La microbiota intestinal y su importancia en los primeros 1.000 d¨ªas de vida

Con el antebrazo descubierto, un ni?o observa atentamente los distintos marcadores que la enfermera va se?alando sobre su piel. Pronto, el peque?o empieza a notar picor en algunas de las punciones que le han hecho. Casi de inmediato a la quemaz¨®n, aparecen algunas ronchas coincidiendo con el punto marcado. Ha dado positivo en alguno de los alergenos que le han inoculado.

La prevalencia de rinitis al¨¦rgica y alergias alimentarias entre los ni?os europeos, de 7 a 10 a?os, se encuentra entre el 6,5% y el 24,6%, respectivamente, seg¨²n datos publicados en el art¨ªculo La carga del asma, la fiebre del heno y el eccema en ni?os de 25 pa¨ªses: estudio de fase I de GAN, publicado en European Respiratory Journal. Un hecho que, seg¨²n el art¨ªculo El retraso en la maduraci¨®n de la microbiota intestinal durante el primer a?o de vida es una caracter¨ªstica distintiva de las enfermedades al¨¦rgicas pedi¨¢tricas, publicado en la revista Nature, podr¨ªa tener una relaci¨®n estrecha con alteraciones en la microbiota intestinal, es decir, con los microorganismos del tracto gastrointestinal. ¡°En los pacientes que tienen estas enfermedades se ha observado una alteraci¨®n de la inmunidad y de la barrera intestinal¡±, sostiene por su parte Josefa Barrio, pediatra del Servicio de Pediatr¨ªa del Hospital Universitario de Fuenlabrada.

La microbiota intestinal comienza a colonizar el intestino en el ¨²tero por el paso de bacterias de madre a hijo a trav¨¦s de la placenta, pero principalmente lo hace al nacer. ¡°Si el parto es vaginal, se colonizar¨¢ por los g¨¦rmenes que se encuentran en el canal del parto, mientras que si nace por ces¨¢rea lo har¨¢ por otros g¨¦rmenes¡±, explica Josefa Barrio, pediatra del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Comunidad de Madrid). La alimentaci¨®n del ni?o durante los primeros meses tambi¨¦n influye en el tipo de bacterias que forman parte de su microbiota. ¡°La leche de la madre es el alimento de elecci¨®n para el establecimiento de una microbiota adecuada, ya que contiene bacterias y sustancias beneficiosas que alimentan a dichas bacterias¡±, comenta Barrio. Por eso, el papel de la madre es fundamental: ¡°Porque la microbiota del ni?o se establece a partir de las bacterias maternas que recibe a trav¨¦s de la placenta, canal del parto, secreciones maternas o lactancia materna¡±, apunta.

El conjunto de g¨¦rmenes presentes en el tracto gastrointestinal se constituye en los primeros a?os de vida y es responsable del desarrollo inmune del organismo, o, lo que es lo mismo, del sistema de defensas que poseemos para hacer frente a posibles agentes perjudiciales (bacterias, virus y otros organismos). ¡°La microbiota intestinal digiere los alimentos que consumimos produciendo la energ¨ªa necesaria para el organismo. Adem¨¢s, elabora sustancias que intervienen directamente contra las bacterias (inmunoglobulinas) creando un efecto barrera, que impide el paso a pat¨®genos¡±, explica Barrio. Cuando en el cuerpo existe un equilibrio entre bacterias beneficiosas y da?inas, significa que el individuo est¨¢ sano. ¡°Pero si se rompe esa armon¨ªa, se altera el sistema inmune, produci¨¦ndose las enfermedades, entre ellas las alergias¡±, a?ade Barrio.

El establecimiento de una microbiota intestinal adecuada conlleva que en el organismo haya un equilibrio entre bacterias beneficiosas y da?inas o pat¨®genas, favoreciendo as¨ª una buena salud en el individuo. Para prevenir futuras alergias durante la infancia y adolescencia, los primeros 1.000 d¨ªas de vida de un menor son una ventana de oportunidad para el tratamiento y la prevenci¨®n de posibles patolog¨ªas tanto del ni?o como cuando este se haga adulto. ¡°Estos d¨ªas engloban el periodo gestacional, el periodo fetal y el primer a?o hasta el final del segundo a?o. La consecuci¨®n de una microbiota equilibrada (eubiosis) se asocia con un menor riesgo de enfermedades, pero existen m¨²ltiples factores que en estos primeros mil d¨ªas pueden alterar o producir una microbiota desequilibrada (disbiosis)¡±, afirma la doctora Rosaura Leis, pediatra especializada en gastroenterolog¨ªa y coordinadora del Comit¨¦ de Nutrici¨®n y Lactancia Materna de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa.

Para conseguir el equilibrio de la microbiota gastrointestinal del beb¨¦, ¡°la madre gestante debe mantener una alimentaci¨®n adecuada y no ingerir f¨¢rmacos, lo que va a ayudar a un mejor desarrollo de su feto. Por otra parte, sabemos que los partos por ces¨¢rea suponen un mayor riesgo de una microbiota m¨¢s desequilibrada, tanto en funci¨®n como en tipo de g¨¦rmenes y en distribuci¨®n de los mismos, y que se asocia a mayor riesgo de enfermedad. Por tanto, y en la medida de lo posible, el parto vaginal y ofrecer la lactancia materna le ayudar¨¢n a que consiga el equilibrio microbiano¡±, se?ala Leis. Adem¨¢s, ¡°los ni?os de bajo peso, aquellos que son atendidos en unidades especiales como las ucis neonatales con el empleo de diversos f¨¢rmacos, entre ellos, antibi¨®ticos, desarrollan un mayor riesgo de disbiosis intestinal que tiene grandes repercusiones para la salud del ni?o y del futuro adulto¡±, asegura.

Promover un estilo de vida saludable y una alimentaci¨®n correcta son la base para el establecimiento de una microbiota intestinal adecuada que ayude a prevenir enfermedades al¨¦rgicas y de otros tipos. ¡°La lactancia materna es el mejor alimento que puede recibir un lactante para que esa microbiota se establezca de forma adecuada¡±, incide la doctora Barrio. Adem¨¢s, tambi¨¦n se puede hacer usos de probi¨®ticos: ¡°Son bacterias elaboradas a partir de las bacterias de la microbiota que se administran para intentar restablecer el equilibrio¡±.

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