voluntad es la capacidad de centrar nuestra atenci¨®n y esfuerzo en algo para conseguir una meta. El h¨¢bito que permite a una persona seguir adelante con perseverancia cuando las cosas se complican, cuando un tropiezo o un mal resultado le deja a uno con la motivaci¨®n por los suelos. Una fuerza que le acerca a aquello que desea, que ensordece las excusas y le da el poder de conseguir aquello que no tiene gracias a su trabajo. La perseverancia regala estabilidad y resistencia ante los contratiempos, confianza en uno mismo y tambi¨¦n en los dem¨¢s y grandes dosis de autoestima.

Desde bien peque?o un ni?o debe aprender a esforzarse para lograr lo que desea porque a lo largo de su vida deber¨¢ enfrentarse a numerosas situaciones inc¨®modas y complicadas que le har¨¢n dudar de sus capacidades. Un ni?o que integra en su d¨ªa a d¨ªa la perseverancia y el valor de la voluntad crecer¨¢ construyendo un buen autoconcepto de s¨ª mismo y ser¨¢ capaz de superar los baches que vaya encontrando en su camino. Pedir¨¢ ayuda cuando lo necesite sin sentir verg¨¹enza y entender¨¢ que el error es parte imprescindible en su proceso de aprendizaje.

Por el contrario, un ni?o que no desarrolle su perseverancia y capacidad de esfuerzo mostrar¨¢ muchas dificultades para tolerar la frustraci¨®n y entender que el error es parte imprescindible del aprendizaje. Tender¨¢ a echar la culpa a los dem¨¢s de sus errores y a depender de sus adultos de referencia para conseguir lo que desea. Ser¨¢ un ni?o inseguro con poca iniciativa personal.

Ense?ar a un ni?o a conseguir aquello que desea gracias a la dedicaci¨®n y la paciencia le convertir¨¢ en una persona valiente y aut¨®noma que tenga ganas de explorar su entorno con libertad y sin miedo; de tomar sus propias decisiones y hacerse responsable de sus elecciones. Si los progenitores acomodan la vida de su hijo y lo sobreprotegen para evitar que se frustre o sienta decepci¨®n ¨²nicamente conseguir¨¢n que no pueda adquirir las habilidades necesarias para poder hacer frente a sus dificultades con tenacidad y confianza. Le convertir¨¢n en un ni?o inseguro e incapaz de hacer frente a sus problemas.

Claves para educar a un ni?o en la perseverancia y el esfuerzo:

1. Ayudar al ni?o a marcarse peque?os retos diarios que sean asequibles, a comprometerse con ¨¦l mismo sin dudar de su val¨ªa y trabajo. Tambi¨¦n hay que ayudarle a trazar el mapa planificando cada uno de los pasos que deber¨¢ dar para conseguir lo que se proponga, siendo consciente que, a lo largo de su vida, va a encontrar muchos baches que deber¨¢ sortear.
2. Conseguir que entienda y acepte que el error va a estar presente en su camino y que eso no es algo negativo. Ser compasivo con sus propios tropiezos y aprender de ellos le permitir¨¢ adquirir los aprendizajes que necesita para ir avanzando poco a poco en sus proyectos.
3. Ense?ar al ni?o a ser paciente y entender que muchas de las cosas que desea se consiguen despu¨¦s de mucho trabajo y ensayo. Debe aprender a posponer la recompensa para cuando se haya cumplido con los compromisos y a no depender del azar o la fortuna, sino del trabajo y el empe?o. Se le debe ense?ar a entender el triunfo como la capacidad de disfrutar de lo cotidiano, de ser agradecido por todo lo bueno que le pasa.
4. Demostrarle a diario con el ejemplo, las palabras de aliento y muestras de afecto que se est¨¢ a su lado para apoyarle de forma incondicional sin juzgar sus errores. Ayud¨¢ndole a gestionar y expresar correctamente las emociones, a dominar la impaciencia y la indecisi¨®n, a vencer el mal humor cuando las cosas se tuercen.

La constancia y la fuerza de voluntad son el cimiento en la construcci¨®n de los sue?os que anhelamos. Un ni?o que sea capaz de esforzarse y trabajar por conseguir aquello que le ilusiona y desea cultivar¨¢ la determinaci¨®n, la curiosidad y el optimismo. Apostando por el compromiso sin postergar o excusarse en la mala suerte ni culpar a los dem¨¢s de sus propios tropiezos. Como dec¨ªa el f¨ªsico alem¨¢n Albert Einstein: ¡°Hay una fuerza motriz m¨¢s poderosa que el vapor, la electricidad y la energ¨ªa at¨®mica: y esa es la voluntad¡±.

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